“Esto es un anteproyecto de ley para mejorar”, dijo el presidente electo, Luis Lacalle Pou, cuando presentó “la base de este proyecto de ley”, que está en el Compromiso por el País firmado por la coalición que integrará el próximo gobierno. El primer borrador de la ley de urgente consideración que el gobierno entrante pretende presentar al Poder Legislativo al comienzo de su mandato vio la luz hace unos días y empezó a repicar según el interés de cada consumidor. El capítulo VII del documento, denominado “Normas sobre prevención y represión de la violencia en espectáculos deportivos y en otros espectáculos de carácter masivo”, toma en cuenta algunos aspectos –la gran mayoría– que se trabajan desde hace unos años, pero con una variante fundamental: la Policía volverá a estar dentro de las canchas, y la seguridad pasará a depender del Ministerio del Interior (MI) y no de los organizadores de los espectáculos deportivos.

“En los últimos 15 años tuvimos un modelo definido por el MI, que partía de la base de que la seguridad reposaba sobre la responsabilidad exclusiva de los organizadores de los espectáculos. En esto hago hincapié en dos actos concretos, que son los que aparecen mencionados en este capítulo: el derecho de admisión y el derecho de exclusión de los espectadores. Esa responsabilidad de los organizadores hizo que en los últimos años, en el fútbol y también en el básquetbol, los clubes tuvieran que contratar o tener funcionarios de seguridad destinados al control y al ejercicio del derecho de admisión y exclusión dentro de los recintos deportivos. Afuera, la competencia era estrictamente del MI por intermedio de la Policía”, afirmó Juan Ceretta, doctor en Derecho y Ciencias Sociales y presidente de la Mesa Ejecutiva de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). “La gran variante es que vuelve la Policía a los estadios. La mayor intriga para los clubes es si van a tener que pagar. Estoy seguro de que van a estar todos contentos si esta política va de la mano con que los costos vayan por cuenta del MI. Además, cuando la responsabilidad de admisión y exclusión fue de los clubes, los dirigentes quedaron en un papel que les fue muy difícil asumir”, sostuvo Ceretta en conversación con Garra.

La admisión o exclusión de personas de los espectáculos deportivos

“Este paradigma, que fue el que primó en los últimos 15 años –con algunos vaivenes, porque hubo algunos momentos en que se atenuó un poco–, ahora parece cambiar y volverse al paradigma anterior, en el que el derecho de admisión y de exclusión de espectadores en un espectáculo masivo reposa en el Ministerio del Interior y no en el organizador del espectáculo. Para que esto sea así, inevitablemente la Policía tiene que estar dentro de los escenarios, como antiguamente”, dijo Ceretta. El MI toma el guante y a priori les ahorra más de un dolor de cabeza a los dirigentes de los clubes, que desde hace mucho tiempo reclaman no ser los responsables de señalar a quienes consideren “violentos”.

Parecería que los organizadores del espectáculo no solamente llevarán consigo la responsabilidad de ejercer el derecho de admisión y de exclusión. “El Estado –por intermedio del MI– tiene la obligación de brindar seguridad, y eso es esencial. La cuestión es en qué ámbitos, si solamente en lugares públicos –no hay ninguna duda de que esa es una responsabilidad estatal– o si se esto extiende a los espectáculos públicos. Después, hay otra discusión: ¿quién es el organizador? ¿El club locatario, la federación que organiza el campeonato, etcétera? Todo es muy opinable cuando hablamos de espectáculos masivos y públicos”. Si se plantea de esta manera, se puede pensar en un futuro ahorro económico para los clubes, lo que trae consigo, por otro lado, un mayor gasto estatal, hecho que contradice y va a contrapelo con la cultura del “achique del gasto público”. “Si uno lo entiende como una obligación estatal ejercida por el MI, podría pensar que los clubes van a ahorrar lo que hoy gastan en seguridad, siempre y cuando el MI no pretenda pasarles la factura de los costos. Si esto se pretende cubrir con el llamado 222, van a estar en la misma, o bien va a ser más caro”, aseguró Ceretta.

En la AUF no hay una opinión formada, no se emitió ninguna declaración respecto de lo que pueda pasar, pero este lunes habrá una reunión para hablar de “temas generales, y seguro que este va a aparecer”, dijo Ceretta, que cerró con esta afirmación: “Que la Policía vuelva a las canchas era una aspiración, un reclamo de Sebastián Bauzá”.