El Día Internacional de la Mujer es cada vez más un día de lucha, reivindicación y encuentro, y ya no de bombones, postales y flores. La resignificación de la fecha tiene que ver con la fuerza que han ganado en los últimos cinco años los feminismos en América Latina y el mundo, pero es sobre todo una cuestión de realidad: las mujeres somos las que cargamos todos los días y de manera sistemática con el peso de la desigualdad. Eso incluye las violencias que vivimos en todos los ámbitos y el hecho de que nos maten a diario por el sólo hecho de ser mujeres.

En este marco, la celebración del 8 de marzo es –desde hace al menos tres años– una de las movilizaciones más multitudinarias de Uruguay. Este año se celebrará además en un contexto político particular: será la primera gran movilización en el marco del gobierno del presidente Luis Lacalle Pou, que asumió hace apenas tres días, y cuando todavía no se han definido los nombres de algunas autoridades nacionales. Tampoco se sabe aún cómo quedará definida la ley de urgente consideración (LUC) a pocos días de que ingrese al Parlamento, aunque algunos puntos referidos a la seguridad, la educación y la libertad de expresión han sido motivo de preocupación para distintas organizaciones sociales. El 8M será también una advertencia de los feminismos ante algunas declaraciones de representantes del nuevo gobierno que ponen en riesgo leyes aprobadas durante los últimos 15 años.

Desde hace semanas, organizaciones y colectivos feministas de todos los departamentos del país se preparan en asambleas, reuniones, talleres y otras actividades para manifestarse este domingo. En Montevideo, la convocatoria a marchar este domingo es colectiva; es un llamado de distintas agrupaciones a caminar juntas. Cada una con sus dinámicas, consignas y hasta demandas. Pero juntas. La idea es concentrarse en la plaza Libertad a partir de las 17.00 para marchar hasta la explanada de la Universidad de la República (Udelar). Una vez allí, las organizaciones leerán sus respectivas proclamas.

La Intersocial Feminista, que aglutina a cerca de 30 colectivos, eligió este año manifestarse bajo la consigna “Más feminismo, mejor democracia”. La frase va dirigida hacia “todas las mujeres, todas las instituciones y toda la población uruguaya”, explicó Ana Algaré, unas de las voceras de la plataforma, a la diaria. “Queremos demostrar que el feminismo hace a una mejor democracia en el país y en casa”, agregó. Además de la marcha, que convocan a partir de las 18.00, los colectivos llaman a un paro nacional de mujeres de 24 horas el mismo domingo, una iniciativa que no fue decretada aún por el PIT-CNT, aseguró Algaré, pero que sí será “acompañada” por la central sindical. La previa de la marcha de la Intersocial Feminista va a ser el sábado, de 17.00 a 23.00, en la inauguración del Espacio Feminista Las Pioneras, donde las militantes estarán pintando las pancartas.

“En tiempos de rebeldía, despatriarcalizamos la vida” es la consigna elegida esta vez por la Coordinadora de Feminismos, que llama a concentrarse a partir de las 17.00 en el mismo punto de partida. Las integrantes convocan a manifestarse para hacerle frente a “la avanzada fascista, patriarcal, misógina, racista y capitalista que se expande en nuestro continente, orquestada desde las alianzas militar, financiera y fundamentalista, que redoblan las jerarquías y las violencias”, según dice la proclama que leerán en la Udelar, difundida estos días en las redes sociales. “Frente a su contraofensiva”, agregan, “su jerarquización y su violencia cisheteropatriarcal, clasista, colonial y racista, seguimos alerta y en las calles”. Desde comienzo de año, la Coordinadora de Feminismos ha convocado a plenarias abiertas para pensar juntas en el 8M y a jornadas de creación colectiva para armar carteles y pintar pancartas.

El conjunto de colectivos feministas también llama a una “huelga feminista” este 8M, para protestar frente al desempleo, la tercerización y la precarización que “bajo la complicidad del mercado y el Estado” recaen y se profundizan en las mujeres. “Paremos, dejemos de producir, consumir y obedecer”, convocan las militantes en uno de los afiches de difusión que circulan en redes sociales; “queremos tiempo para cuidarnos entre nosotras y nosotres, para hermanarnos y echar andar nuestros deseos”.

Algunos reclamos persisten, otros se renuevan

Las demandas de la Internacional Feminista de cara al 8M serán las mismas del año pasado, aseguró Algaré: no retroceder en las leyes aprobadas “que reconocen una nueva generación de derechos humanos”, más recursos para la Ley de Violencia hacia las Mujeres Basada en Género, y promover una ley de paridad de género para todos los cargos políticos.

“En este momento, de 171 candidaturas a las intendencias, sólo 27 son de mujeres, por decir un ejemplo. Seguimos con ciertas trabas, necesitamos que la paridad sea real”, dijo en este sentido la portavoz. El reclamo toma especial relevancia si se mira la composición del gabinete que acaba de asumir, en el que sólo dos de los 13 ministros son mujeres (Azucena Arbeleche como titular de Economía y Finanzas e Irene Moreira a cargo de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente), además de la vicepresidenta, Beatriz Argimón. La poca representación política de las mujeres ya había quedado evidente (otra vez) en octubre, cuando después de la primera ronda electoral quedó definido un Parlamento en que la presencia femenina no alcanza 21%.

La vocera de la Intersocial Feminista aclaró que los reclamos no se basarán en los artículos de la LUC “porque los equipos no la han terminado de estudiar, así que no hay todavía un balance como para poder trabajar en eso”. De todas formas, Algaré recordó que ni Lacalle Pou ni Argimón firmaron el año pasado el “Compromiso 8M” que enviaron a todos los precandidatos presidenciales para que se comprometieran a adoptar medidas contra la desigualdad de género. “Esas demandas siguen estando vigentes”, afirmó la militante, especialmente la de “no retroceder en las leyes aprobadas”. En este punto, Algaré dijo que preocupaban, por ejemplo, las declaraciones del actual ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, acerca de “revisar” el cumplimiento de algunos procedimientos que establece la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

“Nosotras sabemos que todas estas leyes sin presupuestos o con trancas dentro de los entes realmente pueden generar un retroceso, entonces estamos preocupadas”, dijo Algaré, y agregó: “Algunas declaraciones públicas que han hecho actualmente ministros nos asustan y nos incomodan, también en cuestiones como la ley de identidad de género o el matrimonio igualitario. Aunque [desde el nuevo gobierno] ya hayan dicho que no van a tocar la agenda, seguimos insistiendo en lo mismo: no retroceder en las leyes aprobadas y en lo que es la nueva generación de derechos humanos”.

Las reivindicaciones de la Coordinadora de Feminismos tienen que ver con “despatriarcalizar todos los aspectos de la vida”, como dice la consigna que las guiará el domingo: las formas de maternar y cuidar, la Justicia, las fronteras, la sexualidad, el arte y la cultura, la educación, los contextos de encierro, los territorios. Reivindican, por el contrario, una Justicia feminista, una educación no sexista, una “creatividad incendiaria que hace temblar al patriarcado” y el derecho a vivir la sexualidad, el goce y el deseo sin ningún tipo de miramientos.

La proclama denuncia además la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres que caen “en manos de las redes de trata y explotación sexual”. Y recuerda que –contra “todo discurso odiante, biologicista, capacitista, moralista, fundamentalista y excluyente– “sin travas, trans, travestis, transexuales, lesbianas, tortas, bisexuales, personas no binarias y cuerpos feminizados no hay huelga”. La Coordinadora de Feminismos también se reivindica antirracista y migrante, al tiempo que denuncia “las múltiples discriminaciones y violencias” que viven las poblaciones afro y migrante todos los días. “Mantengamos abierto nuestro tiempo de rebeldía”, concluye la declaración. “¡Feminismos en las calles, las casas, las camas y en todas partes!”.

Batea percutiva: la protesta del bloque antirracista

Ensayo del bloque antiracista para la marcha del 8M, este martes, en la Casa de la Cultura Afrouruguaya.

Ensayo del bloque antiracista para la marcha del 8M, este martes, en la Casa de la Cultura Afrouruguaya.

Foto: Mariana Greif

Entre los distintos grupos que convocan a concentrarse por separado para después unirse a la marcha está el Bloque Antirracista 8M, un grupo de mujeres y disidencias afro que, por primera vez, se manifestará con una “batea percutiva”. La idea surgió como iniciativa de algunas activistas afro que se juntaron para pensar en una intervención distinta que “marcara presencia” en la movilización de este año. “Se acordaron de una compañera afrobrasileña que vino a marchar el año pasado con nosotras y contó que allá tienen mucha tradición de armar ruido, hacer música e ir danzando y cantando durante las marchas”, relató Fernanda Olivar, integrante del bloque, a la diaria. Así nació la idea de la batucada, que recibió el respaldo de la Coordinadora de Feminismos.

“La batea percutiva consiste en hacer ruido, básicamente”, explicó Olivar, y contó que todas las personas que quieran se pueden sumar a la movida porque tocan el maracatú, un ritmo afrobrasileño que es “repetitivo” y “muy básico”. “¿Por qué elegimos esta forma de manifestación? Porque la idea es que podamos de alguna forma honrar y celebrar la vida y las alianzas. Nos parecía que necesitábamos poner un poco más de música y de color a las cuestiones que nos convocaran, además de las otras formas de expresión múltiples con las que siempre nos podemos encontrar en las manifestaciones. No siempre se puede celebrar, pero siempre hay algún motivo que nos une”, dijo la militante. Para participar sólo es necesario tener ganas y poder estar en al menos un ensayo. El domingo, el bloque antirracista convoca a reunirse en la plaza Libertad a partir de las 14.30 para los últimos ensayos.

¿Qué reclaman las mujeres y las disidencias afro en particular? Olivar respondió: “Reclamamos que se visibilice y se reconozca el racismo estructural que vivimos día a día, cotidianamente y en todos los espacios, que no es solamente social, sino que también está muy presente a nivel institucional. Reclamamos la posibilidad de una plena inserción social de nuestro colectivo, en lo que tiene que ver con la participación y la incidencia política. Queremos manifestarnos en contra del machismo y el racismo y todos los ismos, porque van todos de la mano y nosotras, como mujeres afro, entendemos que sin capitalismo, por ejemplo, no hubiese existido el racismo. El racismo es un producto de la ideología capitalista”.

El bloque está formado por mujeres que participan en otros colectivos afro, algunas independientes y otras que se suman a un espacio de estas características por primera vez. “Pudimos proyectar que el 8M fuera una excusa para formar el bloque antirracista y mantenerlo para hacer futuras intervenciones, en principio a lo largo del año”, dijo Olivar. “Si se fortalece y crece, mejor”.