El Día Internacional de la Mujer de 2021 llegó en plena pandemia. Las actividades de conmemoración y lucha de aquel 8 de marzo se vieron afectadas por las disposiciones sanitarias de confinamiento voluntario y de evitar aglomeraciones. Sin embargo, los colectivos feministas no abandonaron las calles y desarrollaron estrategias alternativas frente al escenario impuesto por el coronavirus. Hubo concentraciones descentralizadas e intervenciones artísticas en distintas localidades, pueblos y barrios. Además, se desplegaron movidas en redes sociales para quienes no podían participar en las actividades presenciales.
En el contexto actual, y con el aprendizaje de la convocatoria del 8M anterior, mujeres, disidencias, colectivos y organizaciones feministas de todo el país apuestan a volver al encuentro con otras e inundar las calles con la “marea feminista”. En Montevideo, el Tejido Feminista y la Intersocial Feminista convocan a marchar hoy en diferentes puntos. Se desarrollarán marchas en el centro de la capital y habrá actividades en diferentes barrios.
El Tejido Feminista de Montevideo –un espacio de articulación de varios colectivos, organizaciones, mujeres y disidencias feministas autoconvocadas– llama a concentrarse a partir de las 18.00 en dos puntos, en la plaza Libertad y en la plaza de Los Bomberos, bajo las consignas “La vida y la fuerza que habita en la mar habita en nosotras” y “Somos la rebelión de las cuerpas que desbordan”, respectivamente. Luego de una intervención artística en cada lugar, las manifestantes marcharán por la avenida 18 de Julio hasta reunirse en Ejido y Santiago de Chile, un punto que tiene su propia consigna: “Nuestras voces ancestrales están en nosotras”. Desde allí caminarán por esas calles hacia la rambla, detalló a la diaria Valentina Machado, vocera del espacio.
“Somos agua cuando la realidad es piedra”
Durante febrero, las integrantes de la articulación feminista se reunieron semana a semana en distintos barrios del departamento para poner en común las preocupaciones, reclamos y deseos de mujeres y disidencias. En esos encuentros, denominados “plenarias abiertas”, fue en los que se definió el planteo central de este año, “Somos agua cuando la realidad es piedra”, que reúne varios simbolismos. Uno de ellos es el vínculo con la “marea feminista” y las sucesivas olas que ha atravesado el movimiento, con el objetivo de “recordar y entender” a las mujeres de generaciones anteriores que “abrieron el camino a discusiones que tenemos hoy”, explicó Machado.
Otro aspecto es que el agua tiene la fuerza para “erosionar estructuras” que “parecen fijas, como las piedras”, y el feminismo cumple la misma función frente a la estructura patriarcal. Asimismo, la playa fue elegida como el punto final de la movilización por ser un lugar de disfrute, apuntó Machado. En ese sentido, funciona como un reflejo de las “demandas y exigencias” de las mujeres y disidencias, al mismo tiempo que representa el derecho al goce, a “disfrutar” y a “expresar nuestros deseos”.
El agua también se eligió como símbolo de apoyo a la lucha ambientalista, ecológica y antiextractivista, y como punto de unión con las feministas que se encuentran al otro lado de los océanos, dijo Machado. “Los cauces de agua nos unen a mujeres migrantes”. La migración es uno de los ejes de la marcha que convocan este año: “La huelga será disidente, antirracista, transfeminista, antipatriarcal, antiextractivista, antimanicomial y migrante”, expresó la vocera.
Al final de la movilización, habrá una lectura de proclama que tendrá como punto central denunciar la “profundización de la violencia y la precarización de la vida de las mujeres y disidencias” en el contexto de la pandemia, comentó. Añadió que “el encierro doméstico, el teletrabajo, las tareas de cuidado” recayeron con “mucha más fuerza” sobre las mujeres y disidencias. “Las mujeres hemos sido históricamente las encargadas de la economía doméstica. Frente a la suba del costo de alquileres, costos fijos, alimentos, entre otros, fuimos nosotras quienes hicimos malabares para llegar a fin de mes”, señaló.
Otro de los puntos de la proclama será la denuncia de prácticas “extractivistas” y de “devastación ambiental” que están “estrechamente” vinculadas con la “acumulación de la riqueza, el uso y la cosificación de los cuerpos feminizados o disidentes”. Machado sostuvo que reivindicar la “interdependencia con el ambiente” es importante porque “si no podemos cuidar nuestros territorios, que es donde nace la vida, menos vamos a poder cuidar de nuestros cuerpos”.
Además, de estos planteos, uno que se repite año tras año es la condena de la “violencia sistemática” hacia los cuerpos feminizados en todas sus formas, apuntó Machado: “Femicidios, trata, desaparición, abusos sexuales, violaciones y cualquier acto de violencia hacia las mujeres”.
“Encontrarnos juntas”
El Tejido Feminista no es “centralista” ni “unitario”, por eso quienes lo integran pueden realizar sus propias manifestaciones, explicó la vocera del espacio. En esa línea, la Coordinadora de Feminismos Uruguay presentó su convocatoria: “Nos mueve el deseo, encendemos memoria, hacemos historia”.
En línea con el llamado del Tejido Feminista, la concentración será a las 18.00 en la plaza Libertad. Marcharán hasta Ejido donde pararán para permitir el desvío de quienes quieran seguir hacia la rambla por esa calle o por Santiago de Chile. Luego, continuarán hasta la plaza de Los Bomberos, donde realizarán una intervención artística y entonarán una canción juntas, señaló a la diaria María Olivera, integrante de la coordinadora.
“La convocatoria surge en primera instancia, como dice la consigna, porque nos mueve el deseo de continuar con este día histórico para las mujeres y disidencias en todas las partes del mundo. Es una instancia para reivindicar nuestros reclamos, pero también encontrarnos juntas en las calles, para visibilizar lo que nos preocupa durante el año: femicidios y múltiples formas de violencia, el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres y las disidencias, el mal reparto de los cuidados en todos los sentidos, la profundización de la precarización de todos los aspectos de nuestra vida, el territorio contaminado y extraído y las consecuencias que eso genera sobre nuestros cuerpos”, expresó Olivera, y agregó: “Nos mueve el deseo de encontrarnos juntas en la calle nuevamente”.
También se movilizan por la memoria. La activista señaló que concentrar en la plaza Libertad tiene un “gran valor”, no sólo porque ha sido el punto de encuentro para las alertas feministas convocadas desde la Coordinadora de Feminismos sino porque ha sido un “lugar histórico de posicionamiento en la calle para los movimientos de mujeres y disidencias desde la década de 1990”. “Para nosotras, es importante hacer énfasis en la memoria de ese espacio colectivo con el que hemos generado pertenencia y que es un punto de referencia para los feminismos en nuestro territorio”, expresó.
Varios de los planteos y reclamos de la coordinadora para este 8M coinciden con los definidos por el Tejido Feminista. Además de los mencionados, estará presente la denuncia de la cultura de la violación que “subsiste y se reproduce en todos los espacios”, la condena de la violencia vicaria y el “crecimiento de población carcelaria femenina” a raíz de la implementación de la ley de urgente consideración, comentó Olivera.
Masificar y descentralizar
“Juntas en todos los espacios contra todas las opresiones”, es la consigna elegida para este 8M por la Intersocial Feminista –que aglomera a más 30 organizaciones–, que mantendrá el formato propuesto para la marcha de 2021 con concentraciones descentralizadas en diferentes barrios y ciudades. En Montevideo las vecinas de Flor de Maroñas, Casavalle y Villa Española, por ejemplo, convocan a concentraciones o marchas en sus barrios.
La “movilización central” de la Intersocial Feminista en la capital está convocada a las 18.00 en la intersección entre la avenida 18 de Julio y Paraguay. Desde ese punto, cada manifestante podrá elegir a cuál de las convocatorias pautadas unirse para marchar, manifestó a la diaria Valeria Caggiano, una de las voceras de la plataforma feminista.
La consigna de la convocatoria surgió del intercambio que mantuvieron las activistas en el último año y responde, por un lado, a “elementos fundantes” de la agrupación, creada en 2017: “Desde el principio buscamos ser una articulación de organizaciones, grupos y colectivos que accionan en diferentes espacios y sobre diversos temas de la realidad”, comentó Caggiano. Por otro lado, se eligió este planteo en atención a las “coordenadas actuales” y a la “vibración masiva” del movimiento feminista en el mundo y en Uruguay, y frente a la necesidad de “reconocernos en múltiples espacios de la vida y de la acción social en los que las opresiones persisten a pesar de algunos cambios y del acumulado histórico”.
Este año la convocatoria en barrios, pueblos y localidades de todo el país no responde a la situación sanitaria. Por el contrario, es un aprendizaje que dejó el 8M pasado. La descentralización no sólo permitió que las mujeres y disidencias que no pudieran trasladarse al centro de Montevideo o que quisieran manifestarse en sus territorios pudieran hacerlo, sino que abrió las puertas a que “muchas mujeres se encontraran y reconocieran con otras de sus propias comunidades, generaran espacios de intercambio y establecieran agendas de trabajo en sus territorios”, contó Caggiano.
“Si bien las razones sanitarias en Montevideo pueden dar lugar a una movilización masiva como la de años anteriores, creemos que el espacio en los barrios y pequeñas comunidades es una llegada a mujeres que quizás no se sienten convocadas a movilizarse en espacios más grandes”, expresó la vocera, y agregó: “El carácter masivo del movimiento no está sólo en una marcha en el centro de Montevideo que convoque a miles, sino que está en todos los puntos de encuentro de mujeres”. En ese sentido, remarcó la “riqueza” que aporta “visibilizar las actividades y la organización de mujeres en todos los espacios” para que se “multipliquen”.
La proclama de la Intersocial Feminista incluirá entre sus principales planteos la denuncia de “temas estructurales” como la “desigualdad patriarcal, racista, capitalista, heteronormativa, xenófoba por la que estamos atravesadas”, sostuvo Caggiano.
Además, plantearán “la situación de peligro” en la que se encuentran mujeres y disidencias frente a diferentes manifestaciones de violencia, como “violencia sexual, femicidios, trata, explotación sexual, violencia transfóbica y abusos sexuales a las infancias”, dijo Caggiano. La idea es “poner el foco” en esos temas y “hacer un llamado de atención” sobre los aspectos que sostienen la cultura de la violencia. Un capítulo aparte será el de los impactos de la pandemia sobre mujeres, disidencias, niñas, niños y adolescentes y las “dinámicas de explotación y desigualdad estructural en el mundo del trabajo”.