Hace apenas unos días, una encuesta reveló que la desigual división de las tareas de cuidados entre los géneros es una de las principales razones por las que las mujeres ven obstaculizadas sus trayectorias académicas. Un informe sobre la cuarta Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud, que se presenta hoy, profundiza en este aspecto y ratifica que las mujeres dedican más horas a estas actividades que los varones. De acuerdo con el sondeo, 47,7% de las mujeres de entre 12 y 35 años llevan a cabo tareas de cuidados frente a 30% de los varones de la misma edad.

También existe una brecha de género con respecto al tiempo dedicado. Las mujeres de estas edades dedican en promedio 33 horas semanales a los cuidados, en tanto los varones dedican un promedio de casi 20 horas. El tiempo dedicado también varía según la población cuidada: las niñas y los niños son quienes reciben en promedio mayor tiempo, y constituyen a su vez los tramos en los que se visualizan mayores diferencias entre varones y mujeres. Así, las mujeres que cuidan a niñas y niños de cero a tres años les dedican 79,8% más de horas semanales que los varones que cuidan a esta población. Esta diferencia también es considerable en niñas y niños de cuatro a 12 años; en este caso la brecha asciende a 74,1%. Estas diferencias tienen sentido si se considera que las mujeres son las que cuidan en mayor proporción a niñas y niños de cero a 12 años, mientras que los varones se encargan más del cuidado de quienes tienen entre 13 y 64 años y de las personas mayores, de acuerdo con el informe.

Por otro lado, un análisis de los datos disgregados según el nivel socioeconómico muestra que las mujeres pertenecientes a los hogares más pobres son quienes más cuidan. Esta brecha desciende conforme aumenta el nivel de ingresos de los hogares: mientras que en el quintil más pobre 34,1% de los varones y 60,8% de las mujeres se dedican a los cuidados, en el quintil de mayores ingresos no existe brecha por género (22,1% de los varones y 21,3% de las mujeres cuidan).

Otro dato que aparece es que 16,1% de las y los jóvenes dejaron de trabajar o estudiar para dedicarse a los cuidados, ya sea de manera remunerada o no remunerada. En este punto, la diferencia según el género también es importante: de acuerdo con el informe, casi una de cada cuatro mujeres (cerca del 25%) dejó de estudiar o de trabajar para cuidar, mientras que esto sólo sucedió en 5% de los varones.

En el apartado sobre las opiniones de la juventud acerca de los roles de género, aparece que 17,1% de las personas jóvenes está de acuerdo con la afirmación de que la crianza de hijas e hijos debe ser “tarea primordial de las mujeres”. Esto representa un avance respecto de la edición anterior de la encuesta, realizada en 2013, en la que 31,9% estaba a favor de delegar la crianza a las mujeres. También se registra un leve avance en este sentido en las respuestas frente a la pregunta de “si las mujeres deberían compartir las tareas del hogar con los varones”: 95,6% de las y los jóvenes están de acuerdo. Hace siete años, ese porcentaje era de 92,7%. Por último, ante la pregunta de “si las mujeres deberían elegir carreras que no interfieran con un futuro proyecto de familia”, se observó que 24,6% de las y los jóvenes está de acuerdo (frente a 30% en 2013).

Es la segunda vez que esta encuesta –que se llevó a cabo entre octubre de 2018 y mayo de 2019, en un esfuerzo conjunto del Instituto Nacional de la Juventud, el Instituto Nacional de Estadística y el Fondo de Población de la Organización de las Naciones Unidas– incorpora un módulo dedicado a las tareas de cuidado. El informe aclara que “cuidar” incluye actividades como brindar apoyo en las actividades de la vida diaria, como comer o bañarse, y acompañar a las personas dependientes a los lugares de estudio, los servicios de rehabilitación o los centros de salud.