Desde que el fútbol femenino comenzó a tener un crecimiento sostenido en competencias y participantes, afloraron en el entorno temas relativos a las transmisiones por televisión de los partidos, y por ende, sobre los derechos de imagen de las jugadoras del fútbol uruguayo.

Hace un par de años, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) creó un sistema propio de transmisión de los encuentros más importantes a través de su plataforma multimedia AUF TV. Primero los clásicos, luego algunos partidos de la selección y las finales de los campeonatos.

Algunos clubes comenzaron a cuestionar ese sistema por no conocer su funcionamiento y las gestiones económicas al respecto, y pidieron detalles, a la vez que comenzaron la búsqueda de agentes interesados en transmitir fútbol femenino, con el fin de obtener un beneficio económico destinado al departamento femenino.

La empresa Tenfield, que desde 1998 ha sido proclive a hacerse de cuanto derecho de transmisiones futbolísticas haya en Uruguay, mostró también su interés en comprar los derechos del fútbol femenino.

Algunas jugadoras, sobre todo las más experientes, no están de acuerdo con vender su imagen a una empresa privada -la de sus partidos, y por tanto, sus derechos individuales de imagen-, por lo que organizaron reuniones en la Organización de Futbolistas Uruguayas (OFU), para explicarles a sus compañeras el porqué.

Amplia perspectiva

Lo que sostienen algunas integrantes de OFU es que desde 1998, cuando Tenfield adquirió los derechos de la producción televisiva, lo que hizo fue comprar los derechos de televisación desarrollando su plataforma logística y pantalla propia, pero haciendo que una buena parte del esquema fuera vender ese producto cerrado a cientos de cableoperadores y a miles de receptores que son los consumidores finales, y que pagan en su cuota un valor por las transmisiones de fútbol. El negocio funcionó muy bien para Tenfield, y muchos clubes se empobrecieron por volverse dependientes de los créditos que tienen con esta empresa privada. “El dinero que llega a la AUF es muy poco en comparación con lo que vale el producto, porque ya existen tasaciones al respecto, por existir un intermediario. Como sucede con cualquier producto, la empresa busca un fin lucrativo”, expresaron.

“En el año 2018, cuando hubo una intervención de la FIFA, se cambió el estatuto determinando que AUF es la titular primigenia de los derechos de televisación, sin perjuicio de los derechos de imagen de los protagonistas. En 2025 cae el contrato con el fútbol masculino, por lo que la idea de la AUF es no vender más los derechos televisivos sino explotarlos directamente, justamente para no generar este círculo vicioso de intermediación”, explicaron.

Además, consideraron que lo que está haciendo esta empresa privada es tratar de debilitar al ejecutivo actual, “porque sabe que no le va a renovar el contrato y ha buscado estrategias para eso y para obtener votos con miras a ese 2025. Lo hizo con OFI y ahora lo está haciendo con el femenino; básicamente, ejercen presión para que hoy o mañana se negocien con ellos nuevamente los derechos de televisación, comprar la producción, y así intermediar y ganar dinero”, dijeron a Garra.

Y agregaron: “Les prometen a las jugadoras que va a haber un dinero invertido que va a llegar a los clubes, quienes lo van a destinar al fútbol femenino. Lo que están haciendo es generar dependencia con determinados clubes para que hoy o mañana hagan lo que ellos quieren. El problema es que las jugadoras lo único que ven es que hay una empresa que quiere poner un millón de dólares, entonces eso está generando un conflicto enorme, porque la AUF lo que quiere es vender ellos mismos el servicio a través del streaming, para que hoy o mañana esos 750.000 abonados que existen en los cables lleguen directo a la AUF y, por lo tanto, al fútbol femenino”.

Sin unanimidad

Otro grupo de jugadoras está de acuerdo con que Tenfield televise sus partidos, aunque directamente no dependa de ellas, ni del colectivo, y que por tanto adquiera los derechos del fútbol femenino, si avanzan en negociaciones y pliego de oferentes. Ven con buenos ojos el negocio. Según el grupo de jugadoras que se opone, “están viendo el árbol y no el bosque, porque esto puede generar una dependencia económica a futuro. Además, ellos lo proponen por tres temporadas, es decir hasta 2025, justamente el plazo en el que vence el contrato con el masculino”, consideraron.

Lo que gran parte de OFU estima es que si el dinero ingresa en la AUF les otorgará independencia, porque ellas pueden controlarlo, chequear cuánto ingresa y a qué se destina, ya que la asociación está auditada y es una institución sin fines de lucro; no podrían hacer este control si el pago ingresara directamente a los clubes.

Cuando los clubes recibieron un documento de Tenfield que manifestaba su interés en transmitir el fútbol femenino, lo comunicaron a las jugadoras. Una parte consideró que “algunos delegados les piden a ellas mismas que ejerzan presión en OFU para que se posicionen a favor de que la AUF negocie con esta empresa privada, que podría ser cualquier otra, no es el punto, es más conceptual; nosotras respondemos que, como gremio, tenemos que salvaguardar nuestros derechos como empleadas de los clubes. Negociar o facilitar el negocio entre empresas privadas por derechos televisivos que no nos corresponden a nosotras está absolutamente por fuera de la competencia del gremio en sí y desenfoca completamente su función”, dijeron.

A su vez ven como algo favorable que la AUF haya comenzado una licitación de la pantalla, para producir ellos mismos la filmación del fútbol femenino y que quien quiera transmitirlo en su pantalla lo pueda hacer.

“Entonces Tenfield puede ir a comprar la pantalla, pero no lo va a hacer, porque no le interesa la difusión del fútbol femenino, sino el negocio. La AUF proyecta, a futuro, sacar los cables del medio y poner un streaming propio. Esos 750.000 abonados, si pagan diez dólares al mes, como con Netflix, significarían un ingreso de millones de dólares. Se busca esa independencia. Nosotras no defendemos a la AUF de ninguna manera, queremos que quede claro, porque algunas jugadoras se confunden”, finalizaron.

Una de estas futbolistas es la jugadora de Nacional Valeria Colman, quien publicó en sus redes sociales un mensaje claro:

“No vender al precio de la necesidad, pensar en el futuro. Lo que vivimos hoy no es por el crecimiento del fútbol femenino, sino lo que se viene por la producción del masculino, comprar votos, hay que abrir los ojos”.

Colman considera que esta situación acarrea una “movida política, donde empezaron aparecer actores de los clubes que nunca habían aparecido”.

“Los equipos ven acá sus intereses. Hacer un acuerdo con la empresa Tenfield les generaría ingresos, pero hay un detalle que muchas no entienden, y es que esta empresa no valida los derechos de imagen, entonces la jugadora no se asegura ningún beneficio personal. Pretenden que la jugadora ceda sus derechos al club gratis y espere que el club, luego de recibir esa plata, haga algo para el femenino”, dijo a Garra.

Valeria considera que como jugadoras no deben intervenir en este tipo de negociaciones, sino negociar su derecho de imagen con la AUF.

“Porque la AUF no va a vender la producción y nosotras no podemos ir a hacer cosas que no nos competen”, explicó. “Hicieron toda una movida con las jugadoras de los clubes interesados para presentar esta propuesta, que es por televisación, y pretendían que las jugadoras presionaran en la AUF para que se abra una licitación. Mal de entrada, porque acá el interesado es el club, entonces el club es el que tiene que negociar con la AUF, no las jugadoras. Lo que pasa es que saben que ahora en la opinión pública pesa más que eso lo digamos nosotras, las mujeres, que los clubes”, finalizó.

¡A la cancha!

El jueves con inusuales presencias, la del presidente de la AUF, Ignacio Alonso, y la del presidente de Cerro, Alfredo Jaureguiverry, muy vinculado con Tenfield, se realizó una asamblea de clubes del fútbol femenino. El tema tratado fue el de la televisación, y cuestionamientos económicos relativos a AUF TV –que parecían propios de intereses de Tenfield– y a la oferta que la AUF haría a las futbolistas por derechos de imagen.

Allí Alonso señaló que no se podía condicionar el inicio de la competencia, “con cuartos intermedios, en una práctica que está siendo utilizada en abuso”. Se debatió por parte de las y los dirigentes presentes acerca de la solicitud de un Consejo de Liga por el tema de la televisación. El Ejecutivo entiende que se terminó el tiempo para seguir dilatando el campeonato.

Finalmente, en la noche del lunes 30 de agosto se sorteó el fixture de los cinco torneos femeninos que se disputarán en lo que resta de 2021 en el ámbito de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Se jugará en Divisional A y B en categoría mayores con 10 y 15 clubes, respectivamente. También habrá tres torneos juveniles: sub 19 con 15 clubes, sub 16 con 16 participantes y la novedad del sub 14, que tendrá siete clubes.

El sorteo de la Primera División resultó en que el campeón vigente, Nacional, será visitante de Náutico en la etapa inaugural. Los otros encuentros serán Peñarol-River Plate, Defensor Sporting-Atenas de San Carlos, Liverpool-Danubio y Fénix Canelones-Racing. En las próximas horas se determinarán horarios y escenarios de los partidos que, en principio, se disputarán el domingo 5.

La B, con 15 clubes por la salida de Villa Teresa, jugará en dos grupos todos contra todos y luego los cuatro primeros de cada grupo disputarán una rueda por el título y dos ascensos. Según informó AUF, “los siete equipos restantes disputarán un torneo permanencia”.

En el grupo 1 los primeros partidos serán San José-Rampla Juniors, Montevideo City Torque-Keguay, Canadian-Udelar y Progreso-Boston River. En el grupo 2 se medirán Cerro-Wanderers, Parque del Plata-Juventud, Rentistas San Jacinto-Plaza y quedará libre Villa Española Cimarrones.