La lógica, el apego a los reglamentos, y un poco también la demanda de Tenfield, que mediante una nota pidió que se cumpliera con lo pactado en cuanto a partidos a televisar, hicieron que finalmente los clubes de la primera división de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) votaran por unanimidad jugar el Torneo Clausura tal como estaba programado, como tercer módulo del Campeonato Uruguayo: a una rueda, todos contra todos, entre los 16 clubes que juegan en la A.

Si el Poder Ejecutivo entiende que el 10 de enero puede cambiar las medidas restrictivas, que entre otras cosas prohíben los espectáculos públicos, el torneo empezará el 16 de enero, después de que culmine el Intermedio, y no terminará antes de mediados de marzo. Para la clasificación a las copas se utilizará el corte de la Tabla Anual al momento en que la AUF deba determinar quiénes son Uruguay 4 y Uruguay 3 para la Libertadores, así como los cuatro clasificados para la Sudamericana. Los clubes que directamente vayan a la fase de grupo de la Libertadores tal vez puedan ser el primero y el segundo del Uruguayo.

Para la tribuna

Cuando en los últimos días de junio de 1930 el arquitecto Juan Scasso, desde la Tribuna de Honor, que días después sería la América, veía banderines rojos en la Olímpica –que se llamaba originalmente Montevideo–, que significaban que aquellos orientales, croatas, lituanos, vascos y rusos estaban cementando las últimas tribunas, nunca habrá imaginado que aquel espacio sería, 90 años después, el lugar de una asamblea de la AUF, planteada en términos de Consejo de Liga (la de los clubes de la primera división).

Ahí, en la platea América, a la altura del túnel de la Ámsterdam, se instalaron los delegados de los clubes para resolver una situación absolutamente impensada y por fuera de los reglamentos puntuales, de los acuerdos extraordinarios y de los estatutos: modificar o no, en plena disputa, un campeonato atrasadísimo debido a razones sanitarias. El Consejo de Liga, citado con carácter urgente e informativo, tenía como objeto el estudio de las propuestas de disputa del Torneo Clausura correspondiente a la temporada 2020, revisando los criterios de clasificación a los torneos internacionales de la Conmebol a disputarse en 2021. Estaba en discusión, cumpliendo las formalidades reglamentarias por parte de la AUF, resolver alguna de las dos formas de disputa propuestas, y, fundamentalmente, reglamentar la clasificación a las copas según la ubicación en la Anual.

Las propuestas eran jugar el Torneo Clausura en 15 fechas, todos contra todos, o disputarlo en dos series de ocho equipos, con la determinación de localía de acuerdo al partido que habían jugado en el Apertura. Además, se debería evaluar y resolver cómo se clasificarían a las copas Libertadores y Sudamericana. Las dos formas se determinarían según la ubicación en la tabla en la fecha más próxima al día en que la Conmebol exigiera asignar el cupo correspondiente al club uruguayo que participará en la Libertadores, que es la que arranca primero, o en la Sudamericana.

Ya con iluminación artificial, se resolvió por unanimidad que el campeonato se jugará tal como había sido concebido y aprobado hace años (todos contra todos, en 15 fechas), que comenzará el 16 de enero, después de que termine el Intermedio (quedan la final entre Nacional y Wanderers y los partidos de la séptima fecha entre Rentistas-Torque y Defensor Sporting-Boston River, que se deberían jugarse entre el 11 de enero, cuando se levantaría la prohibición de espectáculos públicos, y el 14 de ese mes).

Se verá

Si la situación del país lo permite, y el fútbol vuelve por esos días, con otro sistema y distinto protocolo que evite la burbuja para que un caso no represente que todos los demás sean contacto y deban ser cuarentenados, el Clausura terminaría a mediados de marzo, y el Uruguay 4 de la Libertadores se debería nombrar cuando aún resten más de 20 puntos en disputa, mientras que el Uruguay 3 accederá a ese lugar cuando queden 12 o 15 puntos por jugarse.