Después de empatar 0-0 en el partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa América que se está desarrollando en Brasil, Colombia derrotó 4-2 a Uruguay, con dos penales atajados por David Ospina, y clasificó a semifinales, al tiempo que los celestes quedaron fuera de la competencia.

Matías Vecino de Uruguay, José María Giménez y Diego Godín y Yerry Mina, de Colombia, durante el partido de cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

Matías Vecino de Uruguay, José María Giménez y Diego Godín y Yerry Mina, de Colombia, durante el partido de cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

Foto: Silvio Avila/ AFP

El viernes en la conferencia previa al partido el técnico uruguayo, Óscar Washington Tabárez, había advertido que los partidos no se pueden contar como si se estuviese leyendo un libro. Porque la historia de un partido nunca está escrita, y las acciones de juego determinantes, como los goles, van cambiando la relación de fuerza de uno y otro equipo. El protagonista propone y puede ejecutar hasta límites insospechados sus planes, pero hay un antagonista que interactúa todo el tiempo, componiendo el desarrollo del juego y el resultado final.

Primeras páginas

El equipo de Tabárez arrancó con una postura de protagonista, en el campo contrario, con una posesión de la pelota dinámica y segura, lo que permitió un doble objetivo: eliminar la posibilidad de que el rival generara daño y generar juego creativo ofensivo, ya fuera por los laterales como desde la zona central, en donde engarzaba el juego Giorgian de Arrascaeta, jugando por detrás de Suárez y Cavani. Esa misma estructura en campo contrario permitía el respaldo seguro de Valverde, Vecino y Bentancur.

Edinson Cavani, de Uruguay, y Wilmar Barrios, de Colombia, durante el partido por cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

Edinson Cavani, de Uruguay, y Wilmar Barrios, de Colombia, durante el partido por cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

Foto: Silvio Avila/ AFP

Uruguay como protagonista fue esbozando el cumplimiento de los planes colectivos, pero Colombia, un fortísimo antagonista, era quien elevaba el nivel de exigencia.

Recién sobre el cuarto de hora se empezó a desenvolver la oncena colombiana.

Los escasos momentos de tensión defensiva nacieron de dos o tres pelotas que Uruguay perdió en su campo, pero el elenco celeste se mantuvo como ligero dominador del partido. En sus ataques más agudos falló el último pase, o los centrales colombianos, especialmente Yerry Mina, evitaron que ese último pase se completara.

Giorgian De Arrascaeta, de Uruguay, y Wilmar Barrios, de Colombia, durante el partido de cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mane Garrincha de Brasilia.

Giorgian De Arrascaeta, de Uruguay, y Wilmar Barrios, de Colombia, durante el partido de cuartos de final de la Copa América, en el estadio Mane Garrincha de Brasilia.

Foto: Silvio Avila/ AFP

Los maratonistas de la mente

Tabárez siempre manifiesta que los técnicos tienen escasa posibilidad de resolver acciones dentro del campo, que ahí es todo de los futbolistas. Pero no todo es juego o valencias, físicas o técnicas. “La exigencia física en el fútbol no es de las más importante, hay deportes más intensos y difíciles, pero desde el punto de vista de la fortaleza mental es en el deporte donde más se precisa. Se necesita ese tipo de virtud que algunos psicólogos la llaman como que los futbolistas son maratonistas de la mente, y eso es importante: no caerse pese a que no salgan las cosas o nos estén dominando, y en eso trabajamos mucho, no es un secreto, siempre lo hemos hecho y le damos tanta importancia como a las condiciones técnicas y físicas del futbolista”.

El segundo tiempo arrancó como si fuese una prueba de 100 metros llanos: a los segundos de vuelta del vestuario Diego Godín salvó el arco uruguayo con un excepcional cierre, y en los minutos posteriores Uruguay fue una tromba sobre el arco de Ospina, que salvó a Colombia.

Pero no era una prueba corta, ni una de 400 metros, ni siquiera una de 1.500; era una maratón, y las reservas físicas y emocionales de los futbolistas y, aunque sin valor alguno, de nosotros, los aficionados, debían ser correctamente administradas.

Los técnicos desde afuera intentaron incidir en los desarrollos de sus colectivos fortificando su juego ofensivo. Yimmi Chará entró en Colombia y Facundo Torres en Uruguay.

Pero no varió ni el juego ni el resultado.

David Ospina, arquero de Colombia ataja el penal pateado por Matías Viña, en la definición del pasaje a semifinales de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

David Ospina, arquero de Colombia ataja el penal pateado por Matías Viña, en la definición del pasaje a semifinales de la Copa América, en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia.

Foto: Evaristo Sa, AFP

Y así llegaron a la meta, emparejados, hasta el horrible foto finish de los penales, en donde la ventaja fue para los colombianos.

Una lástima, pero son las reglas de la competencia.

Detalles

Copa América – Cuartos de final
Estadio: Mané Garrincha de Brasilia, Brasil.
Árbitros: Jesús Gil Manzano, Diego Barbero, Ángel Nevado (España) y Eber Aquino (Paraguay). VAR: Ricardo de Burgos, José Luis Munuera (España) y Milcíades Saldívar (Paraguay).

Uruguay (0) (2): Fernando Muslera, Nahitan Nández, José María Giménez, Diego Godín , Matías Viña, Federico Valverde (79’ Martín Cáceres), Matías Vecino, Rodrigo Bentancur, Giorgian de Arrascaeta (67’ Facundo Torres), Edinson Cavani, Luis Suárez. Entrenador: Washington Tabárez.

Colombia (0) (4): David Ospina; Daniel Muñoz, Yerry Mina, Davinson Sánchez, William Tesillo; Wilmar Barrios, Gustavo Cúellar, Rafael Borré (86’ Miguell Borja), Luis Díaz, Luis Muriel (66’ Yimmi Chará), Duván Zapata. Entrenador: Reynaldo Rueda

Goles: No hubo

Penales: Duvan Zapata (C) –gol-, Edinson Cavani (U) -gol-, Davinson Sánchez (C) -gol-, José María Giménez (U) –atajado-, Yerri Mina (C) -gol-, Luis Suárez (U) -gol-, Miguel Borja (C) –gol-, Matías Viña (U) –atajado-.