Las trabajadoras del Ayuntamiento de Girona, ciudad de Cataluña, tendrán derecho a ausentarse del trabajo si sienten molestias, dolores o cualquier otro malestar asociado a la menstruación. La medida fue aprobada de forma unánime por la Mesa General de Negociación del ayuntamiento, integrada por representantes de la entidad municipal y de los sindicatos. Podrá entrar en vigencia una vez que sea ratificada por las autoridades municipales en junio, algo que se espera que suceda ya que todos los grupos políticos manifestaron su respaldo. El cambio se incluirá en el convenio laboral.

La iniciativa fue presentada por la organización Intersindical-Confederación Sindical Catalana (CSC), el sindicato mayoritario de la mesa, con el argumento de que algunas empleadas utilizan días de licencia ante la dificultad o imposibilidad de trabajar mientras menstrúan. Lo que se resolvió, en concreto, es un permiso de flexibilización que establece que las trabajadoras que lo necesiten pueden tomarse hasta ocho horas al mes durante la menstruación. Tienen la opción de tomarlas durante una jornada entera o dividirlas en distintos días. Tendrán un máximo de tres meses para recuperar esas horas no trabajadas. Para pedir el permiso no será necesario presentar un certificado médico.

“La medida pretende conciliar el derecho a la salud con el bienestar y el derecho al trabajo”, dijo luego de la aprobación la concejala de Hacienda y Régimen Interior del Ayuntamiento de Girona, Maria Àngels Planas, al diario La Vanguardia.

En un comunicado, la Intersindical-CSC asegura que no se pretende “tapar enfermedades relacionadas con la menstruación como la dismenorrea o la endometriosis”. La idea es visibilizar, naturalizar y desestigmatizar las molestias durante el período. “La regla no debe ser dolorosa, pero puede causar puntualmente molestias, y es en referencia a estas molestias en lo que se centra este permiso, que nos puede llevar a necesitar de unas horas en momentos concretos”, señala el texto. El sindicato adelantó que su objetivo es impulsar este permiso de flexibilización menstrual a los diferentes lugares de trabajo de Cataluña.

La medida es pionera en Cataluña, en España y también en Europa. En este continente, el debate estuvo arriba de la mesa cuando Italia presentó en 2016 un proyecto de ley que obligaba a los empleadores a garantizar tres días de licencia paga cada mes a las empleadas que sufrieran dolores menstruales. Pero no prosperó.

Hasta el momento, la licencia menstrual existe sólo en algunos países de Asia. Japón fue el primero en implementar un permiso de este tipo en 1947 y le siguió Indonesia al año siguiente. En Corea del Sur, las trabajadoras tienen derecho a un día de descanso por molestias menstruales desde 2001 y lo mismo pasa en Taiwán desde 2014. Algunas provincias de China se han sumado en 2016. Pese a tener la legislación, en algunos casos no es tan fácil pedir la licencia: en países como Indonesia o China, por ejemplo, las mujeres prefieren evitarlo para no tener que ser sometidas a los exámenes médicos previos que son requeridos.