Fue un sábado redondo para los atletas celestes en el Sudamericano Absoluto de Guayaquil, Ecuador. El sabor amargo que se podría haber generado al ver que no se consiguió ninguna medalla de oro hasta el momento se disipa cuando repasamos las buenas marcas y los importantes puntos para el ranking olímpico que los uruguayos sumaron con sus colocaciones, para conseguir la aspiración de participar en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Deberemos esperar hasta el miércoles para conocer la actualización de dicha clasificación, que ofrece tiempo de seguir sumando puntos hasta el 29 de junio.

A un centímetro

Cronológicamente el repaso comienza por la actuación de Emiliano Lasa en la prueba de salto largo, el sábado en el turno de la mañana. El finalista olímpico de Río 2016 participó en una prueba muy exigente, con rivales en un nivel de gran paridad. Los dos brasileños portaban buenas credenciales. Por un lado, Samory Uiki Bandeira ya consiguió la marca mínima clasificatoria para Tokio, cuando saltó 8,23 en abril. Por otro lado, Alexsandro Melo se ubicaba en el puesto 27 del ranking clasificatorio, donde Lasa se ubicaba 33º antes de la competencia, en que clasifican 32.

Lo ideal para el atleta uruguayo hubiese sido saltar por encima de los ocho metros y ganar la prueba, pero, obviando ese escenario, que no se dio, su actuación fue sumamente competitiva y le dará importantes puntos para escalar en el ranking.

En la consecución de sus saltos, Lasa siempre fue mejorando y llegó a su mejor marca en el sexto y último intento, cuando cayó a 7,94 metros de su punto de despegue. Esa marca, así como su segunda mejor marca, de 7,92, increíblemente fueron iguales que las del colombiano Arvilla Dalmero. ¿Por qué ganó el colombiano y Lasa se quedó con la plata? Porque el tercer mejor salto de Dalmero (7,81) fue mejor que el del celeste (7,63). Por esas cosas que tiene el deporte, no llegó el tercer título sudamericano del mejor saltador uruguayo de la historia.

En tercer y cuarto puesto terminaron los brasileños –Melo arriba de Bandeira–, increíblemente también definido por desempate, ya que ambos saltaron 7,93 metros. Entre el 1º y el 4º sólo hubo un centímetro de diferencia.

Vueltas a la pista

En el turno de la tarde llegaron cuatro medallas más. María Pía Fernández fue la primera en correr los 1.500 metros. La atleta de Flores se encontraba con una prueba de gran paridad y tenía en Joselyn Brea, de Venezuela, a una rival a vencer. Apretó Fernández en el remate, pero no alcanzó para revalidar la medalla de oro que había conseguido en 2019; Brea ganó con cuatro minutos, 15 segundos y cinco centésimas. En cambio, la uruguaya se guardó una valiosa medalla de plata, con un gran registro de 4 minutos, 15 segundos y 27 centésimas, que estuvo a menos de un segundo de su mejor marca del año y que le permitirá trepar lugares en el ranking, donde ahora está en el puesto 38, de 45 que clasifican. Fernández está muy cerca de clasificar por primera vez a los Juegos Olímpicos, un logro que tiene muy merecido, por su trabajo constante y planificado desde hace largos años. Particularmente en las últimas tres temporadas ha tenido sus mejores rendimientos, con participación en el último Mundial, récords nacionales, medallas iberoamericanas, un título sudamericano y este nuevo podio a nivel continental.

Santiago Catrofe es un gran beneficiado por la postergación de los Juegos Olímpicos para este 2021. Si se hubiesen realizado en 2020, el joven uruguayo que creció y se preparó en España no hubiese estado presente. Sin embargo ahora, un año después, no ha parado de cosechar resultados. Rompió el récord nacional dos veces en los últimos seis meses y ahora llegó su primera medalla defendiendo a Uruguay, en una competencia a la que llegó en el puesto 45 de 45 que clasifican a Tokio.

Con un crono de tres minutos, 38 segundos y 67 centésimas, Catrofe estuvo a menos de un segundo de su récord nacional, y también a menos de un segundo del campeón brasileño, Thiago André, y del medallista de plata argentino, Federico Bruno. Valiosos puntos que serán impulso para el sueño olímpico de Catrofe.

La frutilla de la torta la pusieron los hermanos Nicolás y Martín Cuestas, que llegaron segundo y tercero, respectivamente, en la prueba de 10.000 metros. En la previa, se podía esperar alguna medalla celeste en esta distancia, pero, por cómo se dieron las cosas, el premio fue doble. Terminaron detrás del brasileño Daniel Ferreira (29:18.06), con marcas de 29:38.72 y 29:47.82.

El lunes se realizarán las finales de 400 metros con vallas y 800 metros llanos. En la primera estará Andrés Silva y en la segunda, Déborah Rodríguez, otra de las que buscan clasificación a Tokio, y se ubica en el puesto 38 de 48 que accederán.