13 de marzo por la noche y hay básquetbol. Malvín, Nacional y Olimpia ganan sus respectivos partidos con Hebraica, Defensor Sporting y Trouville. Se viene lo mejor, la tabla empieza a acomodarse y resta sólo una etapa para que empiecen a jugarse los play off de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB). Mientras se jugaban esos encuentros, los supermercados estaban atestados de gente: carritos llenos de comida, reservas para vaya a saber cuántos días y el alcohol en gel –el tesoro más preciado– sin stock.

La noticia ya había calado hondo: se confirmaron cuatro casos de coronavirus en Uruguay (dos en Salto y dos en Montevideo) y el gobierno, por medio del presidente, Luis Lacalle Pou, declaró la emergencia sanitaria “en forma preventiva”. Mientras Lacalle Pou, Álvaro Delgado y Daniel Salinas daban la noticia en la Torre Ejecutiva, en los gimnasios de Malvín, Unión Atlética y Trouville la pelota seguía picando, pero no lo haría más, ya que se determinó la suspensión de todos los espectáculos públicos (incluidos los deportivos y los artísticos). Eso sucedió hace un mes.

¿Cómo se va a reiniciar la actividad?

“No hay ninguna idea. Dependemos de que la actividad se pueda retomar, pero esto no va a suceder en el corto plazo. La incertidumbre sigue siendo la misma. La decisión de retomar la actividad también, pero no se puede saber cuándo. La decisión es que la Liga está suspendida, pero queremos terminarla. Los plazos planteados al principio ya están casi perimidos. Habrá que buscar otras alternativas. La idea, esta semana, es tener una videoconferencia con todos los clubes para empezar a intercambiar sobre esto”, le dijo a Garra Ricardo Vairo, presidente de la Federación Uruguaya de Basket-Ball (FUBB). Por su parte, Mateo Sarni, jugador de Aguada y secretario del gremio de los jugadores, los Basquetbolistas Uruguayos Asociados, también se mostró preocupado: “Esto es día a día. La FUBB está esperando y tratando de llegar a los plazos posibles para jugar y terminar los play off. Lo que prevemos es que seguro vamos a tener que entrenar 15 días antes de poder jugar. La situación está un poco complicada, porque seguramente primero se permita jugar sin público”.

Esta semana será clave para empezar a armar el puzle y la conformación del calendario de la temporada. Hay varias puntas para analizar: en el caso de que la Liga vuelva sin público, ¿cómo se resolverá la disputa entre los clubes que no tienen problema en jugar sin gente y los que sí? “Ahora tendríamos que ver eso: cuándo, cómo y en qué condiciones. Da la sensación de que el día en que se pueda retomar no será con público, lo que complica, porque estamos entrando en la etapa de mayor recaudación, la etapa más linda de la Liga”, dijo Vairo.

Los clubes esperan esta parte del año por los ingresos provenientes de la venta de entradas, pero también hacen apuestas fuertes durante toda la temporada con la contratación de jugadores extranjeros. ¿La LUB seguiría con ellos? ¿Se podrá volver a contratar a otros jugadores? “Hoy es impredecible. La definición de continuar corre por un lado. Dependerá mucho de cómo se dan las cosas. Está el tema de los americanos: si pueden volver, si juegan los mismos, si vuelven y tienen que hacer cuarentena. Hay que trabajar todos esos planteos; también si el campeonato se acorta o se deja para más adelante”, sostuvo Vairo. Agregó: “Hay un tema de contratos, de la situación de los clubes: la realidad de las instituciones no es diferente a la general: hay varios con presupuestos altos y sin recaudación. También los espónsores. Son demasiadas variables en un contexto de total incertidumbre”.

Entrenamiento, seguro de paro

El deporte nacional no es ajeno a la crisis económica y laboral. En el caso del básquetbol, el seguro de desempleo es otro de los temas importantes, fundamentales para la estructura de los clubes y sus trabajadores. “Lo que muchos cuadros hicieron fue mandar al seguro de paro a los jugadores y pagar la diferencia. Lo que se está manejando es que los jugadores permitan flexibilizar las cuotas de pago y cobren la misma plata, pero en seis meses en vez de en cuatro. Esa es la idea. Está entre algodones, porque todavía no sabemos si la Liga termina o no”, contó Sarni.

El entrenamiento en tiempos de pandemia y aislamiento es un palo en la rueda para cualquier deportista. “En Aguada nos dieron pesas y el profe nos está mandando un montón de rutinas, así que la podemos llevar bien. Tenemos mucho trabajo físico, pero claro que se pierde básquetbol. Hoy hay cosas más importantes: tratar de estar sanos, cuidarnos y mantenernos lo mejor posible para cuando toque volver”, agregó el base aguatero.

Su colega, Florencia Somma, capitana del equipo femenino de Malvín y profe del equipo masculino profesional, contó: “A medida que van pasando los días y la espera se hace más larga, vamos introduciendo otras herramientas que la tecnología nos facilita para variar un poco, tener otro contacto y que el trabajo sea más motivante”. Con respecto a las campeonas de la Liga Femenina de Básquetbol –que se preparaban para el inicio de la temporada–, Somma dijo: “Cada una se adaptó a estos días de estar en casa. Creo que a la larga se puede sacar algo positivo, puede ser una fortaleza para nosotras haber seguido con la planificación”.