“Mujeres, vida y libertad” fue la consigna que repitieron miles de mujeres en distintos puntos de Irán este fin de semana, con el velo en la mano y no en la cabeza, como es obligatorio desde la instauración de la República Islámica en 1979. Las protestas surgieron en repudio a la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, que fue arrestada el martes pasado en Teherán por la llamada “policía de la moral” por usar el velo de forma “inadecuada”, según informaron las autoridades, y terminó en el hospital.
El hermano de la joven, que estaba con ella en el momento de la detención, aseguró al medio IranWire que Amini tenía el velo demasiado bajo y no le cubría por completo la cabeza. De acuerdo con su testimonio, los funcionarios policiales le dijeron que la llevarían a la comisaría para “una clase de ‘reeducación’ y que en una hora la dejarían salir”. Sin embargo, dos horas después, la familia supo que la mujer había sido trasladada a un hospital debido a un paro cardíaco. Permaneció internada en estado de coma cerebral durante varios días y murió el viernes.
Las primeras manifestaciones tuvieron lugar el sábado durante el funeral de Amini en Saghez, su ciudad natal. Allí, muchas mujeres se sacaron los velos en señal de protesta y hubo enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, que dispersó la protesta con gases lacrimógenos. Además, hubo detenciones y, debido a disparos de armas con perdigones por parte de las fuerzas policiales, varias personas resultaron heridas.
“Las mujeres de Saghez se han quitado el velo en protesta por el asesinato de Mahsa Amini, una mujer de 22 años, a manos de la Policía de la moral y corearon: ‘¡Muerte a la dictadura!’. Quitarse el hiyab es un delito punible en Irán. Hacemos un llamado a las mujeres y los hombres de todo el mundo para que muestren solidaridad”, exhortó en su cuenta de Twitter la periodista y activista iraní Masih Alinejad.
En otro posteo, la periodista también publicó videos de mujeres iraníes quemando sus velos y cortándose el pelo para repudiar la muerte de Amini, pero también para manifestar su rechazo contra el “régimen de apartheid de género”. “Desde los siete años, si las mujeres no nos cubrimos el pelo no podemos ir a la escuela ni conseguir trabajo”, denunció Alinejad.
Iranian women show their anger by cutting their hair and burning their hijab to protest against the killing of #Mahsa_Amini by hijab police.
— Masih Alinejad (@AlinejadMasih) September 18, 2022
From the age of 7 if we don’t cover our hair we won’t be able to go to school or get a job. We are fed up with this gender apartheid regime pic.twitter.com/nqNSYL8dUb
Las protestas continuaron el domingo y se extendieron a la capital del país, donde hubo una marcha en la Universidad de Teherán y “sentadas” en otras localidades para mostrar la indignación y el hartazgo.
Organizaciones, activistas iraníes y organismos internacionales aseguran que la muerte de Amini es sospechosa y exigen a las autoridades una investigación exhaustiva sobre lo que pasó. Es el caso de Amnistía Internacional, que en un comunicado afirmó que “las circunstancias que llevaron a la muerte sospechosa bajo custodia de la joven de 22 años Mahsa Amini, que incluyen denuncias de tortura y otros malos tratos bajo custodia, deben investigarse penalmente”.
En un primer momento, la Policía rechazó cualquier responsabilidad y en un comunicado afirmó que la joven “repentinamente sufrió un problema del corazón”. La familia declaró en varios medios locales que Amini no tenía problemas cardíacos. En las últimas horas, el presidente iraní, Ebrahim Raisí, ordenó al Ministerio de Interior “que investigue los detalles del incidente de Mahsa de manera urgente y precisa, y que presente un informe con los resultados”.
Irán creó la denominada “policía de la moral” en abril de 2016 y, desde entonces, se ha endurecido la represión contra las mujeres, que por ley están obligadas a usar el hiyab, así como ropa larga y holgada para que no se les marque la figura. Sin embargo, en los últimos meses, el gobierno ultraconservador de Raisí aumentó la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta, lo que implicó un mayor patrullaje de esta policía en las calles.