Nacional cumplió el objetivo del semestre y jugó el partido más importante –hasta ahora– como tenía que hacerlo. Ganó 2-0 –resultado que necesitaba para clasificarse– y se metió en los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Nacional volverá a jugar el miércoles 3 de octubre, por el Campeonato Uruguayo, de tarde en el estadio Belvedere, el pico que quedó pendiente con Liverpool el fin de semana, cuando el partido fue suspendido a los 58 minutos de juego. Este fin de semana los tricolores tendrán libre y ganarán los puntos por el partido que tenían que disputar con El Tanque Sisley. Por la Sudamericana los bolsos se enfrentarán al ganador de Fluminense y Deportivo Cuenca, que definirán la serie la semana que viene (en la ida jugada en Ecuador ganaron los brasileños 2-0).

Con un pedazo de hombro y otro pedazo del pecho Matías Zunino puso el primer gol de la noche. 1-0 a los diez minutos, la noche pintaba bien. Medio gol hay que adjudicárselo al argentino Gonzalo Bergessio, que atacó la pelota con fuerza y convicción, le ganó el cabezazo a los defensores argentinos y estrelló la pelota en la base del palo izquierdo de Nicolás Navarro. De ese rebote vino el gol de Zunino, que apareció de manera muy oportuna, como ya sabiendo hacia dónde se dirigiría el balón. Los minutos posteriores tuvieron un solo dominador: Nacional. Hasta el final del primer tiempo daba la sensación de que el segundo podía caer, y era lo que necesitaban los tricolores para clasificarse a los cuartos de final. Gonzalo Castro fue muy importante en los avances del equipo de Alexander Medina, y en el fondo reinaba la tranquilidad, porque San Lorenzo casi que no atacó, sin la presencia desde los 36 minutos de su capitán y goleador, Nicolás Blandi, que salió de la cancha lesionado.

Jerarquía

La segunda parte fue una continuación de la primera. Nacional yendo a buscar el resultado que necesitaba y San Lorenzo replegado para buscar un contragolpe: nada de los cuervos en ataque. Bergessio tenía la llave del gol, la tomó y abrió la puerta. Un pelotazo que vino desde la mitad de la cancha lo encontró solo frente a Navarro –con su corrida le comió la espalda a un zaguero del ciclón– y la definición de zurda, con la pelota cruzada, fue perfecta. La pelota entró contra el palo, como pidiendo permiso. 2-0 y todo para meterse entre los ocho mejores de la Sudamericana. Con la ventaja en el marcador y en jugadores en la cancha (Bautista Merlini se fue expulsado) Nacional manejó el trámite del partido, aunque no sin sufrir en el final. Bergessio fue el gran responsable no sólo de los goles de Nacional, sino que en gran parte de la clasificación de los tricolores el argentino va a porcentaje, ya que en Buenos Aires se hizo cargo de un penal cuando el partido estaba complicadísimo. Se le puede agregar que en el campeonato local también es el goleador de Nacional: ha sido un año redondo el del delantero. Si Bergessio y Zunino fueron importantísimos para la victoria, Esteban Conde no se quedó atrás. El golero de Nacional, como pasa casi siempre, volvió a ser una figura determinante para su equipo: en una de las últimas jugadas se mandó una tapada monumental para conservar su arco sin goles. Era el descuento, pero Conde siempre está.