A partir del informe Brechas de género en los ingresos laborales en Uruguay, presentado este mes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y ONU Mujeres, la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, bajó al pleno del Senado para poner sobre la mesa una reivindicación feminista: “La penalización por maternidad”. Según el informe, se evidencia que las mujeres experimentan una reducción de su salario después de tener hijas o hijos.

Durante el primer año después del comienzo de la maternidad, las mujeres experimentan una reducción de 19% del salario comparado con otras mujeres de similares características que no tuvieron hijas o hijos. Luego de diez años de tener la primera hija o hijo, la reducción salarial llega a ser de 42%. Parte de esa reducción se explica porque las mujeres trabajan 60% menos a partir de que tienen hijas o hijos. También la reducción de 25% del salario por hora explica este fenómeno.

A su vez, la evidencia internacional demuestra que se visualiza un impacto salarial para las mujeres pero no hay modificaciones en los ingresos de los varones que deciden ser padres.

Argimón hizo uso de la palabra en la sesión de este martes, justamente, para plantear su preocupación sobre la “penalización por maternidad”. Señaló también que esta situación es diferente, como en casi todas las cosas, dependiendo de los recursos económicos de cada mujer. “No siempre temas que consideramos de interés para la sociedad constituyen prioridad a la hora del traslado público de temas centrales para el sistema político, y mucho menos tienen su reflejo en los medios de difusión”, expresó al comenzar su exposición.

Por eso calificó de “significativo” que en la sesión del Senado se traten estos temas. Y agregó que “no se puede pasar por alto”. “Es la primera vez que en Uruguay está planteado seriamente, y por eso me parece importante reflejar esto en el Senado”, señaló.

“A nadie escapa que los demógrafos nos han advertido sobre los bajos índices de maternidad en Uruguay”, dijo. En la sociedad uruguaya, cada vez más mujeres jóvenes que quieren ser madres deben postergar su maternidad porque consideran que obstaculiza su desarrollo profesional y económico.

Esta situación afecta principalmente a las mujeres jóvenes, que postergan “su deseo de ser madres conscientes de que afectará su desarrollo profesional y económico”. “¿No será hora de considerar la situación de las jóvenes mujeres que para ejercer el derecho de desarrollarse económicamente ven en la maternidad querida y sentida un obstáculo, un castigo?”, se preguntó Argimón. Destacó que esta realidad “llega a tal punto que incluso escuchamos cómo ‘las que pueden hacerlo’ llevan adelante el procedimiento de congelamiento de óvulos”.

Explicó que los indicadores educativos demuestran que “la población femenina tiene el ‘freno de la maternidad’, por más querida que esta sea por las mujeres jóvenes”, y que la presencia de hijos puede explicar en parte las brechas salariales porque afecta diferente a varones y mujeres”.

Considera que las mujeres no deberían tener que debatir entre “ser madres si así lo quieren o poder ser profesionales para desarrollarse, como corresponde, económica y profesionalmente”. “Esto no debe pasar, y mucho menos en un país que precisa de la fuerza productiva de todos sus integrantes”, agregó.

Enfatizó en las diferencias de clase, graficando la desigualdad entre aquellas mujeres que “pueden congelar sus óvulos para más adelante” y las que son madres muy jóvenes y eso “las pone en un lugar de dificultad para alcanzar esa independencia económica anhelada, [que] tiene que ver también con la libertad”.

Dijo que “reconocer la penalización por maternidad en el país es una necesidad”. “Sin lugar a dudas, debemos tener los mismos derechos y oportunidades, y la sociedad en su conjunto debe tener esa señal”. Por eso, afirmó: “Desde lo público tenemos que ver la señal que las jóvenes generaciones no están enviando; no podemos seguir mirando para el costado”. En este sentido, expresó que “hay que dar respuestas integrales acordes a los nuevos tiempos. Y que hay que tener en cuenta, sin lugar a dudas, que los cuidados siguen estando mayoritariamente a cargo de las mujeres”.

Para cerrar, destacó que “hablar de las inequidades del siglo XXI es uno de los temas que en estas tribunas es necesario considerar”. Porque, según destacó, “cuando están en estas tribunas empiezan a formar parte de la agenda política del país, y vaya si de eso sabemos las mujeres políticas”, concluyó.