Ingresó a la Cámara de Diputados de Argentina un proyecto para incluir en la ley de violencia de género la figura de violencia vicaria, que es aquella que se ejerce contra niñas y niños para lastimar a las madres.
El texto de la iniciativa, que fue presentada por la diputada del Frente de Todos Mónica Macha, establece que este tipo de violencia puede manifestarse “como una agresión sicológica, física, sexual, económica, vincular y/o judicial sobre las/os hijas/os de la mujer o como un obrar negligente, de manera sistemática, con respecto a los cuidados requeridos por la edad de la niña/o”. En algunos casos, la violencia vicaria puede incluir el asesinato de las niñas y los niños.
La propuesta de Macha busca introducir cambios para “asegurar la asistencia especializada de los/as hijos/as u otras personas afectivamente significativas para la mujer que hayan sido víctimas de violencia vicaria”, dice el texto. También propone modificar el artículo que apunta a “recolectar, procesar, registrar, analizar, publicar y difundir información periódica y sistemática y comparable diacrónica y sincrónicamente sobre violencia contra las mujeres”, al agregar “incluyendo a aquella que se ejerce por medio de sus vínculos afectivos”.
En los fundamentos del proyecto de ley, la diputada asegura que otro de los objetivos principales de la iniciativa es la prevención. En ese sentido, señala que “es necesario erradicar la pauta cultural que lleva a descalificar las amenazas y a descreer de ellas sin tener en cuenta que quien amenaza con atentar contra la integridad de su propio grupo familiar es porque en algún momento, si se dan las condiciones, puede ser llevado a la práctica”.
“La violencia vicaria convive en nuestra sociedad de forma cotidiana. Es una forma subestimada de la violencia por motivos de género y un tipo de maltrato en las infancias gravísimo. Tenemos la voluntad política y necesitamos de estrategias creativas, novedosas, disruptivas que corran los límites de lo posible. Llegamos lejos, pero aún nos falta tocar los centros políticos, culturales y legales que producen y reproducen la violencia contra mujeres, lesbianas, travestis y trans”, escribió Macha en una columna publicada en el portal El Destape luego de presentar el proyecto.
“No nos interesa el punitivismo ni ninguna figura de crueldad. Nosotras no usamos las herramientas del patriarcado en su contra, nosotras inventamos nuestras propias armas en busca de esa igualdad que nos haga definitivamente libres”, apuntó.
El término “violencia vicaria” fue acuñado en 2012 por la psicóloga argentina y residente en España Sonia Vaccaro para describir “aquella violencia contra la mujer que ejerce el hombre violento utilizando como objetos a las hijas o hijos, para dañarla”.
Si bien en Argentina no hay estadísticas sobre violencia vicaria porque no está tipificada, la organización La Casa del Encuentro, referente en el tema, elaboró el concepto de “femicidio vinculado” para referirse a los casos de personas que “quedaron en la línea de fuego del femicida y fueron asesinadas también”, recuerda el diario Página 12. La definición también contempla a aquellas personas “con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad”.
En Uruguay, la legislación tampoco contempla la violencia vicaria en esos términos, aunque la Ley 19.580 la incluye en la definición de violencia femicida. La noción también aparece en la categorización de los femicidios que elabore, en 2019, el Ministerio del Interior junto con el Instituto Nacional de las Mujeres.
Una de las categorías que se define allí es la del “femicidio por conexión”, que entre los ejemplos incluye los casos en que “el femicida mata a las hijas o hijos de esa mujer” para “provocarle daño”. Según la investigación, que se basó en el análisis de más de 200 casos, ocurridos entre 2012 y 2018, 5% de los femicidios en nuestro país entran en esta categoría.