“Valemos igual. Tenemos los mismos derechos. Necesitamos las mismas oportunidades” fue la consigna que eligió el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para encabezar el acto de gobierno de este 8 de marzo, que se realizó en la sala de actos de Presidencia. La temática de este año fue la promoción de la autonomía económica de las mujeres, en tanto es “un factor decisivo para alcanzar las demás autonomías”, según decía la comunicación oficial.

La actividad estuvo encabezada por la directora de Inmujeres, Mónica Bottero, que dijo que el foco se puso una vez más en la autonomía económica porque es un “nudo central de las desigualdades de género”. “Una mujer que no tiene autonomía económica no puede dejar de convivir con un violento. Una mujer pobre sin autonomía económica no puede sacar a sus hijos de la pobreza, ni cubrir sus necesidades básicas”, ejemplificó.

La jerarca aseguró que la principal “limitante” para alcanzar esa autonomía sigue siendo la sobrecarga del trabajo no remunerado o de cuidados. A su entender, para superarla “hace falta un cambio cultural: asumir que el cuidado de los hijos e hijas, pero también de las personas mayores y las personas con discapacidad, así como la limpieza o la preparación de alimentos, son responsabilidad de padres y de madres, más allá de que vivan juntos o no, y de las personas adultas de la familia”.

Pero también es “determinante” la acción de la política pública, agregó Bottero, y mencionó en esa línea “los sistemas de cuidado, la promoción de la inclusión en el empleo, las políticas de seguridad social, la oferta de programas de apoyo para mujeres que no logran incluirse en el mercado laboral porque no tienen con quién dejar a sus hijas e hijos, o no pueden acceder a una educación básica que les permita salir de situaciones de mucha dependencia, incluso del Estado”.

“En estos tres años hemos difundido diagnósticos para mostrar también que esta situación es objetiva: que ganamos menos, que cuidamos más, que estamos más desempleadas, que tenemos menos acceso a los cargos de decisión, que somos más pobres”, resumió la directora de Inmujeres.

Frente a este panorama, Bottero afirmó que hay algunos “resultados positivos” y que “hoy podemos decir que algunas brechas de género se redujeron durante este gobierno”. Compartió cifras que respaldan esa afirmación. Dijo, por ejemplo, que actualmente hay “1,7% menos de mujeres desempleadas que en la prepandemia y que la brecha de género –la diferencia entre el desempleo masculino y el femenino– se redujo de 3,4% en la pandemia a 2,1% en el primer semestre de 2022”. “Podemos decir que en la prepandemia había 734.800 mujeres ocupadas y hoy hay 743.200, a pesar de la baja pronunciada que tuvimos en 2020”, enfatizó.

Al mismo tiempo, Bottero dijo que, “si bien la brecha salarial se mantiene, ha tenido una mejora respecto de la pandemia”. Así, explicó que, antes de la pandemia, por cada 100 pesos que ganaba un varón, una mujer ganaba 76,3 por hacer el mismo trabajo. En cambio, hoy gana 78,4. “La diferencia en términos absolutos no es significativa, son dos pesos y algo, pero muestra una tendencia”, señaló la directora de Inmujeres.

También detalló que se redujo el porcentaje de trabajadoras informales: antes de la pandemia era de 23,4% y ahora es de 19,4%. “Esto implica que tenemos 4% más de mujeres formalizadas y eso significa asignaciones familiares, cobertura social, cobertura de salud”, enumeró, entre aplausos.

Para Bottero, se puede ver un “impacto” en la vida de “quienes más lo necesitaban” a raíz de una “política social y laboral de intensa inversión que hizo el gobierno en cuidados, el aumento de las asignaciones familiares, el haberle quitado el tope de ingresos que promueve la inserción en el mercado laboral, la ley de promoción del empleo que estimula a las empresas a la contratación de mujeres, las políticas de promoción del emprendedurismo o el plan de género de las políticas agropecuarias”, entre otras iniciativas.

La directora de Inmujeres dijo que esto “no es suficiente” y que “la realidad sigue interpelando”, pero que “el compromiso está más que nunca, a pesar de los relatos, de las consignas trasnochadas que hemos escuchado en el día de hoy, algunas notoriamente vencidas, por lo menos desde 1989”, en alusión a las consignas de colectivos feministas que convocan a movilizarse este 8M.

En otro comentario que despertó aplausos, Bottero dijo que “las democracias liberales con economías de mercado son las que más igualdad les han reportado a las mujeres y es también en esas democracias donde las mujeres tienen la libertad de marchar con los eslóganes que se les antoje, aunque sean obsoletos”.

Avances en otras áreas

En el acto participaron representantes de distintas instituciones públicas que expusieron las políticas que despliegan en cada una de sus áreas para contribuir con la autonomía económica de las mujeres.

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, retomó algunas de las cifras que compartió Bottero para volver a enfatizar que, si bien “todavía hay tareas pendientes”, en los últimos años “ha habido mejoras particularmente en la tasa de empleo y en la tasa de desempleo, así como también en la informalidad”, y resaltó que esto se haya producido “en tiempos de crisis”. Dijo además que, si se compara el año 1986, que es el primer dato posdictadura, con 2022, “todas las brechas de género vinculadas al mercado laboral se han reducido a la mitad”.

En cuanto al trabajo no remunerado, el ministro señaló que “también hay una reducción de brecha” entre mujeres y varones de alrededor de 13% en 2021 respecto de 2013.

Por otro lado, informó que, en el primer año de la implementación de la Ley de Promoción del Empleo, que “promueve la contratación de personas pertenecientes a sectores más vulnerables y que tiene un diferencial de subsidio mayor cuando se trata de trabajadoras mujeres”, 62% de las personas que fueron subsidiadas eran mujeres: “Casi dos de cada tres, lo que habla también de una focalización correcta y deseada”, consideró.

Por su parte, Florencia Krall, directora de Cuidados del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), destacó que uno de los sellos que han distinguido el trabajo del Sistema de Cuidados desde que asumió el actual gobierno es la “humanización de los cuidados”, que “es un modelo de cuidados centrado en las personas, y no sólo en las personas que reciben los cuidados, sino también en aquellas que los brindan”, que en su mayoría son mujeres. Krall dijo que la Dirección de Cuidados del Mides lleva adelante programas que reflejan esa perspectiva de género y hacen hincapié “en desarrollar la corresponsabilidad no sólo de género, sino también social”.

En tanto, el presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat, describió algunas de las acciones que impulsa el organismo para promover la “igualdad de oportunidades”. Señaló que “van desde cosas que pueden parecer menores, como un premio en economía y género en el sistema financiero”, a trabajos audiovisuales sobre “violencia económica y patrimonial” o un taller sobre educación financiera para mujeres privadas de libertad realizado el año pasado en convenio con el Ministerio del Interior.

A su vez, dijo que actualmente la institución está finalizando una encuesta financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo que busca “medir el perfil de mujeres que integran pequeñas y medianas empresas, y que da algunos resultados que después van a ser el soporte de futuras políticas”.

También participó en el acto el subsecretario del Ministerio de Turismo, Remo Monzeglio, que informó que la cartera concretó llamados a apoyos económicos dirigidos a “mujeres del turismo en el ámbito rural” y “a mujeres del sector turístico” para “fortalecer su servicio en el marco de la accesibilidad e inclusión”.

Además, destacó el funcionamiento del Conservatorio de Empoderamiento Femenino y Autonomía Económica, la participación en el Encuentro de Mujeres Rurales en la Expo Prado, los city tours brindados a mujeres rurales, el Encuentro de Emprendedoras en la localidad de Cerro Chato, entre otras actividades.

Monzeglio anunció además que en 2023 el ministerio presentará un código nacional de conducta para que el sector turístico asuma el “compromiso” y la “responsabilidad” frente a las situaciones de explotación sexual.