El Laboratorio de Innovación y Observatorio de la Función Pública de la Oficina Nacional del Servicio Civil (ONSC) elaboró un informe, que divulgó este jueves Búsqueda, al que denominó “Brechas”, en el que expone las desigualdades de género en el acceso a espacios de toma de decisión en la administración pública en 2020.

A partir de un análisis de la distribución de género y niveles jerárquicos, el estudio se focalizó en analizar las brechas de género en los cargos y roles de conducción en los organismos del Estado. El informe reconoce los esfuerzos para desarrollar herramientas que fortalezcan la equidad de género para reducir esta brecha, a la vez que asume que “es necesario un mayor esfuerzo para cumplir con los objetivos asumidos”.

Las conclusiones son esperables: a mayor nivel de jerarquía, menor presencia de mujeres; esta realidad se presenta en todos los organismos del Estado. 78% de los cargos políticos y de particular confianza son ocupados por varones, sólo 22% de estos cargos son ocupados por mujeres, y a menor responsabilidad, distribución más equitativa: 55% de espacios ocupados por varones y 45% por mujeres.

La brecha se incrementó en comparación con 2017, cuando 68% de los cargos más altos eran ocupados por varones. Esta brecha aumentó en todos los niveles, reduciéndose el número de las mujeres en todos los cargos de los distintos niveles jerárquicos.

100% de los cargos de conducción más altos en el Ministerio de Turismo están ocupados por varones. Dicho organismo es seguido por el Ministerio del Interior, con 94% de cargos ocupados por varones. En el Ministerio de Transporte y Obras Públicas son 92%, en Presidencia de la República alcanzan a 91%, mientras que en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y en Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca 82% de los varones ocupan los cargos más altos.

Más de 70% de los cargos de particular confianza son ocupados por varones. Además de los cargos políticos y de particular confianza, los escalafones más masculinizados del sistema son: fiscalización, oficios, servicios auxiliares y policía.

El trabajo de las mujeres se concentra en las actividades asociadas a su género, según los estereotipos. Se concentran en la salud, la enseñanza y lo social, también en los escalafones administrativos y de docencia. Ocupan los escalafones más bajos de la función pública y también los incisos más bajos a nivel de jerarquía institucional.

En ningún escalafón de la administración las mujeres superan el 70%. Por otra parte, se destaca que han avanzado en adquirir mayores niveles de formación terciaria y capacitación y por eso se ve un aumento de las mujeres en escalafones profesionales y técnicos. En los escalafones administrativos llegan a representar a 65% del funcionariado y en lo profesional universitario y técnico profesional alcanzan el 58% de la representación.

Para el informe se relevaron 4.110 funciones de conducción. Los niveles jerárquicos se agruparon en dos. Los de mayor jerarquía, que se asocian a cargos políticos y de mayor confianza, van del 0 al 3; los de menor jerarquía, como los jefes de unidad, van del 4 al 8.

Entre los niveles 1 y 4, que incluyen a una serie de funciones entre la secretaría de Presidencia hasta los gerentes de área, los varones duplican la chance de ocupar estos cargos. En el nivel 3, asociado a directores nacionales y embajadores, la chance de acceder a estos cargos se triplican. En el único nivel en que los varones no son mayoría es en el 6, que corresponde a “jefes de departamento”.