Entre las propuestas presentadas a lo largo de este mes para promover la autonomía económica de las mujeres, resalta el programa Transforma, que está dirigido específicamente a trabajadoras sexuales y mujeres en proceso de salida de violencia basada en género, poblaciones que enfrentan múltiples barreras a la hora de generar ingresos propios. El proyecto, que fue presentado este miércoles, es coordinado por la asociación civil El Paso y la consultora Efecta, en alianza con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop). En las últimas horas, sumó además el apoyo del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Transforma incluye tres formaciones que en principio se implementarán en Montevideo y Cerro Largo. Una de ellas, que se desarrollará en los dos departamentos, es sobre “ideación y validación de idea de negocio” y está dirigida a las mujeres que “quieran comenzar un proceso de reconversión laboral impulsando una idea de negocio”. A su vez, habrá una capacitación –sólo en Montevideo– para el “fortalecimiento de habilidades transversales para la empleabilidad”, dirigida a aquellas que “quieran comenzar un proceso de reinserción en el mercado laboral formal”.

La diferencia entre una y otra tiene que ver con los intereses de cada participante. La primera está pensada para mujeres que ya tienen pequeños emprendimientos y quieran fortalecerlos. La segunda, en cambio, es para las que “quieran incluirse en el mercado laboral formal”, por lo que se trabajará en “las herramientas para presentarse en una entrevista de trabajo, cómo organizar un currículum, cómo desarrollar las competencias que son necesarias para el mercado laboral hoy”, explicó a la diaria la socióloga Cristina Prego, directora de El Paso.

Por otra parte, el programa prevé una formación orientada a mujeres líderes de empresas, responsables de proyectos y referentes en áreas de recursos humanos para que “la mirada de género pueda ser de alguna forma trasladada a la política empresarial y además puedan interpretar la expresión del daño de la violencia en el marco del mercado laboral y especialmente cómo reciben a estas mujeres y qué acompañamientos son necesarios”, especificó Prego. Este grupo funcionará sólo en Montevideo.

En todos los casos, serán instancias semanales y en formato híbrido. El programa garantiza el medio de transporte para que todas las participantes puedan asistir y también un espacio de cuidados para niñas y niños. “La idea es que no ni los cuidados ni el dinero para transportarse sean una limitante para que estas mujeres puedan estar en el proceso”, detalló la especialista. Aseguró que, además de las personas formadoras, las trabajadoras sexuales y las sobrevivientes de violencia van a contar con un acompañamiento psicosocial y legal durante todo el proceso.

Las inscripciones ya están abiertas: hay tiempo para anotarse hasta el 10 de abril en Cerro Largo y hasta el 21 de abril en Montevideo. Los cupos son reducidos (20 para Montevideo, diez para Cerro Largo y 20 para mujeres líderes de empresas). Toda la información está disponible en la página web de El Paso.

Otra herramienta para salir de la violencia

La idea de crear Transforma surgió después de que las integrantes de El Paso detectaran que tanto las sobrevivientes de violencia como las trabajadoras sexuales que acudían a los servicios tenían “muchas dificultades para incluirse en el mercado laboral”, según señaló Prego. “Las mujeres que están en situaciones de violencia basada en género tienen muchas dificultades por un tema de la propia situación, en las que sus parejas, por ejemplo, no les permiten trabajar o formarse, por lo tanto, pierden habilidades y sus currículums expresan que no han podido incluirse en el mercado laboral” o “por las tareas de cuidado que, en un contexto de violencia, están muy centradas en las mujeres”, dijo la socióloga.

En el trabajo sexual, la dificultad se refleja en el tema de los horarios, ya que “está más orientado a la noche”, entonces la “posibilidad de ir complementando tareas con el mercado laboral formal se hace mucho más difícil”.

La directora aclaró que, para este programa, no está considerado que “las mujeres en trabajo sexual tengan que expresar vivir alguna situación de violencia, más allá de que sabemos que la propia lógica del trabajo sexual genera violencia de género para las mujeres”, sino que “una mujer que quiera desarrollarse en otras áreas que no sea el trabajo sexual para su supervivencia o que necesite reducir la cantidad de horas de exposición al trabajo sexual va a poder ser incorporada al proyecto si le interesa”.

Si bien esta convocatoria se limita a Montevideo y Cerro Largo, no se descarta que eventualmente pueda llegar a otros rincones del país. Dependerá de la cantidad de personas que se inscriban y de las líneas de financiamiento que se encuentren. “Las situaciones de violencia no se reducen sólo con un acompañamiento psicosocial y legal, que es muy importante, sino también con otra cantidad de baterías de política pública donde el empleo es fundamental, y un empleo de calidad y que reconozca el daño de la violencia. Nosotras veíamos que esto puede aportar hacia ahí”, enfatizó Prego, y en ese sentido adelantó que “si hay posibilidad de seguir trabajándolo lo vamos a seguir haciendo porque es fundamental para salir de la violencia de género”.