La llevó ahí, de estudio, como analizando qué hacer en cada vuelta. María Pía Fernández largó la carrera de los 3.000 metros y la llevó en el pelotón. Estrategia pura. Luego de las primeras vueltas, fue buscando el mejor lugar. En el último giro María Pía salió fuerte, agarró la cabeza de la carrera y fue imparable: ganó por varios metros de distancia. Con un tiempo final de 9 minutos, 16 segundos y 16 centésimas, logró la primera posición y obtuvo la medalla de oro en el torneo Iberoamericano de Atletismo que se desarrolló en Trujillo, Perú. Enorme desempeño de la atleta de Flores, quien el sábado también ganó la medalla de plata en los 1.500 metros.

El medallero para Uruguay, además de las dos medallas de María Pía Fernández, tuvo otras dos platas y un bronce. La primera de las uruguayas en competir fue Lorena Aires. Con un salto de 1,81 metros, la atleta celeste logró la segunda posición y la presea plateada con mucha luz: la peruana Candy Toche obtuvo el bronce tras saltar 1,70. El oro fue para una de las mejores del mundo en la disciplina, la colombiana María Fernando Murillo, quien puso una marca de 1,84 metros.

La segunda plata fue la de Fernández en otra de sus especialidades: los 1.500 metros. La carrera fue pareja y tuvo a la uruguaya y a la española Solange Pereira como protagonistas. En un final reñido, la europea logró imponerse en los últimos metros. Su marca fue de 4 minutos, 18 segundos y 31 centésimas –34 centésimas menos que María Pía–. El bronce fue para la argentina Mariana Borelli, quien llegó dos segundos después que las primeras.

La tercera y última medalla de plata fue la de Déborah Rodríguez en los 800 metros. La velocista uruguaya, tras una carrera que la tuvo como protagonista siempre, entró en el segundo lugar, mientras que el oro y el bronce se fueron para España. La ganadora, quien sacó buena distancia a los 600 metros de carrera y resultó imposible de alcanzar, fue Esther Guerrero. En el tercer lugar, completó el podio Natalia Romero.

Una lesión reciente le jugó una mala pasada al sanducero Emiliano Lasa. Es el mejor del continente en salto largo, pero no pudo desempeñarse al 100%. De todas formas, con un salto de 7,79 metros –lejos de su mejor marca, los 8,26 metros que hizo en los pasados Juegos Odesur– le alcanzó para obtener la medalla de bronce. El ganador de la prueba fue el peruano José Mandros, que saltó 7,87 metros.