Era difícil, se sabía. Pero arrancó bien la noche para Progreso. El gaucho, que visitó a Barcelona de Ecuador en el estadio Monumental Isidro Romero, en Guayaquil, tenía la dura misión de dar vuelta el resultado adverso de la ida, y finalmente no pudo lograrlo. Al 2-0 del partido de ida jugado en el Parque Viera hay que sumarle el 3-1 de la revancha y, como conclusión, la eliminación de la Copa Libertadores de América.

Los primeros 45 minutos terminaron con victoria para los locatarios, pero la imagen que dejó Progreso fue alentadora, sobre todo si pensamos que el Campeonato Uruguayo está a la vuelta de la esquina. Varias fueron las situaciones de gol que tuvieron los tejanos, tanto en el inicio del partido como en el final. No es faltar a la verdad decir que el equipo de Leonel Rocco mereció un poco más, pero Barcelona es un equipo fuerte, tiene buenos jugadores y las combinaciones entre Damián Díaz, Fidel Martínez y Jonathan Álvez dieron sus frutos. Además, Bruno Piñatares, otro uruguayo, y Gabriel Marques, viejo conocido por estos lados, también manejaban la pelota en la mitad de la cancha.

Damián Díaz, argentino él, es famoso por sus tiros libres: tiene una gran pegada. Desde sus pies llegó el primer gol de la noche para Barcelona. Dos jugadores ecuatorianos amagaron con cabecear, la pelota no rozó en ninguno y Nicola Pérez hizo vista. El corolario fue el 1-0, a los 13 minutos. Era cuestarriba, cada vez más.

Bien al principio, mal al final

Como si fuera una repetición de los primeros instantes de la noche, Progreso volvió a encontrarse bien posicionado en el campo de juego, y de tanto insistir llegó el empate. Una linda jugada de ataque, desde el sector derecho y hacia el medio, con una doble pared previa entre Facundo Peraza y Esteban González encontró a Alexander Rosso en el medio del área chica. El delantero no dudó y la mandó adentro: 1-1.

No duró nada la alegría del gol, porque en la contra inmediata, con un golazo, Fidel Martínez, sin controlar el balón, le pegó de primera, de zurda, y la pudrió en el ángulo. Golón. El tercero fue de Pedro Velasco, y fue otro lindo gol. Álvez comandó la jugada, tocó hacia el sector derecho de la cancha y el lateral derecho, con un zapatazo, la puso contra el ángulo inferior derecho de Nicola: palo y a la bolsa, 3-1 para sellar la clasificación a la segunda fase.

El resultado ya no podía remontarse, y la vuelta copera de los gauchos -30 años después- duró 180 minutos. No se pudo: ni aquí, ni en Guayaquil.

En la próxima llave de la Libertadores Barcelona jugará con Sporting Cristal, de Perú.