En el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal y Seguro, decenas de mujeres recrearon en las inmediaciones del Palacio Legislativo escenas de El cuento de la criada (1985), la novela distópica de la escritora Margaret Atwood, en respuesta a una convocatoria de Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) y el colectivo Gozarte. Es la segunda vez que las organizaciones realizan esta intervención un 28 de setiembre, aunque la performance de las “criadas” ya es una característica en las movilizaciones de las que participaron en el último año.

La novela de Atwood plantea la creación de la República de Gilead, un país donde la sociedad está dominada por varones y las mujeres pierden todos sus derechos y autonomía. En un contexto donde la natalidad se desplomó por contaminación ambiental y enfermedades, las mujeres fértiles –denominadas “criadas”–, son reclutadas y obligadas a parir para las clases poderosas.

En diálogo con la diaria, la directora de MYSU, Lilián Abracinskas, señaló que la recreación de ese escenario ficticio se ha convertido “en una imagen de resistencia” en la lucha por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, pero también en otras contiendas sociales en las que han participado las “criadas”. Por ejemplo, en las movilizaciones a favor del referéndum para derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración.

Foto del artículo '“Feministas en lucha y resistencia”: nueva manifestación de MYSU y Gozarte en defensa de los derechos sexuales y reproductivos'

Foto: Pablo La Rosa, adhocFOTOS

Con capas rojas que cubrían todo su cuerpo, los rostros escondidos bajo gorros blancos y la mirada hacia el suelo, las “criadas” caminaron en pares hacia la Plaza 1° de Mayo. Bajaron las escaleras y se desplazaron lentamente hacia una de las esquinas para colocarse en dos líneas en forma de ángulo recto.

Se mantuvieron en esa posición durante unos segundos, en silencio, con la mirada hacia el frente y la expresión seria. De a una fueron rompiendo la formación para encontrarse en el centro de la plaza y tomarse las manos, como si estuvieran protegiéndose unas a otras.

Abracinskas señaló que la movilización de este año tuvo por objetivo reafirmar sus reclamos anteriores y señaló que la falta de respuesta a sus demandas tuvo “consecuencias graves”. “Falleció una adolescente por aborto y diez mujeres en proceso de embarazo por covid-19”, señaló.

Asimismo, la directora dijo que en “18 meses de gobierno”, y pese a solicitudes de reunión realizadas al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, las integrantes de la organización no fueron recibidas “por nadie”. El “único mensaje” que obtuvieron del Ministerio de Salud Pública (MSP) fue que “Salinas convocó a un grupo de trabajo parlamentario para llevar adelante un programa que fomente la natalidad”.

“Las políticas de fomento de natalidad han significado, en el mundo, vulneración de los derechos de las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad”, expresó Abracinskas, y comentó que, además, ese grupo de trabajo está integrado por “un pastor evangélico que ha estado históricamente opuesto a todo lo que tiene que ver con derechos sexuales y reproductivos” y “el resto son personas opositoras a esta agenda” de derechos sexuales y reproductivos.

Para la última escena de la intervención, las “criadas” se soltaron las manos y formaron tres filas de siete. En línea, avanzaron hacia las escaleras mientras repetían: “Son tus derechos, hacelos valer”. Subieron los escalones, se quitaron los gorros blancos y, con la vista hacia el Palacio Legislativo, cada grupo levantó una pancarta roja con diferentes consignas escritas en blanco: “No pasarán sobre nuestros derechos”, “Son tus derechos, hacelos valer” y “Feministas en lucha y resistencia”. Cada grupo leyó las frases en voz alta.

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Foto: Pablo La Rosa, adhocFOTOS

Al final de la performance, las “criadas” se dividieron en pares para recorrer las inmediaciones de la plaza y entregar folletos con algunos reclamos. A diferencia de otras intervenciones, en este caso no se entregó ningún documento a las autoridades.

En el texto difundido, las organizaciones feministas exigen “el respeto al orgullo de ser y las garantías para el derecho a decidir, porque Uruguay no será la República del Cuento de la Criada”, y agregan: “Basta de políticas y acciones que pretenden controlar la capacidad reproductiva y restringir la libertad sobre nuestros cuerpos”.

MYSU y Gozarte plantean que, en este gobierno, “los derechos están en riesgo” y que las “mujeres y disidencias, niñes y adolescentes, la clase trabajadora y personas viviendo en situación de mayor vulnerabilidad” son quienes pagan “las peores consecuencias de las políticas de ajuste y reducción del gasto social”.

La directora de MYSU sostuvo que se “ha vuelto a poner sobre la mesa el cuestionamiento a las decisiones productivas de las mujeres, el fomento de la natalidad, el insistir para que den en adopción, violentado toda una serie de normas que la ley establece”.

“Lamentablemente no tenemos ningún tipo de fiscalización y respuesta”, aseguró. “Por lo tanto, Uruguay cada vez se parece más a la República de Gilead, y nosotras estaremos dispuestas a resistir para que eso no suceda”.

Aborto en cifras

El Observatorio Nacional en Género y Salud Sexual y Reproductiva de MYSU también publicó este martes, en ocasión del Día de Acción Global por el Aborto Gratuito y Seguro, el informe Aborto en cifras. Datos de Uruguay al 2021.

De acuerdo con el relevamiento de datos, que se basa en cifras del MSP, en 2020 se registraron 9.915 abortos legales, 295 menos que el año anterior, lo que representa un descenso de 2,9 %. Es el segundo año consecutivo en que las cifras de aborto se reducen.

Desde que se instalaron los servicios de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en 2013, se han hecho 75.117 abortos legales: 36.998 se realizaron en los servicios públicos (con un promedio de 4.625 abortos anuales) y 38.119 en el subsistema mutual (con un promedio anual de 4.765).

En el informe, MYSU cuestiona que el número de abortos en el sistema de salud pública se haya mantenido “estable en los últimos dos años”, a pesar de que durante la pandemia “más de 100.000” personas cambiaron su afiliación de salud para la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). El texto agrega que también se ha mantenido “la tendencia de predominancia de los servicios privados”.

“Estas cifras ponen en duda si están llegando todas las mujeres que así lo requieren a los servicios de aborto legal, siendo de alarma ya que los servicios podrían no estar atendiendo o, incluso expulsando del sistema, a muchas de las mujeres en situación de aborto y, en particular, a las que están en mayor vulnerabilidad socioeconómica”, apunta el documento.

Respecto de la distribución por tramo de edad, en 2020 hubo 47 IVE en menores de 15 años, con una importante disminución del pico de 94 casos registrado en 2015, pero con un aumento en comparación con 2019, cuando fueron 35 los abortos en niñas y adolescentes embarazadas. Entre las jóvenes de 15 a 19 años se realizaron 1.258 abortos legales y en mujeres de 20 años y más hubo 8.610.

Sobre la objeción de conciencia, MYSU pudo acceder a los datos recabados por el MSP en 2019, ya que los de 2020 no fueron sistematizados. De los 81 servicios sobre los que la cartera ha reportado, 25 no cuentan con datos sobre ginecólogos objetores (31% del total). De estos 25 servicios, 21 son de ASSE.

“Las cifras oficiales sobre objeción de conciencia son muy preocupantes, incluso siendo incompletas y desactualizadas. Cerca de 5% de los servicios de aborto tienen un 100% de objetores, es decir, las mujeres deben ser derivadas a otros centros para poder recibir el servicio. En 32% de ellos, o sea uno de cada tres, hay entre 50% y 99% de ginecólogos objetores. Sólo 63% de los servicios tiene menos de 50% de objetores de conciencia”, informa MYSU.

Los servicios que presentan 100% de los profesionales objetores de conciencia son los hospitales de ASSE en Cerro Largo (Melo), Colonia (Carmelo) y Soriano (Mercedes).