Andrea Panini tiene 43 años. Es argentina y vive en Uruguay hace siete años. Tiene una orden de restricción con su expareja, con quien tiene un hijo de 11 años, por violencia de género y está dentro del programa de tobilleras electrónicas.

Cuando una pareja ingresa al programa de tobilleras electrónicas, al agresor se le da una tobillera y un rastreador, y a la víctima sólo el rastreador, que se parece a un teléfono celular. Según informó el Ministerio del Interior (MI), la mujer “dejó el dispositivo en su casa” y desde el jueves no se sabe de ella. Ese día, dejó a su hijo en la casa de una amiga y le dijo que volvería a las 15.00.

La vieron por última vez en Remanso de Neptunia, Canelones. Se dirigía al juzgado de Atlántida “por algo relacionado a su caso de violencia de género contra su ex”, cuentan familiares y amistades que la buscan. Según informó Subrayado, dos días antes presentó en el juzgado de Atlántida documentación para poder salir del país con su hijo.

Su foto y su búsqueda se viralizaron en redes sociales. Quienes la buscan aseguran que llevaba un pantalón blanco y un buzo negro cuando dejaron de verla. Su bicicleta estaba atada en el peaje de Pando.

La denuncia se radicó en la medianoche del jueves en la seccional policial de Salinas. Desde el viernes, su familia, amistades, vecinas y vecinos se organizaron en cuadrillas de trabajo para buscarla en la costa, arroyos, campos y descampados.

En un comunicado que emitieron dicen que “no han recibido apoyo estatal”. Plantean que la información que les aportaron es “escasa, confusa e insuficiente”. Denuncian que a la Policía “le llegó sólo uno de los dos teléfonos celulares que retiraron de su casa el viernes”.

“No estamos viendo en el territorio movimientos u operativos de rastrillaje (ni motos, ni perros, ni prefectura en el área costera)”, señalan. Plantean que “no quieren entorpecer la búsqueda y exigen que la Policía “cumpla con las órdenes dadas por la fiscal” a cargo del caso, Mirna Busich.

Sin embargo, según Subrayado, policías de la Jefatura de Policía de Canelones, de Interpol y personal de la Armada Nacional se sumaron a rastrillajes que se llevan adelante en Neptunia, Pinar Sur y Balneario Argentino. El MI también confirmó a la diaria que se trabaja para encontrarla.

Según el MI, la expareja “no se movió de donde debería estar”, es decir, su casa, en Rocha. Fuentes de la cartera consultadas acerca de la posibilidad de hacer un allanamiento en la vivienda dijeron a la diaria que “inspeccionaron”, pero no allanaron.

Este lunes a las 16.00 hay una concentración frente a la Fiscalía de Atlántida para promover la búsqueda.