La nueva Encuesta de Usos de Tecnologías de la Información y la Comunicación (UTIC), realizada por la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), Presidencia y el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirmó que Uruguay mantiene niveles muy altos de acceso a internet y dispositivos digitales. Sin embargo, también reveló desigualdades en el acceso a computadoras y en las habilidades necesarias para aprovechar plenamente las tecnologías emergentes.
El informe, que fue publicado el martes, advirtió que el perfil de las personas que no utilizan internet mantiene “características socioculturales diferenciadas”. El 94% de quienes no se conectan tiene más de 50 años, el 74% reside en el interior del país y el 80% pertenece a hogares de nivel educativo bajo. Este patrón, señaló el reporte, refleja “la persistencia de brechas estructurales en el acceso a internet”, pese a la expansión de la conectividad en la última década.
Durante el evento Agesic 2025: el Mundo es Digital, varias autoridades coincidieron en que el desafío ya no es conectar a las personas, sino garantizar una ciudadanía digital plena.
“Cuando miran la inclusión, Uruguay es de los lugares que está mejor. Cuando se mide dispositivo y conexión, tenemos números realmente impresionantes. Pero ¿todas las personas son capaces de comprar su entrada de cine? No. La cantidad de personas que transaccionan con privados o con el Estado está en torno al 65% o 70%. Hay un 30% que no hace transacciones. Si el mundo es digital, nosotros los estamos condenando a ser ciudadanos de categoría B. Eso no es una ciudadanía plena”, afirmó el director ejecutivo de la Agesic, Daniel Mordecki, durante la apertura del evento.
Mordecki sostuvo que el Estado debe asumir un rol activo para reducir esa brecha: “Necesitamos una política que garantice que los ciudadanos puedan hacer un uso seguro, consciente y libre de las herramientas digitales”.
En la misma línea, Virginia Pardo, directora de la Sociedad de la Información de la Agesic, dijo durante el evento que “son datos que nos conmueven, nos movilizan y nos preocupan”. “Uruguay está muy bien en conectividad comparado con la región, hay acceso universal a internet, todos somos usuarios, se accede al celular, pero seguimos teniendo un conjunto importante que no accede a la información a nivel de servicios”, afirmó.
Pardo señaló que las principales brechas se concentran en tres áreas: nivel educativo bajo, interior del país y población mayor.
La especialista senior del Banco Interamericano de Desarrollo, María Inés Vásquez, coincidió en la necesidad de responder a estas brechas: “Compartimos la preocupación por este mundo digital que estamos construyendo. Queremos que la transición hacia un mundo completamente digital sea equitativa. Es fundamental reducir las brechas digitales para que todos accedan a los beneficios de la tecnología”.
Por su parte, Karina Acosta, coordinadora de Espacios MEC (Ministerio de Educación y Cultura), destacó la importancia del trabajo territorial: “La brecha digital se suma a otras brechas existentes, por lo que esto es una tarea colectiva. Desde el MEC buscamos alianzas para trabajar en conjunto y llegar a la población más excluida”.
Cifras
Según el estudio, el 92% de las personas de 14 años o más usa internet y un 84% lo hace a diario. El acceso a internet en los hogares alcanza el 94%, lo que consolida la universalidad del servicio en el país. Asimismo, el mayor crecimiento se registró entre mayores de 65 años, aunque su nivel de uso sigue por debajo del promedio. El informe reportó que aunque el acceso es amplio, la calidad varía según los ingresos. Mientras el 89% de los hogares del quintil más alto cuenta con banda ancha fija, en el quintil más bajo apenas llega al 55%.
Aunque el 98% de los hogares tiene al menos un celular, sólo el 57% dispone de una computadora. “En el acceso a computadoras, se detectan diferencias relevantes según niveles de ingreso, pasando del 45% en los niveles de bajos ingresos (quintil 1) al 76% en los hogares de ingresos más altos (quintil 5)”, indicó.
Los dispositivos del Plan Ceibal ayudan a compensar: están presentes en el 43% de los hogares de menores ingresos.
Asimismo, el informe señaló que el perfil de las personas que no utilizan internet presenta “características socioculturales diferenciadas”, como la edad (94% de las personas que no lo usan tienen más de 50 años), la región (74% vive en el interior), y el nivel educativo (80% pertenece al grupo de nivel bajo), lo que “evidencia la persistencia de brechas estructurales en el acceso a internet”.
“Garantizar el acceso a la información y a los servicios públicos de las personas no internautas representa un desafío para la política pública, y requiere de especializar la atención a dicho segmento, con apoyo de la transformación digital”, indicó.
De cada diez internautas, seis hicieron al menos un trámite digital con el Estado recientemente. “La forma empleada para la realización de trámites (presencial o en línea) se correlaciona con el nivel educativo de la persona, observando una mayor presencia del canal digital en el segmento de personas de nivel educativo alto, y una preponderancia del canal presencial para personas de nivel educativo bajo”, agregó.
Las habilidades digitales muestran “brechas importantes por nivel educativo, las cuales se acentúan a medida que las actividades implican una mayor complejidad; como es el caso de las cuestiones vinculadas a la creación de contenido o resolución de problemas: por ejemplo, únicamente el 16% de personas de nivel educativo bajo pueden usar fórmulas en una hoja de cálculo sin la ayuda de otro, frente al 70% de nivel alto”, añadió.
Por último, el análisis por nivel educativo evidencia “importantes desigualdades”: entre las personas internautas de nivel educativo alto el uso del correo electrónico alcanza el 94% y las videollamadas el 92%, mientras que entre personas con menor nivel educativo estas cifras descienden a 45% y 81%, respectivamente.