Un día antes de asumir como presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunció la nominación de Rachel Levine como su subsecretaria de Salud. De ser confirmada por el Senado, la pediatra de 64 años y actual secretaria de Salud de Pensilvania se convertirá en la primera persona trans en ocupar un alto cargo federal en Estados Unidos.

“La doctora Rachel Levine aportará el liderazgo estable y la experiencia esencial que necesitamos para ayudar a las personas a superar esta pandemia ‒sin importar su origen, raza, religión, orientación sexual, identidad de género o discapacidad‒ y satisfacer las necesidades de salud pública de nuestro país en este momento de situación crítica y más allá”, aseguró Biden en un comunicado. “Ella es una opción histórica y profundamente calificada para ayudar a liderar los esfuerzos de salud de nuestra administración”, agregó.

Levine, egresada de la Universidad de Harvard y de la Escuela de Medicina de Tulane, trabajó durante más de dos décadas en el hospital universitario de Pensilvania, donde fundó y dirigió una clínica para atender a adolescentes con desórdenes alimenticios.

En 2015, empezó su carrera al servicio de la salud pública cuando fue nombrada por el gobernador demócrata Tom Wolf como Médico General de Pensilvania ‒uno de los principales cargos a los que pueden aspirar las y los profesionales de la salud‒ y tuvo la aprobación unánime del Senado estatal, que en ese entonces estaba controlado por el Partido Republicano. Desde ese rol, firmó una emblemática ley que habilitaba a los funcionarios policiales a tener en su equipo naloxona, un medicamento para revertir los efectos de los opiáceos, en un momento en que el país enfrentaba una crisis por el abuso de estas sustancias. Un año después, aseguró que esa medida salvó la vida de casi 1.000 personas que habían tenido una sobredosis de opiáceos en Pensilvania, según consignó el diario The Washington Post.

En 2017, Wolf volvió a apostar por su trabajo al elegirla como secretaria de Salud de Pensilvania, cargo para el que otra vez logró la confirmación unánime de la cámara alta estatal. El foco de su gestión estuvo puesto en el combate a la crisis de los opiáceos –firmó una orden para permitir la venta de naloxona sin prescripción en las farmacias, por ejemplo– pero también se especializó en cuestiones como desórdenes alimenticios, marihuana medicinal y atención a la salud de la población LGBTI.

Durante el último año, Levine lideró la respuesta de Pensilvania a la pandemia, un trabajo que le valió el reconocimiento a nivel local y nacional. En contrapartida, también generó que tuviera que enfrentarse a distintos episodios de bullying y ataques transfóbicos en las redes sociales. “Estas personas pueden pensar que sólo están expresando su desagrado conmigo pero, de hecho, están lastimando a las miles de personas LGBTI de Pensilvania que sufren hoy directamente estas manifestaciones de acoso”, llegó a referirse en una conferencia.

“Desde que comencé el servicio público en 2015 me he centrado en la construcción de una Pensilvania saludable para todas y todos, y estoy orgullosa del trabajo que hemos realizado en el Departamento de Salud durante mi mandato”, aseguró Levine tras el anuncio de Biden en un comunicado en que resaltó los esfuerzos para “abordar la epidemia de opiáceos”, “combatir enfermedades como el VIH y la hepatitis C”, “crear conciencia” sobre las dificultades de la población LGBTI en el acceso a la salud y “salvar vidas frente a la pandemia global de covid-19”. “Espero la oportunidad de continuar sirviendo a quienes viven en Pensilvania y a todos los estadounidenses como parte de la administración Biden, si tengo la suerte de ser confirmada para este puesto”, agregó.

La decisión del presidente de nombrarla en el cargo fue aplaudida por referentes de la comunidad LGBTI. “La nominación de Levine es innovadora y muestra que la administración de Biden elegirá a las personas más calificadas para liderar nuestra nación, independientemente de su orientación sexual o identidad de género”, dijo Annise Parker, presidenta de la organización LGBTQ Victory Fund, que apoya las candidaturas de disidencias en Estados Unidos. “Está haciendo historia y transformará la percepción que tienen los estadounidenses de las personas trans cuando asuma el cargo y comience a trabajar en su nombre”, aseguró.

Además de secretaria de Salud de Pensilvania, Levine es profesora de pediatría y psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad Penn State, y forma parte de la organización de defensa de los derechos de la diversidad Equality Pennsylvania.

Si obtiene la confirmación del Senado, asumirá uno de los puestos más importantes del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, que quedará bajo la conducción de Xavier Becerra, el primer latino en el cargo.

La elección de Levine ratifica la voluntad que manifestaron Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, de trabajar con un equipo más diverso. Las elecciones de noviembre ya habían confirmado el avance de mujeres, personas LGBTI y afro en el Congreso, legislaturas locales y alcaldías. La victoria de Harris, la primera mujer, afro y de origen asiático en asumir la vicepresidencia de Estados Unidos, marcó apenas un primer hito en ese sentido.