El jueves será la elección del nuevo Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Como estaba establecido, la Comisión Normalizadora termina su trabajo. Hay mucho por atender en el futuro y el presente del fútbol desde lo directriz. Sobre eso, Garra habló con el economista Ignacio Alonso, ex integrante del Ejecutivo dirigido por Wilmar Valdez, ahora candidato a la presidencia.

¿Por qué quiere ser presidente de la AUF?

No sería precisamente una culminación, porque tengo algunas cuentas pendientes en el caso de acceder a la presidencia de la AUF, pero sí sería un escalón muy importante de una carrera que desarrollé como dirigente y que me tuvo unos cuantos años en la conducción, desde el Consejo Ejecutivo anterior, y con una cantidad de conocimiento adquirido. Esto lo comencé en agosto del año pasado, cuando se frustraron las elecciones en las que iba a participar [Wilmar] Valdez. Tenía un marco de apoyo de clubes amigos, dentro del esquema del viejo estatuto. Presentamos candidatura de cara a las elecciones del 21 de agosto, elección que se truncó por la decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol y la FIFA de establecer una Comisión Normalizadora y, naturalmente, desactivamos la candidatura, a la espera de los acontecimientos. Con las reglas del nuevo estatuto a la vista empezamos a estudiar cómo se movían las fichas y, al tener el apoyo de una cantidad de equipos que nos parecía interesante, decidimos presentarla. Es el corolario del proceso de la postulación anterior, meditada con la acumulación de las circunstancias desde que salió Valdez del ruedo.

Dijo “cuentas pendientes”, ¿cuáles son?

Una, dentro del fútbol, es ser presidente de Rampla Juniors. No tengo pendiente trabajar mucho por el club y seguir haciéndolo en lo que pueda ayudar, pero es una cuenta pendiente porque me gustaría ser presidente de Rampla.

Habló del apoyo de clubes, ¿qué alianzas hizo de cara a la elección?

Lo primero fue ubicarme dentro de quienes me apoyaron originalmente, que son los equipos del ascenso. A partir de eso construimos la candidatura. Luego pensamos en tener una línea tradicional del fútbol, del interés genuino del fútbol, buscando el apoyo en los actores tradicionales. He tratado de conversar mucho con referentes de Nacional y de Peñarol en cuanto a su responsabilidad en esta etapa histórica del fútbol, porque ahora hay una reforma que está sólo en el papel, pero que incorpora una cantidad de actores que no eran tradicionales; se viene la necesidad de ponerle carne a la reforma. Uno de los puntos que van a estar en la agenda de la nueva administración es la creación de una liga profesional con ciertas autonomías, y su contrapartida de generación de nuevos ingresos a través de la renegociación de los derechos de televisación. En esos dos puntos la responsabilidad mayor, creo yo, está en los equipos grandes, por su peso histórico y por su importancia en la generación de recursos. 90% de los recursos del fútbol de este país surgen de ahí. Ellos tienen que tomar con seriedad esta etapa, por tanto es de mi mayor interés contar con ellos en el Ejecutivo. Si bien no tengo hoy un apoyo explícito, quiero acceder a tenerlo. El otro punto es la búsqueda de apoyo en los sectores que se han incorporado, fundamentalmente en la Organización del Fútbol del Interior [OFI], de quienes me siento cercano por el trabajo de temas que hicimos y la defensa de su inclusión en el nuevo estatuto, a pesar de las diferencias internas que teníamos en su momento. Siempre defendí que debía incluirse la realidad tremenda de OFI dentro de la orgánica de la AUF. Y además los jugadores; son el gran actor, el colectivo con más peso que entró. Nos han unido una cantidad de cosas durante este tiempo, y creo que la presencia de ellos es fundamental. Por ahí va el arco político que estoy buscando conformar.

¿Cree que puede llegar a ser presidente?

Creo que en primera vuelta ninguno tiene los votos. Hay una paridad interesante entre los tres candidatos. Hay instituciones y sectores que no tienen definido el voto y serán importantes para articular. En una segunda vuelta, fuera de esta paridad, pueden estar dadas las condiciones para que nuestra candidatura tenga éxito electoral. La realidad hoy me lo está demostrando.

En el nuevo escenario político, ante una eventual segunda votación, ¿puede haber alguna especie de coalición?

Creo que hay afinidades en determinado arco que pueden llevar a entendimientos. Te soy sincero: con Carlos Ham he trabajado temas comunes, algunos proyectos; lo he visto trabajar en Wanderers y me siento muy afín a su forma de trabajar y al cuerpo de principios con que se mueve. Si Carlos no accede a la presidencia de la AUF sería interesante contar con él en la segunda vuelta o en la administración. Y en caso de que Carlos sea presidente, él sabe que puede contar conmigo como consejero, como persona de consulta.

¿Cuál es su plan de trabajo?

Son tres años y medio, es poco tiempo, y la agenda externa al Ejecutivo va a imponer una cantidad de temas que son distintos de los que uno tendría como voluntad. Pero, dentro de lo planificado, tenemos una agenda sostenida en tres pilares. El primero es el aumento de los ingresos, tanto de selecciones como de competiciones internas. Hay que dar la lucha por captar una porción más cercana a los parámetros internacionales de la torta de la facturación por derechos de televisación. Eso va a tener una cantidad de ingredientes en el medio, que no están únicamente vinculados con el número global sino que tienen que ver con la distribución de los recursos, el trato de los derechos de imagen, es decir, aspectos cualitativos. Que la administración sea abierta y que todos sepamos cuánto le toca a la AUF y cuánto a cada institución. El segundo pilar es el del desarrollo y la infraestructura. Hay que aplicar fondos para fortalecer las infraestructuras que existen y para la creación de nuevas. Además de eso, creo que el trabajo que se hizo, por ejemplo el armado de un fondo para la utilización de la herramienta de ley de mecenazgos, es muy importante y ha sido muy subutilizada. Hay un espacio como para duplicar los fondos que se consiguieron y aplicarlos a las infraestructuras y al desarrollo técnico de los que están más rezagados. El tercer pilar se deriva de los dos anteriores: jerarquizar las competiciones nacionales. Creemos que hay espacio para mejorar. Los campeonatos son muy interesantes en cuanto a la definición, pero falta meter cabeza en cuanto al marketing y la organización, aunque se ha mejorado muchísimo después de la gestión anterior de Jorge Casales. Cuando hablo de competiciones, de infraestructuras y de ingresos no me refiero solamente a los torneos profesionales, hablo de todas las competiciones. Si tenemos un buen cronograma de actividades del fútbol uruguayo, bien comunicado, vamos a poder llegarle a la gente en un ámbito que está cada vez más competitivo desde el punto de vista de la oferta. Hoy en día tenés cada vez más ofertas desde la industria del entretenimiento y del entretenimiento deportivo, y no podemos perder pie. Hay que tener la cabeza abierta para jerarquizar y mejorar, más allá de nuestro folclore.

¿Qué políticas se pueden generar para que exista un mayor equilibrio en los clubes?

Derechos de televisación. Estamos capturando una fracción pequeña de la torta general. Hay condiciones para llegar a estar muy cerca del óptimo, negociando y renegociando bien un proyecto que exceda los contratos actuales. El ingreso genuino que tienen las instituciones, básicamente, lo sé porque estuve dentro de una: son los derechos de televisación. Primero eso, luego la eventualidad de la venta de jugadores, pero eso es algo irregular. Y en menor escala, las recaudaciones. No hay que descuidar ninguno, pero hay que tener consciencia de que en el tema derechos de televisación estamos rezagados claramente.

Hay que sentarse a negociar con Tenfield, entonces.

Los derechos de la selección están abiertos. En el plano local hace un año y medio que hay conversaciones para extender los derechos y cambiar el modelo. Hubo también, en un momento, un run run de posibilidades de rescisión de contrato, abonando la cláusula. Creo que lo principal es, al principio de la gestión, con los estudios que hay hechos y con un estudio más a fondo de los contratos, tener clara la situación jurídica. A partir de eso, tenemos que ser conscientes de cuáles son las posibilidades fácticas de avanzar. Por ahí vamos. Lo cierto es que por un lado o por el otro tenemos que aumentar sustantivamente los ingresos.

Atado a eso, ¿a lo de AUF TV cómo lo ve?

Factible. En principio, más vinculado a la selección. Ahí el camino está más allanado para una explotación directa. Lo que sucede es que a un canal hay que darle contenidos, y el contenido de la selección, dentro del contexto general de transmisiones, es algo esporádico. Nosotros tenemos que pensar un canal, si queremos hacerlo trascender, con muchos y buenos contenidos. Y pensarlo con gente idónea en la materia, no con dirigentes. Por más empeño que pongamos, no somos del palo. Habría que trabajar con alguna consultoría que nos guiara hacia la mejor de las opciones.

Dentro del nuevo escenario de la AUF, ¿haría cambios en el funcionamiento político?

Está prácticamente todo armado, porque el estatuto nos marca la cancha en una cantidad de cosas. Grandes cambios no, pero sí hay que preocuparse mucho por el armado de los tribunales, por la designación de buenas mesas, integradas equitativamente y con gente que conozca de la materia.

Estuvo en un Ejecutivo, pero ahora las reglas cambiaron. ¿Cómo cree que se va a dar la discusión política?

Primero, vamos a ser más.

¿Más y mejor?

Más y distintos. Mejor en cuanto a que podemos complementar los perfiles. En el nuevo Ejecutivo te podés complementar mejor que en el anterior. Distinto, porque ahora el presidente no elige sus compañeros. Tiene libertad para designar a tres. Acá ahora hay representantes de sectores, y van a venir esos representantes, establecidos por el estatuto, con el vínculo y las demandas de sus sectores. El relacionamiento y la conducción van a ser fundamentales. Este estatuto tiene un sesgo menos presidencialista.

¿Qué rol ocuparían los grupos de interés?

Van a tener un papel muy importante. Tienen una representación para poner en la agenda su visión del fútbol. Eso los hace actores importantes, sea en ciertos temas como en una elección. Por los diálogos que he tenido con ellos, la visión de los colectivos viene muy pegada a los temas de desarrollo. Van a enriquecer mucho.

En un plan general, uniendo todo, ¿qué deja el paso de la Comisión Normalizadora?

Desarrolló satisfactoriamente las tareas que le encomendó la FIFA. Eran tres tareas. Primero, la conducción del proceso para la votación del estatuto. Se logró con consenso general. El segundo punto fue la administración diaria, y el tercer aspecto encomendado fue la organización y celebración de las elecciones. Cuando paso raya y observo desde lejos creo que deja una cantidad de insumos para el próximo Ejecutivo.

¿Cuáles?

Algunas pautas sobre administración, un armado de hoja de ruta para lo de AUF TV y determinadas cuestiones de procedimientos de gestión que son muy interesantes. En ese sentido la Comisión cumplió con muy buena nota.

¿Cómo se puede vender mejor el fútbol uruguayo?

Hay que meterse en los aspectos cualitativos, en organizarnos mejor, en la distribución de los torneos a lo largo del año, o sea, que siempre haya fútbol, y, abriendo el arco de la fecha, que haya más opciones de partidos. Generar cuestiones comerciales con vínculos con empresas o bancos para facilitar el acceso a entradas, seguir trabajando el aspecto de seguridad para no perder ningún tipo de batalla y recuperar la confianza del espectador, atado esto con tener mejores servicios en las canchas.

Si no es presidente, ¿entonces qué?

Me voy a mi casa, tendré mi tiempo sabático, seguiré con mi actividad privada y en algún momento volveré al fútbol.