En un nuevo episodio de la arremetida del gobierno de Javier Milei contra los derechos de las mujeres, este jueves Argentina fue el único país en votar en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra una resolución que busca promover la “intensificación de los esfuerzos para eliminar y prevenir todos los tipos de violencia contra mujeres y niñas”.

El documento tuvo el respaldo de 170 países –entre los que figuran Uruguay, Chile, Bolivia, España, Francia, Italia, Estados Unidos, Israel y Venezuela–, que se comprometieron a “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la violencia sexual y por razón de género, la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”. En tanto, se abstuvieron 13 países: Bielorrusia, Burundi, Corea del Norte, Irán, Libia, Mali, Nicaragua, Níger, Nigeria, Rusia, Senegal y Siria.

La resolución, de 19 páginas, insta a los estados miembro de la ONU a que “tomen medidas amplias, multisectoriales, coordinadas, eficaces y que respondan a las cuestiones de género para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas y a que hagan frente a las causas estructurales y subyacentes y a los factores de riesgo”.

Esto incluye, entre otras acciones, “velar por que exista legislación encaminada a prevenir e investigar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas”, “eliminar todas las barreras que impiden el acceso de las mujeres a la Justicia”, “establecer servicios, programas y respuestas multisectoriales de carácter integral”, reforzar los protocolos de las “fuerzas del orden” y los equipos que trabajan en salud, así como promover la capacitación en esos ámbitos.

A su vez, el escrito exhorta a los países a “adoptar medidas para hacer frente al uso del discurso de odio, tanto en línea como en otros entornos, contra las mujeres y las niñas, en particular las que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad y las que puedan ser objeto de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión”.

Consultado por La Nación, el secretario de Culto y Civilización de Argentina, Nahuel Sotelo, justificó la postura del país asegurando que el documento “partía de un enfoque feminista radical y tenía abordajes de la violencia que se fundaban en una visión que no tiene evidencia científica alguna, invocando que la violencia se origina sólo por desequilibrio de poder, estereotipando a la mujer y desconociendo que la violencia tiene mil orígenes”.

En julio, cinco organizaciones presentaron una acción judicial colectiva contra el gobierno de Milei por incumplir con sus obligaciones para prevenir la violencia de género.

Entre enero y el 31 de agosto de este año, hubo 168 femicidios en Argentina, según el último informe del observatorio Ahora que Sí Nos Ven.

Reacciones en contra

La decisión de Argentina en la ONU generó el repudio de organizaciones feministas, así como de representantes políticas y políticos de la oposición.

El colectivo Ni Una Menos, que nació para condenar todas las formas de violencia machista y particularmente los femicidios, calificó el voto argentino como una “vergüenza histórica” y aseguró que “no sorprende el accionar de este gobierno de violentos y misóginos fascistas”. “Su sobreactuación es proporcional al miedo que le tienen al movimiento feminista argentino”, agregó la organización en su cuenta de Instagram, a la vez que convocó a salir a las calles el próximo 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

“Qué vergüenza para todos los argentinos y argentinas la banda de irresponsables que conducen los destinos de la patria [...] La libertad para ustedes es violencia, nos queda clarísimo”, escribió en X la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, de Unión por la Patria.

Por su parte, en la misma red social, el senador de la Unión Cívica Radical Martín Lousteau aseguró que “con su posición en contra de las mujeres y niñas, Argentina queda en el bando contrario al de las democracias occidentales y el mundo entero”.