El tranvía, como el Danubio, cruza la ciudad. Es plena noche y son las 16:30. Las calles de Budapest mantienen la misma intensidad que hace un rato, solo que tienen luces prendidas y esa iluminación embellece cada detalle de los grandes edificios.

La delegación uruguaya está desde el lunes en la capital húngara para jugar este viernes a las 15.00 contra Hungría el primer amistoso de una doble fecha FIFA.

Uruguay y Hungría reinaguran el estadio Ferenc Puskás, que comenzó a construirse en 2017 pensando en la Eurocopa 2020. El mismo impacto que genera mencionar al goleador del equipo de oro en las calles de Budapest lo tiene la inmensa estructura iluminada en rojo y verde.

El Ferenc Puskás Arena tiene un estilo retro, según algunos periodistas magiares, porque hay una parte de la estructura que intenta emular al que estaba aquí mismo anteriormente. El estadio a nuevo, inmenso y con una iluminación para 4K. La noche fría y lloviznando. En la cancha los futbolistas hacen un calentamiento mientras los arqueros le atajan todas a Celso Otero. Un movimiento activo, pero sin grandes esfuerzos. Al final, el picado, el fútbol informal clásico de la selección los días previos a los partidos.

Maestro y capitán

La historia del partido del siglo, el que se jugó en Lausana en 1954, está muy presente. Es el único oficial que se jugó ente Uruguay y Hungría. Óscar Tabárez recordó que tenía 7 años y en la escuela pusieron una radio para que todos lo escucharan: “es muy importante, como todas las fechas FIFA, pero este partido tiene una connotación histórica”. “Los futbolistas están todos en perfectísimas condiciones”, dijo el entrenador de la selección, que se refirió al tema por las molestias que tuvieron algunos futbolistas en las últimas semanas. También recordó la importancia del proceso de juveniles y que muchos de los que jugarán en estos amistosos hasta hace muy poco participaban de selecciones sub 20. Tabárez reflexionó sobre la actualidad de la selección húngara, que ya no está en el primer nivel mundial como en la década del 50, pero señaló que “el pasado es como una casa, y aquellos con un pasado histórico tienen una ventaja”.

El capitán, Diego Godín, habló en nombre de la delegación y dijo que “para todo el plantel es un honor que nosotros podamos inaugurar este estadio”. Godin cerró la noche intentando explicar el por qué del éxito de Uruguay: “no se entendería una sociedad uruguaya sin el fútbol”.