Difícil definir descriptivamente qué fue lo que pasó en el partido que, en el Franzini, Peñarol le ganó a Torque 1-0. Ni siquiera en eso, en el final del partido con tal marcador, se puede ser muy preciso, porque si alguien estaba medio apurado y se había ido diez minutos atrás cuando vio el gol de Torque y al árbitro Andrés Matonte señalando la mitad de la cancha, creería que nos equivocamos y que dimos al ganador invertido.
En un juego con tantas controversias, con tantos entreveros y con acciones y reacciones que parecen de otros tiempos, de otras organizaciones, de un campeonato de barrio, Peñarol derrotó 1-0 a Torque y sigue a tres puntos de la punta.
Hubo un montón de acciones de discusión, lo que suele suceder en casi todos los partidos del mundo, pero en este caso no hubo firmeza en las determinaciones arbitrales y en otros casos no se advirtieron situaciones sancionables, lo que desbordó por completo el desarrollo normal del juego. Fundamentalmente en los últimos diez minutos, después del gol convalidado primero y anulado después de las protestas de Peñarol. Ello cambió todo, porque había que sumarle el anulado en el primer tiempo y lo que vendría: el gol de Peñarol en que los celestes pidieron infracción. Y al final mismo del juego, un penal sobre el chileno Marcelo Allende.
Una locura y una lástima para un partido de fútbol que no fue todo lo dinámico y atractivo que tal vez se esperaba, pero que se disputó a ley de juego, con los contendientes dando todo de sí.
Táctica y estrategia
Por más que se advertía que Mauricio Larriera había preparado especialmente este partido pensando en los movimientos y en el giro futbolístico de Torque, bastante extraordinario por su continuidad exitosa, les costó mucho a los aurinegros tomar cierto control del partido. Desde el arranque hasta por lo menos media hora de juego del primer tiempo, todo fue del elenco celeste, que pacientemente, tocando, buscando siempre el espacio y poniéndole vértigo cuando podía, hacía correr la pelota en campo aurinegro.
Mayoritariamente las acciones peligrosas de Torque se generaron por derecha con el dos-uno del sanducero Franco Pizzichillo y el floridense Lucas Rodríguez, superando a Joaquín Piquerez. Fue por ese lado que llegó el no gol del equipo más tocador de Uruguay. No gol en tanto –a pesar de haber atravesado la línea de meta– el asistente Silvera invalidó por posición adelantada el gol de Matías Cóccaro. Fue extremadamente controversial la decisión cuando en el último de los rebotes y salvadas en el arco de Kevin Dawson, el de Pirarajá empujó la pelota a las redes.
Con Agustín Canobbio como eyector de los pocos ataques de Peñarol y Walter Gargano ordenado en mediacancha, encontrando el tranco y la ubicación correcta, los aurinegros fueron emparejando y cerraron la primera parte manteniendo la línea de flotación.
En el segundo tiempo bajó la producción celeste, ya con menos acierto en pases terminados, y Peñarol siguió batallando sin demasiados argumentos de ofensivas colectivas. Larriera decidió aprovechar a Ariel Nahuelpán, quien por fisuras de los protocolos administrativos podía jugar en medio de su suspensión, y finalmente fue el argentino quien le dio el gol que convalidó el triunfo carbonero.
Detalles
Torneo Apertura – 7ª fecha
Estadio: Luis Franzini
Árbitros: Andrés Matonte, Sebastián Silvera, Sebastián Schröeder
Torque (0): Cristopher Fiermarín; Franco Pizzichillo, Joaquín Pereyra, Diego Arismendi, Andrew Teuten; Marcelo Allende, Álvaro Brun (75’ Santiago Cartagena), José Álvarez, Lucas Rodríguez (75’ Bautista Cejas), Gustavo del Prete (75’ Darío Pereira), Matías Cóccaro. Entrenador: Pablo Marini
Peñarol (1): Kevin Dawson; Maximiliano Pereira (90’Juan Acosta), Gary Kagelmacher, Carlos Rodríguez, Joaquín Piquerez; Agustín Canobbio, Walter Gargano (92’ Damian Musto), Jesús Trindade, Pablo Ceppelini (64’ Máximo Alonso), Cristian Olivera (64’ Ariel Nahuelpán), Agustín Álvarez Martínez (90’ Gonzalo Freitas) Entrenador: Mauricio Larriera
Gol: 87’ Ariel Nahuelpán (P)
Expulsado: 88’ Matías Cóccaro (T)