Importantísimo, agónico triunfo de Wanderers para mantenerse con chances de pelear el Torneo Clausura hasta el final. Cuando parecía que la tarde-noche se iba con empate en el Parque Viera, apareció el economista Diego Riolfo para mandarla adentro con un zapatazo de derecha y hacer estéril la estirada del gran golero de los gauchos, Sebastián Fuentes. La victoria les vino como anillo al dedo a los de Eduardo Espinel, que vienen en remontada y aprovecharon el traspié de Peñarol para ponerse a cinco puntos de los aurinegros en el campeonato. Nada mal, pensando en que aún faltan cinco etapas para el final de la temporada. Hoy, a la espera de lo que pase entre Liverpool y Nacional, los del Prado son los únicos escoltas de los carboneros. Además, Wanderers sigue en alza, buscando clasificarse a la Copa Libertadores; si no lo logra, da la sensación de que a la Sudamericana irá seguro.

El partido empezó con la victoria parcial de los locatarios, tras el gol de Manuel Castro, pero luego la tarde se complicó. Primero, un penal para Progreso que Ignacio de Arruabarrena le contuvo a Gonzalo Montes, pero en la recarga y tras un tiro de esquina llegó el empate de cabeza de Ignacio Lemmo, que luego, en el segundo tiempo, también pondría el 2-1 para los tejanos. Con Wanderers a punto de caer, Progreso estaba para liquidarlo, y de hecho tuvo la chance, pero el bohemio se salvó en la línea. Después, ganas y más ganas: Emanuel Gularte lo empató a los 73 minutos y lo dicho, Riolfo les dio tremenda alegría a sus hinchas con el gol agónico, a los 95 de juego. En el último suspiro.