Cuando falta exactamente una semana para que se celebre el Día Internacional de la Mujer, la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, volvió a asegurar que no adherirá a ninguna de las movilizaciones previstas para esa jornada. La jerarca recordó que “siempre” fue a las marchas del 8 de marzo porque las entendía como “un escenario donde las mujeres hicimos visibles las reivindicaciones, que muchas veces después formaron parte de la agenda política”, según dijo este martes, entrevistada por Informativo Sarandí. “Eso hacía visible una agenda de mujeres de distintos partidos políticos y distintas creencias y fortaleció de alguna manera una agenda política que tuvo concreciones, especialmente en términos políticos”, señaló.
En ese sentido, la vicepresidenta aseguró que “las mujeres políticas siempre estuvimos juntas intercambiando lo que nos pasaba” y “lo que pasaba a nivel del sindicalismo”. Sin embargo, “hoy por hoy, se presenta un escenario que desnaturaliza la esencia de la marcha del 8 de marzo, que es a mi entender la mayor expresión de la agenda de las mujeres que se da en el país, históricamente”.
En clara referencia a la decisión del PIT-CNT de convocar a un paro general para el 8M e introducir en la proclama la convocatoria a votar contra los 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC), Argimón afirmó que “cuando la central de los trabajadores utiliza esa marcha para meter un debate de una ley de urgente consideración”, esa esencia “empieza a desdibujarse”.
La vicepresidenta contó que, el año en el que fue electa, asistió a la marcha “como todos los años” y se cruzó con “un grupo de tres mujeres que tenían un cartel” que hacía referencia a ella. “Yo me acerqué, las saludé, y ahí te dabas de cuenta que [lo que decía el cartel] tenía que ver más con el partido al que pertenezco que con lo que era estrictamente la marcha”, explicó.
Uno de los periodistas resaltó que “algunas organizaciones dicen que el feminismo es de izquierda o no es”. Ante esa precisión, Argimón respondió: “La verdad, no entendieron nada”. “A mí esas situaciones me tienen sin cuidado. Respeto mucho a las nuevas generaciones que tienen otra mirada, pero cuando empezamos éramos muy poquitas. Ahora está de moda. Entonces, yo a veces escucho a algunas mujeres jóvenes, y cuando esto lo llevan hacia un lado no político sino partidario, digo ‘qué lástima’, porque si había un espacio en el que estábamos todas juntas era este, y yo la verdad lo sigo reivindicando así”, puntualizó.
Consultada sobre cómo se maneja a la interna de su partido y de la coalición de gobierno cuando hay voces diferentes en torno a estas temáticas, la vicepresidenta aseguró: “En este tema siempre fui muy libre en términos de la posición que asumía. Me enfrenté varias veces a mi propio partido y tuve costos por eso, pero cuando una está convencida también tiene que asumir lo que viene de quienes piensan distinto. Obviamente hay miradas distintas en la coalición de gobierno y forma parte también de una democracia interna en este tema”.
Para Argimón, “son momentos de reflexión, porque también los tiempos merecen una agenda distinta”. En esa línea, consideró que “falta fuerza en determinados ejes temáticos”. “Por ejemplo, yo planteé hace un tiempo el tema de dejar de penalizar la maternidad. Hay mujeres de entre 30 y 40 años que quieren ser mamás y, sin embargo, porque están llevando una carrera y quieren crecer, sienten que hay una limitación para ser madre. Un país como el nuestro, de tan bajo índice de natalidad, tiene que considerar a estas mujeres jóvenes. Hay que darles herramientas para que las mujeres tengan independencia económica”, señaló.
La jerarca dijo que “la pobreza tiene cara de mujer y de niña en América Latina”, entonces, “para que salgan de situaciones de violencia, para que tengan una autoestima que realmente les permita desarrollarse, hay que ver la situación en la que están enmarcadas”. “Siento que hay una agenda diferente, especialmente de las más jóvenes, que a veces no se considera, porque se mezclan ideologías, lo que hace que no se lleven adelante acciones concretas”, enfatizó.
Cuando le preguntaron si se veía en el futuro como candidata a la presidencia de la República, contestó: “No me lo planteo”. De todas formas, dijo que, en general, las candidaturas de mujeres a la presidencia en Uruguay están “mejor vistas” por la sociedad que por el sistema político.
Parlamento y grieta
Por otra parte, la vicepresidenta y presidenta de la Asamblea General reflexionó sobre el trabajo del Parlamento en los últimos dos años, en el día en el que se reinicia un nuevo período legislativo. “Increíblemente, 2020 fue el año de más producción legislativa desde la vuelta de la democracia”, evaluó en ese sentido.
Argimón dijo que hubo “una dinámica distinta por la pandemia”. Aseguró que el año pasado “se comenzaron a presentar proyectos de ley en mayor medida” y este 2022, pese a que marzo será un mes enfocado en la campaña por el referéndum sobre la LUC, “va a haber mucho más trabajo parlamentario en esencia”. “Va a ser un año que va a tener un cauce importante de vida parlamentaria”, anticipó.
De cara al 27 de marzo, también fue consultada sobre si considera que hay una “grieta” en el país. Al respecto, la vicepresidenta dijo que antes “los códigos de relacionamiento entre políticos eran bien distintos a los de ahora”. Hoy, a su entender, “hay una profundización de las diferencias”, que muchas veces es incitada en las redes sociales. “La gente se ve invitada a formar parte de debates y lo que trasciende es una opinión y la otra enfrentada, y no representa estrictamente a quienes tenemos a veces miradas de un lado y del otro, o en el medio. Hay cambios notorios, pero eso no significa que haya grieta, sino que hay un escenario que resalta las posiciones más enfrentadas”.
“No se puede vivir de enfrentamientos permanentes”, redondeó; “tiene que haber espacios para el intercambio”.