Finalizó el segundo Grand Slam del año, con los títulos de un campeón previsible y una campeona novedosa, que consiguió su primer título grande.

Barbora Krejcikova, de la República Checa, durante la final ante la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, en Roland Garrós, en París.

Barbora Krejcikova, de la República Checa, durante la final ante la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, en Roland Garrós, en París.

Foto: Martin Bureau, AFP

Ellas

El sábado fue el turno para definir a la campeona femenina del Grand Slam parisino. En los papeles podría parecer una sorpresa quiénes se disputaron el título, pero la realidad es que tanto Anastasia Pavlyuchenkova, de Rusia, como Barbora Krejcikova, de República Checa, están viviendo un buen presente, tras haber tenido buenas carreras como juniors -siendo número 1 y número 3 del mundo, respectivamente-. Además, Krejcikova llegó a Roland Garros como campeona del torneo de Estrasburgo, en Francia, y era la 33 del mundo. Por su parte, Pavlyuchenkova no llegó a París como campeona, pero sí como semifinalista del Masters 1000 de Madrid y 32 del mundo.

A todo esto le sumamos la gran paridad que reina en el circuito femenino, donde solamente tres jugadoras han podido ganar en Roland Garros más de una vez en las últimas 20 ediciones -Justin Henin, Serena Williams y María Sharapova, con cuatro, tres y dos títulos, respectivamente-. Krejcikova es la décimo cuarta ganadora diferente del torneo desde 2002. En definitiva, una final inesperada, pero al mismo tiempo probable.

El camino de la checa hacia la final fue con victorias, entre otras, sobre la ucraniana Elina Svitolina y las estadounidenses Sloane Stephens y Coco Gauff, mientras que la rusa llegó al partido decisivo tras dejar por el camino a dos bielorrusas -Victoria Azarenka y Aryna Sabalenka- y al haber superado en la semifinal a la gran sorpresa del torneo, la eslovena Tamara Zidansek.

El inicio del partido fue con tensión por parte de ambas jugadoras, con games largos y quiebres consecutivos de saque. Fue la checa la que logró fluidez en su juego a partir del cuarto game y terminó arrasando con el set 6-1. De esta manera se ponía por delante en la final.

Como era de esperarse, Pavlyuchenkova reaccionó, y el segundo set tuvo un trámite diferente respecto del primero; en este caso Krejcikova no pudo mantener su ritmo y la rusa encontró su juego para llevarse el segundo parcial 6-2, dejando la final abierta para cualquiera de las dos.

El tercer y último set fue el más parejo. Los nervios también supieron jugar su partido: primera final de Grand Slam para ambas. Llegado el séptimo game, tres iguales y saque para Pavlyuchenkova, la checa tomó su servicio y sacó la ventaja que administraría de gran manera para obtener su segundo título como profesional en singles y primero de Grand Slam.

A partir del lunes ambas entrarán en el top 20 del ranking, Pavlyuchenkova será 19ª y Krejcikova 15ª, siendo esta su mejor posición histórica.

Novak Djokovic, durante la final de Roland Garrós ante a Stefanos Tsitsipas,

Novak Djokovic, durante la final de Roland Garrós ante a Stefanos Tsitsipas,

Foto: Martin Bureau, AFP

Ellos

A la final masculina llegaron dos de los grandes favoritos: Novak Djokovic, múltiple campeón de Grand Slam (18) y ganador de Roland Garros en 2016, contra el griego Stefanos Tsitsipas, que aún no tenía títulos grandes, pero de un presente fenomenal, que lo convertía en el quinto favorito a quedarse con el trofeo.

El historial entre ellos estaba con ventaja para el serbio de 5-2 y el agregado de haber ganado los últimos cuatro enfrentamientos. Ambos llegaron a esta instancia tras ganar dos tremendos partidos en semis, Tsitsipas a Zverev y Djokovic a nada más ni nada menos que Nadal.

Como era de esperarse, el partido iba a ser muy parejo y a un nivel que sólo los mejores del mundo pueden ofrecer. El primer set no defraudó y en más de una hora de tenis, Tsitsipas, tras no poder aprovechar su única chance de quiebre, que coincidió con un set point, lograría sacar una mínima diferencia en el tie break, 10-8, y quedarse con el primer parcial.

Un primer set sumamente bien jugado, sin dar espacios el uno al otro, atacando y defendiendo casi que a la perfección. Con el primer set en el bolsillo, Tsitsipas ganaría aún más confianza y dominaría por completo el siguiente parcial. Sería 6-2, sobre un Djokovic incómodo y vulnerado. El número uno del mundo se encontraba dos sets abajo y si quería obtener el título estaba obligado a sacar su mejor tenis, y así fue.

Djokovic puso toda su experiencia y calidad en la pista y se quedó de forma incuestionable con los siguientes tres sets por 6-3, 6-2 y 6-4, para coronarse por segunda vez en París. Con este título, llegó a 19 Grand Slams y se puso a uno de Rafael Nadal y Roger Federer.

Para Tsitsipas, su primera final grande quedará como perdida, pero la experiencia y su nivel le darán las herramientas necesarias para poder alcanzar la gloria.