“Si bien Uruguay se encuentra dentro del grupo de países calificados internacionalmente como democracia plena, la escasa presencia de mujeres y disidencias en cargos de representación política y en las jerarquías institucionales rebaja su posicionamiento, dejando en evidencia la persistencia de un sistema político-institucional condicionado por fuertes matrices conservadoras y patriarcales”. Así comienza el apartado de las bases programáticas del Frente Amplio (FA) que se titula “Democracia paritaria: reconocimiento y ejercicio de derechos políticos”.

La fuerza de izquierda plantea allí como “indispensable” avanzar en “mecanismos de equidad que rompan las brechas existentes y fomenten políticas públicas que garanticen la paridad en la participación y representación en los partidos políticos y en los procesos electorales, y a su vez establecer acciones contra el ejercicio de la violencia política”.

Para eso propone ocho acciones concretas, entre las que se incluye “proponer la integración paritaria en los tres niveles de gobierno (nacional, departamental, municipal), incluyendo la fórmula presidencial e integración de los gabinetes”. Evidentemente, la fórmula presidencial fue paritaria y por eso tenemos, por segunda vez en la historia, una vicepresidenta electa: Carolina Cosse.

En el caso del gabinete, la conformación volvió a quedar lejos de la paridad: el futuro presidente, Yamandú Orsi, confirmó este lunes que estará integrado por nueve ministros y cinco ministras, lo que se traduce en una representación femenina de poco más de un tercio (35, 7%).

Iguala así la máxima representación femenina que hubo hasta ahora en Uruguay, que fue la del gabinete electo para el segundo mandato de Tabaré Vázquez (2015-2020), que también incluía a cinco ministras. La iguala en número pero no en proporción, porque en aquel entonces eran 13 los ministerios. La iguala, pero no la supera, pese al acento en la paridad que puso el FA en la campaña, en el programa e incluso después de la elección de noviembre.

Las futuras ministras

Las cinco mujeres que asumirán como ministras en el próximo período de gobierno son Sandra Lazo (Defensa Nacional), Cecilia Cairo (Vivienda y Ordenamiento Territorial), Cristina Lustemberg (Salud Pública), Fernanda Cardona (Industria, Energía y Minería) y Lucía Etcheverry (Transporte y Obras Públicas).

Una de las novedades es que, con la elección de Etcheverry, será la primera vez en la historia que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) tenga una mujer al frente. Además, será la segunda vez que una mujer tome las riendas del Ministerio de Defensa, después del mandato que lideró Azucena Berrutti en el período 2005-2008.

También Cardona se convertirá en segunda ministra, en su caso en el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), después de que Cosse rompiera con la seguidilla de mandatos masculinos durante el segundo gobierno de Vázquez. Hubo otras dos mujeres que ocuparon ese cargo en períodos cortos tras la renuncia de los titulares: Primavera Garbarino lo hizo de enero a marzo del año 2000, y la actual jerarca de esa cartera, Elisa Facio, asumió en noviembre de 2023 después de que el entonces ministro, Omar Paganini, fuera nombrado canciller.

En tanto, Lustemberg será la cuarta ministra de Salud Pública: antes pasaron por ese lugar María Julia Muñoz (2005-2010) y Susana Muñiz (2013-2015), ambas en administraciones del FA, y Karina Rando (Cabildo Abierto), que asumió después de que Daniel Salinas renunciara al cargo en marzo de 2023.

Cairo será la quinta mujer en encabezar el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), una lista que completan Beatriz Martínez (que estuvo por un breve período, entre 1999 y 2000), Graciela Muslera (2010-2012), Eneida de León (2015-2020) e Irene Moreira, que asumió al comienzo de la actual gestión de gobierno y renunció en mayo de 2023 tras cuestionamientos por la entrega directa de una vivienda a una militante de su partido.

Por otra parte, habrá seis mujeres ocupando las subsecretarías. Se trata de Gabriela Verde en el Ministerio de Educación y Cultura, Gabriela Valverde en el Ministerio del Interior (MI), Valeria Csukazi en Relaciones Exteriores (MRREE), Ana Claudia Caram en Turismo, Claudia Peris en el MTOP y Eugenia Villar en el MIEM. Esta es otra novedad: dos ministerios –Transporte e Industria– estarán encabezados por mujeres en los dos cargos de mayor jerarquía.

Una barrera todavía insuperable

Desde la vuelta a la democracia hasta ahora, la máxima representación femenina en un gabinete tuvo lugar en el último mandato de Tabaré Vázquez, donde fueron designadas cinco ministras. En ese sentido, la actual conformación no representa un avance.

El informe El lugar de las mujeres uruguayas en los cargos de decisión (2021), elaborado por ONU Mujeres para el Instituto Nacional de las Mujeres, muestra que en el período 1985-1990 hubo sólo una ministra mujer (Adela Reta en Educación y Cultura); de 1990 a 1995 no hubo ninguna; y de 1995 a 2000 también asumió una sola (Analía Piñeyrúa en Trabajo y Seguridad Social). El relevamiento de los primeros gobiernos del siglo XXI señala que no hubo ninguna ministra en el período 2000-2005 y tres en 2005-2010 (Berrutti en Defensa; Muñoz en Salud Pública y Marina Arismendi en Desarrollo Social). A mediados de esa administración se incorporaron Daisy Tourné en Interior (2007-2009) y María Simon en Educación y Cultura (2008-2010).

Por otra parte, de 2010 a 2015 Uruguay tuvo dos ministras (Graciela Muslera en Vivienda y Ana María Vignoli en Desarrollo Social), y el récord se plasmó en el período 2015-2020 con cinco ministras (Arismendi en Desarrollo Social; Muñoz en Educación y Cultura; Cosse en Industria, Energía y Minería; Liliam Kechichian en Turismo, y De León en Vivienda).

Cuando asumió el actual presidente, Luis Lacalle Pou, nombró como ministras a Irene Moreira en Vivienda y Azucena Arbeleche, que fue la primera mujer en encabezar la cartera de Economía.

En Uruguay todavía existen ministerios que nunca estuvieron liderados por mujeres: uno es Relaciones Exteriores, el otro es Ganadería, Agricultura y Pesca. El de Ambiente no cuenta porque fue creado en la actual administración. El MTOP será tachado de esa lista a partir de marzo del año que viene.

Un problema que “podría haberse resuelto fácilmente”

El electo secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, dijo este lunes que uno de los obstáculos para llegar a la paridad fue que “hay sectores que no propusieron mujeres”. “Nosotros hicimos el esfuerzo para que varios sectores pudieran avanzar en mujeres. Les hemos propuesto a otras compañeras que declinaron participar, que eran independientes”, argumentó.

Para Niki Johnson, doctora en Ciencia Política, docente e investigadora especializada en temas de representación política, género y democracia paritaria, “si es así y hubo sectores que no propusieron nombres de mujeres, eso podría haberse resuelto fácilmente definiendo que las propuestas tenían que ser paritarias”. En ese sentido, consultada por la diaria, consideró que es “responsabilidad de los sectores” y “después del presidente electo” por “no decir que todas las propuestas de nombres de los sectores debían ser paritarias”.

Por otro lado, la politóloga dijo que el argumento de que hubo “compañeras que declinaron” es “ubicar otra vez en las mujeres la responsabilidad por su no designación”, cuando “el problema es otro”.

Johnson recordó que las bases programáticas del FA “incluían de forma muy clara que la segunda acción prioritaria era proponer la integración paritaria en los tres niveles de gobierno incluyendo la fórmula presidencial e integración de los gabinetes”, y por eso su primera impresión al conocer la integración del nuevo gabinete fue de “decepción”. “Hasta ahora [el FA] venía bien, cumpliendo con esto en términos de las listas electorales, en las internas y en las nacionales parlamentarias, la fórmula era paritaria y ahora llegamos a la designación del gabinete y no se cumple”, enfatizó.

Según su interpretación, “sigue siendo un tema que, aun para un partido que aparentemente ya asumió la importancia de la paridad, porque la tiene aplicada voluntariamente en las listas electorales, en momentos decisivos de designación de figuras políticas no parece ser un criterio relevante o que debe estar reflejado en todos los ámbitos y en todos los equipos de trabajo”.

Este lunes, minutos después del anuncio, Cosse reconoció que la paridad “siempre se puede mejorar” y aseguró que el próximo gobierno “la va a mejorar”, “llevando adelante el programa del FA”. Habrá que esperar.