Dando un golpe de autoridad en las últimas etapas, incluida una escapada en solitario de poco más de 80 kilómetros subiendo el Colle delle Finestre, donde destrozó a sus rivales y se quedó con la malla rosa que tenía su compatriota Simon Yates, el británico –nacido en Kenia– Chris Froome ganó el 101º Giro d’Italia con 46 segundos de ventaja sobre el segundo, el holandés Tom Dumoulin. El podio lo completó el colombiano Miguel Ángel López. Con las victorias del año pasado en el Tour de France y en la Vuelta a España, Froome completa el trío consecutivo de las carreras grandes, aunque no en la misma temporada.

“Estoy sin palabras, muy emocionado. Es un sueño estar aquí con la maglia [sic] rosa”, declaró Froome a la RAI tras terminar la competencia. Además, en perfecto italiano, sintetizó: “Para un ciclista no hay nada más grande”.