El base, líder y jugador franquicia de los Halcones de Atlanta sufre de ornitofobia. En su estreno en los playoffs, contra los Knicks de Nueva York en el mítico Madison Square Garden, Trae Young fue figura y su equipo ganó con un tiro suyo en la hora... pero tiene miedo a los pájaros, y los hinchas de los Knicks lo saben: para el segundo partido, algunos llevaron picos en vez de tapabocas con el fin de desconcentrar a la joven estrella, una iniciativa tan simpática como eficaz dado que los knickerbockers ganaron y empataron la serie. Los de la ciudad que no duerme volvían a una postemporada tras ocho años de ausencia, el Garden ofrecía 60% de su aforo y la entrada más barata costaba un poco menos de 1.000 dólares.

La serie se mudó a Atlanta para los partidos tres y cuatro, allí los Halcones se hicieron fuertes y tomaron ventaja 3-1. Las destacadas actuaciones de Derrick Rose y Julius Randle no fueron suficientes para detener a Young. El base de 22 años parece haberse tomado este duelo como algo personal, seguramente hostigado por la afición de los Knicks y de su hincha más célebre, el reconocido director de cine Spike Lee, quien desde el siglo pasado viene aplicando jarabe mandibular a todo genio que se le cruce, algo que bien saben Reggie Miller y un tal Michael Jordan. Hoy sólo sirve caer a la cancha en bandada, porque los Hawks, si ganan, estarán en semifinales.

Allí esperan el primero del Este, los 76ers de Filadelfia, si es que hoy derrotan a los Hechiceros de Washington. El peso en la tabla de Joel Embiid –que salió lesionado en el cuarto partido–, la disciplina táctica y frialdad emocional de Ben Simmons, sumado a la vasta experiencia de veteranos como George Hill y Danny Green –tres anillos con tres equipos diferentes–, parecen ser demasiado para Russell Westbrook, Bradley Beal y compañía. Westbrook, jugador histriónico y de gran capacidad atlética, a lo largo de su carrera ha cosechado varios récords personales –siempre en temporada regular–, pero cuando llegan los playoffs y su equipo más lo necesita, su llama suele apagarse a partir de malas decisiones, pérdidas de balón inexplicables o sencillamente ausencia. En el último cuarto del segundo partido se fue lesionado por una molestia en el tobillo.

Y en el Este veranea

Más allá de lo que indicara el pronóstico, si había una serie pareja y de final incierto, en mi tibia percepción, era la de Milwaukee Bucks (3) y Miami Heat (6). Los liderados por Giannis Antetokounmpo buscaban redimirse de lo ocurrido la temporada pasada cuando el equipo de la Florida los apeó de la burbuja de manera inapelable. El griego es el jugador más desequilibrante de los ciervitos. Un pivot de 2,11 que también puede jugar de alero o incluso de armador; pese a su altura, tiene una gran ductilidad para transportar el balón, y cuando logra conectar el doble ritmo hacia el aro, gracias a sus profundas zancadas, se vuelve prácticamente imparable. Miami es un equipo solidario, sin grandes marquesinas, pero cuando la ocasión lo amerita se pone el overol y puede complicarle la vida a cualquiera. No fue el caso esta vez. Los Bucks barrieron 4-0 y se enfrentarán a Brooklyn Nets, que derrotaron a Boston Celtics 4-1.

Joe Ingles, de Utah Jazz, tras convertir un triple en el segundo juego ante Memphis Grizzlies, en el estadio Vivint Smart Arena, en Salt Lake City, Utah. foto: jeff swinger, nbae, getty images, afp

Joe Ingles, de Utah Jazz, tras convertir un triple en el segundo juego ante Memphis Grizzlies, en el estadio Vivint Smart Arena, en Salt Lake City, Utah. foto: jeff swinger, nbae, getty images, afp

Foto: Jeff Swinger, NBAE, Getty Images, AFP

Los Nets son los grandes candidatos del Este para estar en las finales de la NBA. Sus máximas figuras Kevin Durant y Kyrie Irving han dejado atrás múltiples lesiones y ahora aguardan por el aporte de James Harden para convertirse en un big three temible, una empresa tan auspiciosa como improbable conocido el rendimiento intermitente de la Barba, sobre todo en postemporada.

Enfrente tuvieron a los Celtics de Boston, equipo histórico de la NBA que, junto con los Knicks, son los únicos que mantienen la franquicia en su ciudad original. Con Jaylen Brown descartado por una lesión en la muñeca, Jayson Tatum y Kemba Walker se erigieron como los máximos referentes para liderar a los tréboles. La serie empezó 2-0 para los Nets. Luego ganó Boston el tercero, con 50 puntos de Tatum, pero para el cuarto partido Walker se ausentó por lesión, el big three tuvo una noche redonda y la llave se puso 3-1 a favor de Brooklyn. El martes se jugó el quinto y definitivo partido, donde Irving, Durant y Harden se combinaron para 83 puntos. Fue victoria de los Nets por 123-109.

En el Oeste está el agite

La falange más bulliciosa de la NBA seguramente sea la de Utah Jazz. Luego del salto inicial comienzan a clamar defense con el fervor que le cabría más a un último cuarto, agitan con fruición los panchos inflables detrás del aro para distraer al rival cuando está lanzando libres, y hasta reparan en la estética en cada espectáculo ya que suelen alternar su vestimenta para que coincida con la camiseta que esté utilizando su equipo.

El Jazz logró el mejor récord de la liga y se cruza con los Grizzlies de Memphis, que entraron por la ventana a la postemporada tras ganar dos partidos en la instancia previa de play-in. Los Osos pegaron primero, con una actuación soberbia de la perla Ja Morant, pero en el segundo partido –con el regreso imperial de Donovan Mitchell– Utah fue superior y empató la serie. El sábado, ya en Memphis, el triunfo fue para los de Salt Lake City. Royce O’Neale y Mike Conley fueron letales con tiros de tres puntos, Rudy Gobert se hizo fuerte en defensa en el último cuarto, y Mitchell, una vez más, asumió la responsabilidad en momentos clave. El lunes, tras un partido vibrante en que ambos se vaciaron, Utah lo abrochó sobre el cierre, aumentó la ventaja 3-1 y si hoy gana será semifinalista del Oeste.

Con un triple en la hora de LeBron James, Los Angeles Lakers derrotaron a Golden State Warriors en el play-in y ahora se están viendo las caras, en busca del bicampeonato, con los Soles de Phoenix. Repasemos brevemente la novel instancia previa a los playoffs: por un lado, se clasifican directamente los primeros seis de cada conferencia, y luego, en partido único, el 7 se enfrenta al 8 (el ganador queda como 7) y el 9 al 10 (el ganador juega contra el perdedor de 7-8, y el que vence va como 8). ¿Muy rebuscado? ¿No te gustó? A James tampoco. “Deberían despedir al que inventó esta mierda”, declaró el mejor jugador de la NBA.

Cielo despejado

Quizás por eso se lo vio desenfocado en el primer partido, sus compañeros tampoco dieron la talla, y Phoenix ganó con un buen trabajo de su base, Chris Paul –también sufrió una lesión en un hombro tras un forcejeo en la pintura–, y una brillante tarea de Devin Booker, que debutó en playoffs con 34 puntos.

LeBron James de Los Ángeles Lakers, durante el juego 3 de los playoffs frente a los Phoenix Suns, el 27 de mayo, en el Staples Center, en Los Ángeles.

LeBron James de Los Ángeles Lakers, durante el juego 3 de los playoffs frente a los Phoenix Suns, el 27 de mayo, en el Staples Center, en Los Ángeles.

Foto: Juan Ocampo, NBAE, Getty Image, AFP

Para el segundo y tercer partido todo volvió a la normalidad. Anthony Davis impuso su calidad en el poste bajo y también desde el perímetro, el propio LeBron se despachó con varias asistencias, y actores menos mediáticos como Kentavious Caldwell-Pope o Alex Caruso fueron determinantes para poner a los Lakers 2-1. Mermado físicamente, Paul –amigo del liceo de James y padrino de su hijo– vio poca acción en estos cotejos y Phoenix lo sintió. Aunque ya tiene 36 años y nunca ganó un campeonato de la NBA, no cabe duda de que es un exquisito jugador, de los mejores en su posición, pero no menos cierto es que ya ha padecido diversos contratiempos físicos en instancias decisivas como esta.

El domingo los Soles pusieron la serie 2-2 y recuperaron la localía. El factor clave fue, quizás, el menos esperado. Jae Crowder, desde la banca, aportó varios triples y ejerció una marca pegajosa sobre LeBron que dio sus frutos. Fue un partido bastante deslucido y típico de playoffs en cuanto a que hubo mucho contacto y los árbitros ciertas veces se tragaron el silbato. La peor noticia para los Lakers, más allá de la derrota, fue que Davis salió lesionado. Por esa razón el martes no pudo jugar y los Lakers fueron aplastados por 115-85, con una muy magra producción ofensiva.

Tremenda serie la que nos están ofreciendo los Nuggets de Denver y los Trail Blazers de Portland. Estaban 2-2 y eso significa, al menos, dos partidos más. El martes se jugó el primero de ellos, en Denver. Un thriller apasionante de dos alargues, en el que Denver hacía todo para ganar y siempre aparecía Damian Lillard para resucitar a Portland. Finalmente fue 147-140 y volverán a jugar en casa de los Blazers.

Nikola Jokic, nominado a Jugador más valioso de la temporada (regular) junto con Embiid (Sixers) y Stephen Curry (Golden State Warriors), es la estrella indiscutida de Denver. No sólo es su máximo anotador, sino también un notable pasador. Tal vez el pivot serbio no tenga la exuberancia física de otros jugadores en su posición –tiene mucho por mejorar en el aspecto defensivo–, pero es muy hábil para detectar las ventajas, ya sea en el uno contra uno o cuando un compañero está mejor ubicado para tomar el tiro. Su gran socio, Jamal Murray, está descartado por el resto de la temporada y eso torna la serie aún más pareja.

Por el lado de los Blazers, todas las esperanzas están puestas en Damian Lillard, más precisamente en su puntería. Junto con Curry es el gran tirador de la liga, sumamente peligroso cuando cruza la línea divisoria ya que suele lanzar incluso desde el logo central. Aunque lo acompañan jugadores de gran calidad como CJ McCollum, o el propio Carmelo Anthony, no parecen los Blazers un equipo sólido ni confiable, sufren mucho en defensa, y en la pintura sus dos torres, Jusuf Nurkic y Enes Kanter, no terminan de convencer.

¿Los blancos no la saben meter?

Por último, el emparejamiento más atractivo de los ocho, al menos en los papeles: Los Angeles Clippers-Dallas Mavericks, el cuarto contra el quinto del Oeste. Los de California cuentan con una de las mejores plantillas de la NBA, entre otros, Paul George, temible e indescifrable cuando ataca; Kawhi Leonard, excelente defensor, sobrio en ataque, tan austero como su cara; Rajon Rondo, veterano de mil batallas, eterno y valioso sexto hombre... Pero una cosa son las individualidades y otra muy distinta es el equipo. Irreconocibles en los primeros dos partidos, apáticos, con una decepcionante actitud, y ante su gente, los veleros fueron superados por Luka Doncic y compañía.

El director de cine y fanático de los New York knicks, Spike Lee, durante el juego 2 de los playoffs ante Atlanta Hawks, en el Madison Square Garden, el 26 de mayo, en New York.

El director de cine y fanático de los New York knicks, Spike Lee, durante el juego 2 de los playoffs ante Atlanta Hawks, en el Madison Square Garden, el 26 de mayo, en New York.

Foto: Nathaniel S. Butler, NBAE, Getty Images, AFP

El base esloveno es la última gran aparición de la liga. Tiene una facilidad pasmosa para sacar el tiro, ya sea mediante el paso retirada o el fade away cuando se postea. Como el grueso del jugador europeo, no es ágil, no es veloz... no lo precisa. Su tranco cansino y hasta displicente, lejos de jugarle en contra, logra que el rival dude siempre entre encimarlo y darle un metro. Tiene un movimiento de pies envidiable con el cual hace que la hesitation (ese titubeo entre penetrar o lanzar) sea una de sus marcas registradas.

La serie viajó a Dallas, donde los locales, de ganar ambos partidos, estarían en semifinales. Lejos de esto, los Clippers despertaron, se robaron los dos juegos y recuperaron la ventaja de campo. En el cierre del tercer partido Doncic, aquejado por una distensión cervical, que también lo tuvo a mal traer en el cuarto encuentro, tuvo un magro rendimiento, y a su vez sus compañeros Tim Hardaway Jr, Maxi Kleber y sobre todo Kristaps Porzingis tampoco dieron un paso al frente.

Los angelinos son favoritos, pero con Doncic del otro lado, incluso con dolores y picándola con los codos, puede pasar cualquier cosa.

Cómo están las series, tras los partidos del martes 1/6

Philadelphia 76ers 3-1 Washington Wizards
Utah Jazz 3-1 Memphis Grizzlies
Brooklyn Nets 4-1 Boston Celtics
Phoenix Suns 3-2 Los Angeles Lakers
Milwaukee Bucks 4-0 Miami Heat
Denver Nuggets 3-2 Portland Trail Blazers
New York Knicks 1-3 Atlanta Hawks
Los Angeles Clippers 2-2 Dallas Mavericks.