El exsenador mexicano Félix Salgado se registró el lunes como candidato a gobernador del estado de Guerrero por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de cara a las elecciones previstas para el próximo 6 de junio. El partido oficialista había avalado su candidatura el 31 de enero, una decisión que desató el repudio de organizaciones feministas que recordaron que el político enfrenta acusaciones de abuso sexual y violación.

Ese mismo día, las organizaciones –lideradas por la Colectiva Nacional Feminista “Ni un agresor en el poder”– convocaron a protestar en las redes sociales con el hashtag #UnVioladorNoSeráGobernador. La consigna también encabezó intervenciones callejeras para exigir a Morena que rechace la candidatura y, a la vez, mostrar solidaridad con las mujeres que denunciaron los casos de violencia sexual.

Hay tres denuncias formales contra el dirigente. Una mujer denunció a fines del año pasado ante la Fiscalía General haber sido violada por Salgado en 1998, cuando ella tenía 17 años, después de una reunión en su casa en Acapulco. También fue denunciado por una exfuncionaria del Ayuntamiento de Acapulco, que lo acusa de acoso sexual, abuso de autoridad, intimidación y falsa acusación por hechos ocurridos en 2007, cuando Salgado era alcalde de ese municipio. Otra de las denuncias fue presentada por una periodista del diario La Jornada de Guerrero que trabajó allí cuando el militante de Morena era director. La mujer asegura en la denuncia que en mayo de 2016 Salgado la drogó y violó en repetidas ocasiones, y luego la amenazó con enviarle al esposo fotos íntimas que le había tomado, en caso de que ella contara lo sucedido.

A mediados de enero, cuando era inminente la posibilidad de que Salgado fuera confirmado como candidato, se conocieron otras dos acusaciones públicas contra el político. Una es la de la escritora Marxitania Ortega, hija del ex gobernador interino de Guerrero Rogelio Ortega, que en una publicación de Facebook aseguró que Salgado la acosó sexualmente en 2014, durante la presentación de uno de sus libros. “Por supuesto que me dan razones para no dudar en las mujeres que lo acusan de violación”, escribió Ortega. El segundo caso es el de una militante de Morena, que declaró al diario madrileño El País que el exsenador abusó sexualmente de ella durante la campaña electoral de 2018.

El lunes, unas horas antes de que Salgado registrara su candidatura, una veintena de integrantes de la Colectiva Nacional Feminista realizó la performance “Un violador en tu camino” en las afueras del Palacio Nacional, la sede del Poder Ejecutivo mexicano. “Un violador no será gobernador” y “Ni un agresor en el poder” fueron las consignas repetidas. Puertas adentro, el presidente Andrés Manuel López Obrador brindaba una conferencia de prensa.

El mandatario se refirió una sola vez al tema, el 8 de enero, en declaraciones a la prensa en las que atribuyó las denuncias al contexto de campaña electoral. “Que la autoridad competente resuelva y que se apeguen a la Justicia”, dijo; “yo lo único que puedo comentar es que cuando hay elecciones o cuando hay competencia, de una o de otra manera, si hay un candidato fuerte, los eliminan”.

A la interna de Morena, sin embargo, la decisión de respaldar la postulación no es unánime. En una carta divulgada el lunes, “mujeres militantes y simpatizantes” del partido manifestaron “indignación” y “desconcierto” por la noticia de que Salgado ya había quedado registrado como candidato a gobernador de Guerrero. Las mujeres exigieron a la dirigencia nacional que tome “una postura clara” sobre la situación y se posicione “del lado de la historia, de las víctimas, de las mujeres y de la justicia para no permitir que un personaje con múltiples acusaciones de violencias sea candidato de Morena a ningún puesto de elección popular”.

La semana pasada, 150 académicos, activistas y artistas varones de México difundieron una carta en la que también exigieron a Morena que retire la candidatura de Salgado, porque “un hombre que ha sido acusado de violación y abuso sexual no puede contender por un puesto de elección popular”. “Nos pronunciamos por romper el pacto de silencio y complicidad entre hombres”, aseguran los firmantes, y agregan: “No a las candidaturas y servidores públicos violentos”.