Enorme triunfo de visitante de Cerro Largo en Montevideo, donde venció 2-1, de atrás, a Wanderers, que estaba emparejado en la segunda colocación del Clausura con su vencedor.

Arrancó ganando el bohemio con una anotación tempranera de Diego Hernández, pero un gol al final del primer tiempo de Augusto Max, y otro al comienzo del complemento de su compatriota Lucas di Yorio dio a los arachanes el triunfo que les permite quedar solos en la segunda colocación, dependiendo de sí mismos dado que están a tres unidades de Peñarol y aún deben enfrentarlo, y sosteniendo el único invicto del torneo después de 11 fechas.

Lo hizo muy bien Cerro Largo, a ley de juego y dando vuelta el desarrollo de un partido que jugando de visitante y ante una oncena que estaba tan arriba como ellos, parecía una tarea cargada de dificultades.

Lindo

Fue intenso, movido, lindo el primer tiempo que en la magnífica escenografía del Viera, un estadio amigable, bonito, muy bien presentado, promovieron Wanderers y Cerro Largo, escoltas de Peñarol en el Clausura, pero sobre todo protagonistas de este último torneo del año.

Wanderers tomó una temprana ventaja a los cuatro minutos de juego. Una aceitada jugada ofensiva generada por el lateral derecho terminó fuera del área en los pies del joven Diego Hernández, que le prendió, duro y seco. Iba muy buena, pero un rebote en Ángel Cayetano terminó de desacomodar por completo al arquero Joaquín Silva, ayer sustituto de Alexander Domínguez, que se fue a defender a Ecuador, para el primer grito de la noche.

De inmediato, después de mover desde el medio, la visita estuvo a punto de empatar con un cabezazo del argentino Lucas di Yorio que dio con fuerza en el travesaño de Ignacio de Arruabarrena.

Cerro Largo tardó unos minutos en acomodarse, pero el partido no tardó en convertirse en uno de ida y vuelta, con repetidos ataques de los arachanes y muy buenos aportes de su goleador Leandro Otormín, del fraybentino Leandro Onetto y del marplatense Di Yorio.

Insistió e insistió Cerro Largo, pero Wanderers se defendía todo hasta que, justo en el final del primer tiempo, tres cabezazos en el área contraria parecieron sentar jurisprudencia del mito de que dos cabezazos son gol: tres también. Centro desde la derecha sobre el lado izquierdo del área grande, Lucas di Yorio la volvió a cambiar toda y desde el otro lado del rectángulo penal la puso al medio Marcos Enrique; el tercer cabezazo argentino fue de Augusto Max y tras un rebote terminó en las redes.

Aunque en la cancha no se pudo ver porque casi enseguida se fueron al descanso, a Wanderers le pesó aquel empate y se leo notó más retraído y más frustrado al regresar al campo.

A la inversa

La segunda parte fue inicialmente dominada por los albiazules, pero cuando aún no sabíamos que eso pasaría por una buena cantidad de tiempo, Cerro Largo pasó a dominar directamente desde el marcador, cuando a los cinco minutos Di Yorio, en una vertiginosa jugada, dio vuelta el marcador. Ismael Onetto progresó con habilidad y rapidez por la izquierda y metió un pase envenenado a la boca del área chica, donde apareció como un rayo el grandote marplatense tirándose para que su toque alcanzara y sorprendiera a De Arruabarrena.

En adelante sobrevino un lapso en que el juego arachán pasó a ser determinante para imponerse con autoridad en el campo contrario. Wanderers tuvo que defender mucho y De Arruabarrena se destacó con muy buenas atajadas.

Los de Daniel Carreño no renunciaron a sus intentos de llegar al arco contrario, pero nunca encontraron la fórmula ni los aciertos colectivos o individuales para lograrlo. El entrenador probó con cambios, buscó con más piezas de ataque y con la experiencia y jerarquía de Sergio Chapa Blanco, pero no hubo forma.

Cerro Largo lo hizo muy bien. Sumó tres puntos que le permiten seguir dependiendo de sí mismo en el Clausura, dado que aún tiene que jugar con Peñarol. Se mantiene como el único invicto del torneo y se sigue perfilando de muy buena manera para intentar volver a participar en la Libertadores.