Cuando aún era todo estudio, como en una pelea de boxeo, Gonzalo Bergessio apareció en el área sorpresivamente sólo. ¿Cuál es la maniobra que hace Bergessio para zafar de una marca que pensó en él toda la semana? Amagues y mañas. Gonzalo Pérez increpó al árbitro por un supuesto golpe previo al gol. En la siguiente también, agarrones. Un aviso del árbitro, una seña como para estacionar aviones y siga el fútbol. De las mañas de Bergessio emergió el primer duelo, Nacional se puso arriba uno a cero, con gol del argentino de cabeza.

Como si fuera poco, o como si aquello de tropezar con la misma piedra no fuera tan sólo un refrán, vino el segundo tras jugada por derecha del enérgico Alfonso Trezza, que cruzó un remate rastrero que hizo estirar a Sebastián Lentinelly. En el rebote, un descuido parecido llamado Bergessio (otra vez sólo). Esta vez la maña fue la de ir, por instinto. Por oler el gol como un perro huele la droga en un aeropuerto. Con oficio, Bergessio puso el segundo.

“Yo de los grandes soy de Liverpool”, avisa una bandera. Adentro algo por el estilo: la rebeldía por la vergüenza de haber fallado en una clave conversada, el aferro a los colores, la noción de saber cómo y sin embargo estar perdiendo. Entonces Juan Ignacio Ramírez tuvo el descuento, en dos ocasiones. La primera derivada de un entrevero viral. La segunda, tras un desborde y un popular “buscapiés”. La intención siguió siendo la misma. Ahí hay un mérito que tiene que ver con la confianza en lo que se plantea. O con la noción de los errores propios. O con ambas, porque soltar a Bergessio en el área es un despropósito.

En ambas escuadras, futbolistas formados en casa. De la escuela propia, digamos. Toda una estirpe. Nacional trabajó con la ventaja, Liverpool con cierta urgencia por el descuento. Es cierto que Nacional estuvo más certero y por lo tanto más vertiginoso. Aunque Figueredo la quiso siempre. Luis Mejía se quedó con el grito de Federico Pereira, y enseguida descontó el negriazul por Ezequiel Escobar, que definió al palo más lejano. El tercero de Nacional llegó cuando volvían del festejo los locales. Fue de Santiago Rodríguez, con taco y gesto de crack.

Nacional le ganó en Belvedere a un Liverpool que no claudicó. Ni en la forma, ni en la entrega. Pero Nacional estuvo mejor parado y no cometió los errores claves que sí cometió el rival. El bolso es el único líder del Apertura, a dos fechas del final.

Detalles

Estadio: Belvedere

Árbitros: Daniel Rodríguez, Agustín Berisso y Andrés Nieves.

Liverpool (1): Sebastián Lentinelly; Camilo Cándido, Gonzalo Pérez, Federico Pereira, Jean Pierre Rosso; Hernán Figueredo, Agustín Ocampo, Martín Fernández (78’ Fabrizio Díaz), Ezequiel Escobar (85’ Lucas Ribeiro); Juan Ignacio Ramírez, Martín Correa.

Entrenador: Román Cuello.

Nacional (3): Luis Mejía; Paulo Vinicius, Guzmán Corujo, Mathías Laborda, Agustín Oliveros; Claudio Yacob, Gabriel Neves, Alfonso Trezza (68’ Thiago Vecino), Gonzalo Castro; Santiago Rodríguez (90’ Brian Ocampo), Gonzalo Bergessio (77’ Felipe Carballo).

Entrenador: Gustavo Munúa.

Goles: 4’ y 17’ Gonzalo Bergessio (N), 65’ Ezequiel Escobar (L), 66’ Santiago Rodríguez (N).