La valoración es compartida: el Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), creado en 2015, es una política pública positiva y se debe mantener. Así lo entienden los precandidatos nacionalistas, colorados y frenteamplistas. Sin embargo, las diferencias aparecen cuando se trata de valorar el funcionamiento del sistema en los últimos años: mientras desde la coalición hay una visión positiva y hasta se entiende que se mejoró su implementación en comparación con períodos anteriores, en el Frente Amplio (FA) consideran que se lo debilitó y que, incluso, hay una “paralización” de las políticas de cuidados en general, por lo que, de cara al proceso electoral, proponen “sacarlo del ostracismo”.
El SNIC y las políticas de cuidados en general forman parte del programa del FA para el próximo período. Allí se propone “retomar la senda de construcción iniciada en el último gobierno frenteamplista y recuperar la noción de Sistema Nacional de Cuidados como cuarto pilar de la protección social”, que “reconoce el derecho de ser cuidado de las personas dependientes”, así como “la corresponsabilidad social y de género que propone la transformación de las pautas culturales que asigna a las mujeres las tareas de cuidados como trabajo no remunerado”.
Entre las acciones prioritarias que allí se desglosan, se incluye “avanzar hacia la cobertura universal de los servicios de cuidados y diversificar las modalidades, considerando las necesidades específicas de las personas en situación de dependencia y de niñas y niños de diferentes edades”. Asimismo, se propone “diseñar un modelo de financiamiento que asegure la sustentabilidad del sistema de cuidados” y separar “la institucionalidad de cuidados y discapacidad, fortaleciendo ambas áreas”.
En junio de 2020, el gobierno unificó el SNIC con el Programa Nacional de Discapacidad (Pronadis), creando la Secretaría Nacional de Cuidado y Discapacidad, bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, una medida que fue criticada desde la sociedad civil y que el FA propone deshacer. En ese sentido, el exintendente de Canelones y actual precandidato Yamandú Orsi planteó a la diaria que “el gobierno debilitó la institucionalidad del sistema al fusionarlo con el Programa Nacional de Discapacidad, y puso un freno al aumento de coberturas que se requería para cumplir con el principio de universalidad de los derechos a la atención, a los servicios y prestaciones, para todas las personas dependientes y en condiciones de igualdad”.
Para Orsi, “el impulso del primer ciclo [2015-2020] se vio frenado por la actual administración” y “hoy día, los servicios siguen funcionando, pero no han crecido en sus coberturas como se esperaba”. “Se mantuvieron las coberturas, o aumentaron muy poco, y en cinco años esto implica un estancamiento”, consideró. Como contrapartida, en un eventual gobierno del FA, entiende que “habrá que evaluar la dotación de mayores inversiones” para financiar esta política pública y “aumentar las coberturas de servicios públicos o crear nuevos, para, por ejemplo, las personas mayores, que siguen sin servicios estatales que sustituyan adecuadamente el cuidado familiar”.
Partiendo de la base de que “la pobreza infantil será una de las prioridades para un próximo gobierno de izquierda”, el precandidato afirma que se deberá “aumentar las coberturas en primera infancia y llevarlas al doble turno”, porque “la realidad es que con cuatro horas nadie puede salir a trabajar y parar la olla”. “Se requieren servicios de ocho horas que permitan desarrollar de manera integral el proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños, pero también para encontrar la mejor manera de liberar el tiempo de las personas adultas del hogar, fundamentalmente de las mujeres, para que se inserten en el mercado laboral”.
Orsi agregó que “las coberturas del programa de Asistentes Personales también deben revisarse, y que no sólo se enfoquen en dependencias severas”, así como “aumentar los tiempos que las licencias de maternidad y de paternidad garantizan hoy para cuidar, sobre todo las de paternidad, y promover un mayor involucramiento de los padres en el cuidado de los bebés”, dado que, “hoy en día, 98% de quienes toman el medio horario son mujeres, pudiendo los padres hacerlo”.
En tanto, la senadora frenteamplista Silvia Nane, coordinadora de programa de la precandidatura de Carolina Cosse, sostuvo que la fusión del SNIC con el Pronadis fue un “error conceptual enorme, que desdibuja las funciones de ambas áreas, primero, porque discapacidad y cuidados no son lo mismo”. En diálogo con la diaria, Nane evaluó que el SNIC “está estancado y sin rumbo” y que “estos últimos cuatro años han sido prácticamente de paralización de las políticas de cuidado”. “Eso implica que hoy hay que repensar todo el programa” y “reimpulsarlo, darle el lugar de importancia que merece, y dotarlo de recursos económicos”.
“Debemos aumentar la cobertura de cuidado con calidad, desarrollar la formalización y profesionalización de las personas que trabajan en cuidados, avanzando también en la regulación de estos, generar mecanismos de financiamiento que aseguren su sustentabilidad y mejorar la situación de su institucionalidad”, señaló. Por otra parte, Nane destacó que “desarrollar una política integral de cuidados trae como consecuencia una mayor inserción de las mujeres en el mundo del trabajo y en el sistema educativo” y que, “además, si se piensa en forma integral, tiene repercusión positiva en la infancia, donde hoy hay un 20% de pobreza”, dado que “dos de cada tres hogares pobres son hogares monoparentales, y el 90% de ellos, de jefatura femenina”.
Por su parte, el senador y precandidato Mario Bergara dijo a la diaria que “instalar el sistema fue un gran acierto”, pero lamentó que “luego de ese inicio tan promisorio y esperanzador, que nos puso a la vanguardia en la región, el actual gobierno tomó la decisión de quitarle prioridad”. “No cerró el sistema, seguramente para no asumir los costos políticos de hacerlo, pero lo relegó, le quitó recursos y lo fusionó con las políticas de discapacidad, lo cual es un gran error político y conceptual”, remarcó.
En ese sentido, Bergara consideró que “hoy lo que se necesita es retomar la senda que se había trazado al inicio: sacarlo del ostracismo, consagrarlo como una política prioritaria, retomar la articulación institucional que se llevaba adelante y volver a convocar a la sociedad civil para dialogar en torno a una nueva estrategia de desarrollo considerando las tres poblaciones objetivo: primera infancia, personas con discapacidades y personas mayores”.
Seguir el rumbo
La visión desde el oficialismo es diametralmente opuesta a la del FA en lo que respecta al balance del sistema. Florencia Krall, directora del SNIC y referente en cuidados en el equipo técnico del precandidato nacionalista Álvaro Delgado, sostuvo que “se hace una evaluación positiva tanto cualitativa como cuantitativa”, basada en que “se impulsaron verdaderos cambios en el modelo de gestión del programa de Asistentes Personales [para el que se destina un promedio de 40 millones de dólares anuales]”, pasando “de un modelo de prestación individual, que involucra más de 6.000 relaciones laborales individuales inestables y faltas de certezas jurídicas, hacia la provisión colectiva, inicialmente a través de cooperativas de asistentes personales”.
Krall destacó también la creación del programa de facilitador de autonomía para centros educativos, así como –en términos cuantitativos– que se alcanzó en 2023 “el guarismo de 6.000 binomios de asistentes personales-usuarios”. A esto sumó “el refuerzo presupuestal que vino para toda la primera infancia, o el refuerzo que también conseguimos por ley para el piloto para el programa de facilitador de autonomía”. Sin embargo, acotó que “frente a la demanda social en todos los programas, el presupuesto siempre resulta insuficiente”.
Sobre el tema presupuestario, Krall indicó que cuando se creó el sistema no se “pensó en la sostenibilidad de este”. En ese sentido, hizo referencia a dos artículos de la Ley de Reforma de la Seguridad Social (297 y 298) que establecen la implementación de una consultoría para analizar “todos los componentes del sistema, los dispositivos actuales y su sostenibilidad a 30 años”. Los resultados de dicha auditoría servirán de insumo para el trabajo de los equipos técnicos de Delgado, indicó Krall, si bien adelantó que “se continuará en la línea de la gestión que ya se viene realizando” en materia de cuidados.
En tanto, desde el equipo de Sumar, que respalda la precandidatura de Laura Raffo en el Partido Nacional, entienden que, “para mejorar, se debe pensar en cómo financiar el SNIC de manera autónoma, que no tenga que depender de Rentas Generales, y debe haber un debate nacional respecto a qué situaciones de dependencia y sus cuidados se van a atender”, según indicó a la diaria Rosana García Paz, integrante del equipo técnico de Raffo.
Entre las “líneas o ejes orientadores” que podrían traducirse en modificaciones del sistema, García destacó la priorización de “las mujeres jefas de hogar con hijos menores o adultos mayores a cargo, la existencia de profesionales con formación en cuidados en centros en los cuales existan personas con algún grado de dependencia y la utilización de dispositivos tecnológicos multimodales de innovación para lograr la autonomía de las personas con dependencia”.
“Es necesario seguir avanzando, pero creo que vamos en el rumbo correcto”, valoran Desirée Pagliarini y Antonio Manzi, referentes de género y políticas sociales, respectivamente, en el equipo de asesores del precandidato colorado Robert Silva. Consultados por la diaria, destacaron como medidas necesarias “profundizar en la descentralización, mapeando los lugares donde se necesitan más los servicios”, lo que comprende “avanzar en que la totalidad de los jardines comunes de ANEP sean de tiempo completo o extendido”, así como “avanzar en las escuelas de tiempo completo”.
La precandidatura de Silva también promoverá un impulso de la “oferta de capacitaciones laborales para hogares monoparentales con jefatura femenina, articulando políticas entre Inefop y el SNIC”, y “profundizar la articulación entre el sector público y el privado, apostando a hacer convenios con empresas para que creen y gestionen centros de cuidados para sus empleados y reciban por ello beneficios, y que estos centros sean extensibles a las comunidades aledañas”. Por otra parte, se plantea “avanzar en la capacitación de cuidadores y en la teleasistencia”.
En tanto, los equipos técnicos del precandidato colorado Gabriel Gurméndez entienden que, si bien el diseño del SNIC “nos posicionó como de vanguardia en la región, la brecha que existe entre diseño e implementación es enorme”, sin perjuicio de que destacan “el avance que se ha realizado en este período de gobierno en corregir algunos errores de diseño muy significativos, como la fragilidad del vínculo laboral entre cuidadores y familias”.
En adelante, el equipo de Gurméndez propone “que el Estado mejore sus capacidades de planificación y regulación, así como también mejorar el monitoreo y evaluación de la calidad de los servicios que presta”, y también recuerda que la auditoría prevista en la reforma jubilatoria es “clave” para tener una proyección completa y conjunta de la previsión social y el Sistema de Cuidados, “para un horizonte de 30 años”.
En tanto, el ministro de Turismo y también precandidato colorado Tabaré Viera dijo a la diaria que está “convencido de que el tema de los cuidados es medular para el desarrollo social, el funcionamiento familiar y el crecimiento de las mujeres”, y valoró que “el ritmo de implantación del proyecto inicial ha sido totalmente bajo y que es necesario lograr un financiamiento acorde a las necesidades urgentes” de los uruguayos “para atender a nuestros abuelos, niños y enfermos crónicos”. “Estamos totalmente comprometidos a promover medidas y recursos para darle una nueva dimensión al sistema”, aseguró.