En Asunción, Cerro Porteño venció 1-0 a Nacional y llegó a los 9 puntos, puntaje perfecto en tres presentaciones en el grupo E de la Copa Libertadores de América. Los tricolores, que habían ganado en sus dos presentaciones anteriores hicieron un partido particular y planificado para no recibir goles con una oncena llamativa, pero después que llegó el gol guaraní, pudo recomponer su pose y estuvo cerca del empate.

No parecía imaginable descubrir esta oncena que Álvaro Gutiérrez eligió para presentar en “la olla” pero tampoco resultaba inverosímil que el entrenador pudiera armar la estrategia para jugar en Asunción con ellos. En la puerta del vestuario visitante del estadio, o en la línea de Twitter aparecían estos nombres y apellidos ininteligibles para aquellos que se aproximan a la formación por las últimas alineaciones del torneo local: Luis Mejía; Agustín Sant’Anna, Guzmán Corujo, Felipe Carvalho y Álvaro Pereira; Rafael García, Joaquín Arzura, Felipe Carballo y Kevin Ramírez; y Sebastián Fernández y Gonzalo Bergessio. Y así fue que de entrada encontramos un colectivo con ciertos desajustes, pero muy apretadito, y con posibilidades serias de funcionar defensivamente.

Con dos fluctuantes líneas de 5, con Rafa García sumándose a los cuatro de atrás si atacaba Cerro, o a los del medio si la pelota iba en tránsito por esa zona, Nacional pudo ir resolviendo los minutos iniciales y hasta sorprender con un par de corridas verticales del riverense Ramírez, que por lo pronto generaron un par de tiros de esquina. Todo el blindado engarce defensivo permitía a los tricolores sostener su arco sin demasiado peligro, pero con la pelota recuperada no había posibilidades de sostenerla por más de unos segundos y otra vez volvía a empezar Cerro Porteño a jugar en campo tricolor, y Nacional a intentar robar la pelota.

Pero no fue de jugada sino de pelota quieta que se desmoronó la acción defensiva de Nacional, y se género la apertura del tanteador de Víctor Cáceres, que después de una peinada de Fernando Amorebieta quedó solo frente a Mejía y concreto el gol paraguayo. Apenas unos minutos después y sin haber crecido demasiado en el campo contrario, Nacional tuvo el empate en un córner cuando el cabezazo de Bergessio pasó rozando el caño izquierdo de Rodrigo Muñoz.

A los 12 del complemento Álvaro Gutiérrez decidió dos cambios de futbolistas, y un cambio de estrategia, dado que entraron Matías Viña por Álvaro Pereira y Santiago Rodríguez por Felipe Carballo. Y un poquito, bastante, cambió Nacional, que tuvo por primera vez en el partido la pelota y jugó en campo contrario. Matías Viña estuvo excepcional y tuvo momentos de desequilibrio por la franja izquierda ya no en su función de contención sino casi como un puntero, y por allí pareció arrimarse Nacional. El de Empalme Olmos tuvo las más peligrosas, y los tricolores estuvieron hasta en la última jugada del partido cerca de un empate que finalmente no se dio.