A los 71 años, por covid-19, falleció en Argentina Leopoldo Jacinto Luque, campeón del mundo en 1978 y una de las figuras de aquella selección, con la que metió cuatro goles para el título.

Para la épica de aquel campeonato en Argentina, Luque, pelos al viento y bigote espeso, le hizo un gol a Francia que le permitió a su selección ganar el partido. Pero no fue un gol cualquiera: lo hizo con una luxación del codo derecho, situación que él mismo definió como con “el brazo colgando”.

Luque vivió la desgracia de que en pleno mundial falleciera un hermano, en un accidente de tránsito cuando iba a verlo en uno de los partidos de la albiceleste. El delantero no jugó contra Italia ni contra Polonia. Luego volvió y metió tres goles claves para levantar la copa.

En aquellos años de dictadura, Luque fue secuestrado. El hecho sucedió en 1979, luego de que el jugador disputara un partido con su equipo, River Plate. “Me da bronca cuando dicen que salimos campeones gracias a la dictadura. Dicen que andábamos con los milicos, y a mí me secuestraron, me robaron y no me mataron de milagro”, dijo tiempo después.

Comprometido con las causas sociales, Luque, 30 años después de Argentina 1978, se reunió con las Madres de Plaza de Mayo en un homenaje a la lucha de las madres que perdieron sus hijos a manos del terrorismo de Estado. Aquella tarde, Luque sujetó una bandera con rostros de desaparecidos.