La Comisión de Género de Industria Integrada –un proyecto del Instituto Cuesta Duarte, del PIT-CNT, y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop)– presentó los resultados de la encuesta “Violencia y desigualdad de género en el trabajo”, que analiza las situaciones de violencia que afrontan las mujeres especialmente en el sector industrial, aunque también presenta datos de trabajadoras del resto de los sectores de actividad. El estudio, que profundiza en otras desigualdades de género que se tejen en el mundo del trabajo, fue realizado con el objetivo de “brindar herramientas para desarrollar capacidades en torno al nuevo modelo industrial y a las transformaciones en los procesos productivos”, según plantea el documento.

Tatiana Antúnez, responsable del área de género del proyecto Industria Integrada, sostuvo durante la presentación de la encuesta que el documento propone “insumos para las instancias de diálogo y negociación colectiva” que son “muy importantes” a la hora de “desarrollar estrategias y herramientas para abordar las problemáticas que hacen a la vida de las mujeres trabajadoras”.

La encuesta se realizó online sobre una muestra de 500 mujeres trabajadoras mayores de 18 años residentes en todo el país; 50% pertenecen al área industrial y 50% trabajan en otros rubros. Los datos fueron relevados en dos etapas, entre el 20 de noviembre de 2020 y el 25 de febrero de 2021.

Violencia generalizada

65% de las trabajadoras encuestadas afirmó haber sufrido de forma directa o indirecta algún tipo de violencia –acoso moral o psicológico, agresión verbal o física, acoso sexual, entre otros– en algún ámbito de su vida. La violencia psicológica se ubicó en el primer lugar entre las trabajadoras de la industria (en 37% de los casos, mientras que fue mencionada por 44% de las trabajadoras de otros sectores), seguida por el acoso verbal (35% y 46%, respectivamente) y el acoso sexual (4% y 22%).

Según los datos obtenidos, 14% de las trabajadoras industriales manifestó que las situaciones de violencia en su lugar de trabajo se registran “a diario” y 18% señaló que ocurren “varias veces a la semana”. En otros ámbitos laborales, las cifras ascienden a 24% y 21%, respectivamente. Sólo 16% de trabajadoras industriales y 21% de otras asalariadas consideran que “nunca” se presentan situaciones de violencia en sus lugares de trabajo.

El informe destaca que, si bien las mujeres de la industria tienen una menor prevalencia de la violencia, la situación no se aleja demasiado de la realidad del resto de los sectores, donde el acoso psicológico y la agresión verbal superan ampliamente el tercio de los casos. En el caso del acoso sexual, se observa que “no existe una situación tan grave como en el resto de los sectores de actividad”. El estudio plantea tres hipótesis que podrían explicarlo: la poca cantidad de mujeres que trabajan en la industria, “donde se desarrolla muchas veces un trabajo de línea de producción, menos propicio para la interacción entre pares”; el alto grado de sindicalización del sector, “que hace que se promuevan campañas de concientización al respecto y de protección horizontal”; o “la minimización de la respuesta por alguna razón referida al instrumento, que debe ser solventada con una investigación de carácter cualitativo”.

Antúnez manifestó que es “alarmante” que “casi un tercio de las trabajadoras hayan manifestado que por lo menos viven una situación de violencia semanal en sus lugares de trabajo” y dijo que es necesario “hacer énfasis” en estos datos para pensar acciones que logren erradicar la violencia laboral de todos los espacios.

Acoso psicológico

El acoso psicológico fue el tipo de violencia más denunciado por las trabajadoras consultadas y ocurre con mayor frecuencia en los lugares de trabajo que en otros espacios. En ese sentido, 81% de las encuestadas manifestó haber vivido violencia psicológica en su actividad laboral (76% de las empleadas industriales y 59% de trabajadoras de otros rubros).

Los varones fueron identificados como los principales agresores por 48% de las trabajadoras de la industria y 52% de otras asalariadas. En este caso, la encuesta registró una mayor incidencia de mujeres que ejercen acoso psicológico sobre otras (21% y 27%, respectivamente).

Los jefes fueron identificados como los principales responsables de ejercer acoso psicológico (48% en el caso del sector industrial y 60% en otros sectores). En tanto, 39% de las mujeres de la industria fueron agredidas por un compañero, una cifra que entre trabajadoras de otros sectores desciende a 28%. En 6% y 9% de los casos, respectivamente, el agresor era un subordinado de las mujeres encuestadas.

Acoso sexual

Las mujeres señalaron el lugar de trabajo como el espacio donde se registran situaciones de acoso sexual con mayor asiduidad. De hecho, la mitad de las encuestadas que manifestó haber vivido una situación de acoso sexual dijo que fue en su trabajo: 70% en el caso de la industria y 47% en otros rubros. Además, los principales agresores fueron identificados como varones mayores que las víctimas.

Por otra parte, 26% de las encuestadas afirmó haber vivido una situación de este tipo en un espacio público y 15% en el hogar. El 9% restante vivió acoso sexual en ámbitos de militancia, lugares de estudio o en la virtualidad.

Jefes, compañeros de mismo nivel jerárquico y subordinados fueron señalados por las mujeres como acosadores sexuales. Federico Pérez, responsable técnico de la encuesta, dijo durante la presentación que al equipo le llamó la atención la “frecuencia con que los subordinados acosan sexualmente a sus jefas”, algo que se vio en 40% de casos en la industria y 60% en otros sectores. “Es una situación que quizás uno pueda pensar que no ocurre, pero es bastante común”, agregó.

Agresión verbal

Un alto porcentaje de trabajadoras, 70%, manifestó haber sufrido agresión verbal en su lugar de trabajo (78% en el sector industrial y 62% en otros sectores de actividad).

El estudio reveló que la agresión verbal es ejercida en mayor medida por hombres (65% en la industria y 52% en otros trabajos), aunque también por mujeres (18% y 30%, en el mismo orden). 16% de las trabajadoras del sector industrial manifestó haber sufrido este tipo de violencia por parte de personas de ambos géneros y lo mismo ocurrió en 18% de las asalariadas en otros sectores.

Sobre el vínculo laboral, los compañeros de la misma jerarquía fueron señalados como responsables de este tipo de violencia por 51% de las trabajadoras de la industria y 37% de otros rubros, mientras que los jefes aparecieron como responsables en 41% y 48% de los casos, respectivamente.

Agresión física

En cuanto a las situaciones de violencia física, la amplia mayoría de las trabajadoras (75%) aseguró que tienen lugar en el hogar y 10% dijo que se registran en el espacio laboral. Si bien no se identificaron casos de violencia física contra trabajadoras en el ámbito de la industria, quienes realizaron el informe señalan que “la poca cantidad de respuestas” dificulta la posibilidad de establecer “definiciones concluyentes” al respecto. Este tipo de violencia es el único que se registra con mayor frecuencia en el hogar que en el trabajo, según los datos obtenidos en la encuesta.

Los jefes fueron los responsables de las agresiones físicas en 50% de los casos relevados, todos pertenecientes a trabajadoras de otros rubros. El otro 50% de mujeres optó por no contestar cuál era o es el vínculo con el agresor.

Protocolos y cláusulas de género

La encuesta también incluyó preguntas sobre protocolos de prevención y actuación ante situaciones de acoso laboral. De acuerdo con las respuestas, en la industria existe más cantidad de empresas con protocolos de actuación que en el resto de otros sectores de actividad, pero quienes elaboraron el informe señalan que las cifras son “en general bajas, no llegando a un tercio de lugares de trabajo” que cuenten con estos mecanismos.

35% de las trabajadoras de la industria expresó que no existen protocolos de este tipo en su lugar de trabajo, frente a 47% de trabajadoras de otro tipo de empresas. 26% y 33%, respectivamente, no sabe de la existencia de estos mecanismos u optó por no contestar la pregunta.

“Las respuestas obtenidas marcan el camino por donde tenemos que pensar el trabajo desde los sindicatos y organizaciones de trabajadoras y trabajadores, en conjunto con las empresas y el Estado”, manifestó Antúnez. Añadió que las mujeres encuestadas manifestaron una “clara necesidad” de que existan protocolos de prevención y actuación ante situaciones de violencia, mecanismos de apoyo y contención a las víctimas, y garantías de sanciones para los responsables, entre otras estrategias.

Por otro lado, 35% de las trabajadoras de la industria afirmó que existen cláusulas de género en los convenios colectivos de su sector, como licencia por maternidad o paternidad, reducción de la jornada laboral por lactancia, controles por salud, control de paridad en salario y categorías, licencia por violencia de género, entre otros. Entre el resto de las trabajadoras, esta cifra fue de 22%. En tanto, 18% de las encuestadas en el sector industrial desconoce si existen estos convenios, algo que ocurre entre 27% del resto de las asalariadas.

Participación sindical

La participación sindical de las mujeres alcanza 32% en el ámbito de la industria y 34% en otros rubros, según el sondeo. A esta baja representación se suma que la gran mayoría de las mujeres que están sindicalizadas manifestó no tener un cargo de responsabilidad (65% de las mujeres industriales y 81% de las trabajadoras de otros sectores).

En contrapartida, más de 50% del total de encuestadas dijo que no participa en ningún ámbito sindical (63% en la industria y 62% en otros rubros). Las razones esgrimidas son “descreimiento”, “disconformidad” o “falta de representación”, porque “su trabajo no se lo permite” o debido a que “no existe sindicato en su sector”.

Otros motivos señalados por las mujeres no afiliadas fueron: “no tiene interés”, “no lo hizo, pero le gustaría” y, en menor proporción, alegaron que no forman parte del sindicato por “falta de tiempo”, por “presión de los empleadores”, porque decidieron abandonar la estructura sindical o “creen que no existe sindicato en su sector”.

Tareas del hogar

Otro dato que aporta la encuesta es que la abrumadora mayoría de las trabajadoras son las encargadas de las tareas domésticas o de cuidado en el hogar. Así, 66% de las mujeres de la industria afirmaron tener a cargo las labores domésticas, 9% el cuidado de personas adultas mayores y 4% de personas en situación de discapacidad, mientras que 21% afirmó no realizar ninguna de esas tareas. En el caso de las trabajadoras de otros sectores, 73% señaló ser responsable de las labores del hogar, 13% del cuidado de mayores, 7% sostuvo estar a cargo de personas en situación de discapacidad y otro 7% dijo no realizar ninguna de esas tareas.

41% de las trabajadoras de la industria estimó que destina entre una y diez horas semanales al ejercicio de estas tareas, una cifra que alcanzó 44% entre otras trabajadoras. En 29% y 26% de los casos, respectivamente, destinan entre 20 y 30 horas. Consultadas, la mayoría de las trabajadoras consideró que el tiempo que dedican a estas tareas es “excesivo”.

Al respecto, Antúnez señaló que el hecho de que las mujeres estén “más sobrecargadas con las tareas vinculadas a los cuidados y a la reproducción social” repercute en los niveles de participación sindical, conocimiento de protocolos y cláusulas de género, y también en las situaciones de violencia. “Es importante conocer por qué a veces no estamos o no conocemos ni nuestros propios derechos”, expresó, para trabajar en ese aspecto.