1) ¿Hay noticia sin contexto?

2) ¿El contexto no es parte de la noticia?

3) ¿Existe periodismo posible sin el desarrollo de las situación -más o menos noticiosa, no importa: al cabo, ¿qué cosa es una noticia?- sin la argumentación entera, sin la noticia entera?

4) De otra manera: ¿es lo mismo decir o escribir “Juan, protagonista de un choque terrible” que decir o escribir “Juan, protagonista de un choque terrible mientras manejaba a 20 kilómetros por hora y un elefante se le cayó encima”?

5) Y hasta de otra manera, ¿es lo mismo decir que el preparador físico argentino Fernando SIgnorini, un experto en la materia, responsable del trabajo en ese área con Diego Maradona durante muchos años y en particular en los años más dorados de Maradona, hizo “apología de la droga” que detallar la oralidad completa de un largo parlamento de Signorini, en un documental de National Geographic en América Latina, para explicar la relación de Maradona con la droga y con el éxito y asumir que la demanda social y política de éxito abre las puertas al vínculo con lo que habitualmente llamamos drogas?

6) Cuando el discurso de Signorini se presenta fragmentado alrededor de su expresión “bien hizo Diego en drogarse” en el marco de un extenso testimonio en el que, entre otras miradas, refuerza su rechazo a la cocaína y a lo que coloquialmente denominamos drogas (decimos “coloquialmente” porque, como dicen unos cuantos estudiosos del tema, la existencia está saturada de drogas a las que no bautizamos con el nombre de drogas), ¿hacemos periodismo o hacemos otra cosa? Y si no es periodismo, ¿qué es esa cosa que hacemos?

7) Acostumbrado a observar prácticas ejercidas en el nombre del periodismo, Signorini le contesta a alguien que se desempeña en televisión y en las redes sociales y que usa la expresión “Apología de la droga” para referirse a los dichos de Signorini. La respuesta del preparador físico, hecha pública en Twitter, dice así: “Descontextualizar... Apología del 'Niembrismo'? Título literal, dentro de un contexto y entrevista editada. Si Diego no se hubiese drogado, quizás hubiese tomado una peor elección (que drogarse). La droga es una enfermedad, mata, es a la humanidad lo que usted es al periodismo”. ¿Esa respuesta es o no es una sugerente apertura para pensar de qué hablamos cuando hablamos de periodismo, en qué consiste una nota, cuál es el sentido de presentar y de “polemizar” sobre frases sueltas en lugar de exponer desarrollos completos y argumentados con los que se puede coincidir, diferir, las dos cosas o ninguna? ¿Hay periodismo cuando ahorramos el desarrollo argumental en algo que tiene argumentos?

8) ¿Por qué en el mismo hilo “polémico” y mediatizado (que no es lo mismo que publicarlo en los medios: los medios se llaman medios porque median y no porque mediatizan) no aparece esta argumentación de Signorini, expuesta en la misma entrevista: “Hay razones que justifican el hecho de que un chico que sale de los lugares que sale y de pronto está en la cima del mundo, al que se le exige que tiene que hacer todo bien, busque alguna manera artificial de estar a la altura de lo que él quiere. Él solo no podía. La muchedumbre exigía más, los dirigentes exigían más, los medios de difusión exigían más, todo el mundo le exigía”?

9) Y, en la misma lógica, por qué también está salteada esta otra, vigorosa y analizable comprensión de Signorini en el mismo material: “Debe ser que la droga te da esa cosa que a vos te falta para poder representar el rol en esta nueva versión del circo romano que es la sociedad de hoy. Es pura hipocresía. Hasta bien hizo Diego en drogarse. Porque si no lo hubiera hecho, seguramente no hubiera podido, de ninguna manera, llegar a donde llegó”?

10) Si la condición humana se distingue por la posibilidad de ejercer la riqueza de ser complejos, ¿a qué nos reducimos cuando nos entrampamos en la simplificación? ¿Somos la prueba de eso que el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, referencial pensador de la posmodernidad, llamaba “modernidad líquida”, o sea una sociedad en la que todo se diluye, carece de solidez, pero igual es expresado como si la tuviera?

11) Si el periodismo, según viejos y no tan viejos maestros de la actividad, es ejercido para entender, decodificar, contar y transformar la condición humana, pero implica ejercer, a la vez, nuestra propia posibilidad de ser sujetos complejos, sujetos enriquecidos porque podemos ser complejos, ¿qué carajo hacemos cuando brutalizamos e ignoramos, cuando fomentamos la brutalidad y la ignorancia, en la negación de la complejidad? ¿Somos periodistas cuando descomplejizamos, descontextualizamos, afirmamos y no problematizamos? ¿Somos periodistas cuando “opinamos”, lanzamos tuits, tiramos aseveraciones al viento y no fundamentamos nada de eso? ¿Somos periodistas cuando hacemos algo de eso o no sólo que no lo somos sino que, al mismo tiempo, quizás seamos una o varias mierdas?