Lo que para el Estado, las empresas o los hogares es sólo basura electrónica, para el programa Antel Integra es una oportunidad. Desde 2010, la iniciativa de la empresa pública Antel recupera computadoras destinadas al descarte, las reacondiciona y las devuelve a la sociedad convertidas en herramientas de acceso al conocimiento, inclusión digital y formación.
La iniciativa, que propone un modelo de bajo costo y pretende cruzar economía circular, promover la primera experiencia laboral en jóvenes y brindar acceso a la tecnología, ganó hace unos días el primer premio Uruguay Circular 2025, otorgado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería.
El programa no sólo busca extender la vida útil de miles de equipos y evitar su descarte, sino que pretende equipar con computadoras a clubes de barrio, organizaciones sociales, hogares de jubilados y salas informáticas en cárceles de todo el país, dijo a la diaria Federico Urbina, jefe de la unidad de Tecnologías Abiertas y responsable de Antel Integra desde su inicio.
Según Urbina, el premio Uruguay Circular que recibió el programa hace unos días significa un reconocimiento a la trayectoria y es “clave” en momentos en que muchas veces la propuesta no está “muy difundida”. “Siempre que hablo con personas en diferentes ámbitos, hay una que no conoce o no tiene presente al programa. Por tanto, el reconocimiento es un estímulo a seguir trabajando y a reforzar lo que estamos haciendo”, remarcó.
A lo largo de más de una década, el programa se transformó en una primera experiencia laboral para jóvenes estudiantes de UTU y en una plataforma de innovación pública, capaz de adaptar software y hardware para personas con discapacidades y jóvenes con enfermedades raras.
Sobre el proyecto
Antel Integra recibe equipos viejos de instituciones públicas y los reacondiciona para que puedan seguir siendo utilizados. “El objetivo es fomentar la digitalización y el acceso al conocimiento por parte de la población”, relató Urbina.
En los inicios del programa, las autoridades encontraron que muchas personas no tenían acceso a una computadora y el uso del celular estaba poco difundido, a pesar de que ya existía el internet gratuito. “Frente a esta situación, buscamos entregar computadoras, servidores y equipamiento informático que generalmente el Estado deja de usar y que podía ser brindado a la población que lo necesite”, explicó el también ingeniero en sistemas.
Como ejemplo, puso el caso de los clubes de barrio que solicitan armar una sala. “Les entregamos computadoras y conexión para que usen los equipos para capacitarse, usarlos a diario, con un fin lúdico o lo que prefieran”, indicó.
Impacto
Antel Integra ha recibido cerca de 35.000 equipos, de los cuales donó unos 17.000, lo que representa una recuperación en el entorno del 50%. “Desarmamos el equipo con todos sus componentes por separado. Antel Integra prácticamente no compra nada. Lo único que se gasta es en cajas de cartón. El programa representa un muy bajo costo”, remarcó Urbina.
En total, la iniciativa donó computadoras a aproximadamente 1.300 instituciones. Urbina puso el ejemplo de la Organización Nacional Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), donde el programa brindó cerca de 500 equipos. Asimismo, se capacitó a los jubilados para que pudieran utilizar las computadoras.
Otro caso son todas las cárceles del país, que cuentan con una sala informática equipada con los equipos de Antel Integra y la conexión brindada por la empresa estatal. “En las salas, los reclusos asisten a sus clases. Es un convenio de hace muchos años con el Ministerio del Interior y los equipos y la conexión son mantenidos por Antel”, resaltó.
Asimismo, mediante un convenio con el BPS, el programa trabaja con el Centro de Referencia Nacional de Defectos Congénitos y Enfermedades Raras, donde asisten niños, niñas y adolescentes con enfermedades congénitas poco frecuentes. En ese marco, Antel Integra adapta el software y el equipamiento para garantizar que las computadoras sean accesibles e inclusivas, ajustadas a las necesidades específicas de cada usuario.
“Estamos hablando de mouse de mentón, dispositivos con botones especiales, teclados adaptados y software que permite, por ejemplo, mover el cursor con los ojos o con la cabeza”, explicó. Según detalló, actualmente el 99% de los pacientes que se atienden en ese centro cuentan con equipos provistos por Antel Integra. “En definitiva, lo que hacemos es modificar el software de base para que esas computadoras puedan ser realmente utilizadas por los chiquilines”, afirmó.
Primera experiencia laboral para jóvenes
El programa pretende reutilizar y reparar los equipos. “No reciclamos los aparatos. Le damos el valor por lo que son y ese equipamiento que tenía ya destinado a un fin de desecho se extiende y se utiliza como una computadora. De esa manera, extendemos la vida útil y logramos evitar que los equipos se desechen”.
En el proyecto trabajan estudiantes de UTU de 17 y 18 años que están finalizando el bachiller en informática y son empleados por Antel por medio de becas renovables anualmente. Desde el comienzo de la iniciativa hasta este año, más de 100 jóvenes han tenido sus primeras experiencias laborales a partir de Antel Integra.
Asimismo, para la reparación de los equipos se utiliza software libre para evitar generar costos que deban ser enfrentados por Antel y les permite a los técnicos desarrollar nuevo conocimiento al adaptar dicho programa a los equipamientos. “Utilizamos ese software para que las personas puedan hacer todo desde su casa con las computadoras que reciben”, remarcó.
Escala
En el caso de que las personas no quieran usar más los equipos de Antel Integra, el programa lo destina a dos empresas que se encargan de gestionar los desechos electrónicos. “Hay necesidad insatisfecha por parte de la sociedad porque siguen pidiendo equipos. El ejemplo de Antel Integra podría ser replicable en otros sectores”, consideró Urbina.
Actualmente, el programa trabaja con el Ministerio de Ambiente en una nueva legislación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). “Este ministerio nos toma como un ejemplo para intentar contagiar la experiencia y la dinámica de trabajo que tenemos. Se toma a Integra como un piso, por su experiencia, su dinámica con la sociedad y cómo entiende los procesos”. “Antel tomó la decisión de tomar la iniciativa como la base del proyecto estratégico Ambiente, Sociedad y Gobernanza. Hay un margen de crecimiento para que Antel Integra pueda seguir aumentando en términos de escala, alcance territorial o tipos de dispositivos”, afirmó.
El líder del programa consideró que la iniciativa opera al 50% o 60% de su capacidad y sostuvo que este número depende de las peticiones que se realicen desde las organizaciones. “En promedio, donamos 2.000 equipos por año. Lo que queda en el tintero es cómo podemos descentralizar aún más para llegar al interior del país”.
Sostuvo que el programa podría operar en cada departamento con un grupo de 20 integrantes. “Eso perfectamente se puede hacer y se podría articular con otras entidades y organismos”, afirmó. A mediano plazo, Urbina imaginó que podría servir como una “base estratégica” para la empresa estatal en materia de ambiente, sociedad y gobernanza.