Peñarol derrotó 1-0 en el Campeón del Siglo a Sporting Cristal de Perú, con un gol convertido en el primer tiempo por Jesús Trindade. De esa forma resolvió la serie de cuartos de final de la Copa Sudamericana por un global de 4-1 (había ganado 3-1 en la ida en Lima) y avanzó a semifinales. La última semana de setiembre hará su primera presentación en esta fase al enfrentar al ganador de la llave entre Liga de Quito y Paranaense, que se define el jueves en Curitiba.

Definir de local una eliminatoria. Lo soñado. Durante años fue considerado una ventaja decidir en casa. Cuando el partido venía para el estadio conocido, con tribunas explotando, tampoco se tomaba en cuenta como elemento definitivo la cantidad de goles que se marcaban como visitante, y entonces, si uno no había marcado de visita, no había nervios extraordinarios a la hora de defender el arco propio. Ahora eso pesa más que nada cuando hay igualdad en puntos. Los estadios estaban a tope, con la gente que de alguna manera se hacía presente cuando se jugaba todo. Igual que antes. ¿Igual que este miércoles?

Todos sabemos que 5.000 personas no son nada para lo que es la historia de las tribunas uruguayas. Centenarizando, al decir de nuestro compañero Martín Rodríguez, la medida de estos partidos no bajaba de 50.000, pero ¿sabés lo que son 5.000 personas en un estadio, el Campeón del Siglo, después de año y medio jugando sin gente, a puro cemento?

Agustín Álvarez Martínez, el goleador actual de la Sudamericana, nunca había jugado en primera división con público. ¿Se entiende el impacto, la modificación de nuestras vidas que representó la pandemia para cada uno de nosotros? ¿Se entiende el trabajo de concientización y transferencia de experiencias que desde hace días seguramente haya ocupado a mucha gente en Peñarol para hacer del partido el momento más importante de este año?

Definitivamente estos partidos, que en realidad son el segundo tiempo de una serie que ya tuvo otro partido antes, no se juegan para ganar, como hemos aprendido desde la primera vez que pateamos una pelota, sino que se juegan para alcanzar la clasificación. Lo primero es clasificarse y si esto viene acompañado de un triunfo, mucho mejor. Es cierto que es una variante muy fuerte del paradigma de la competencia que aprendimos, de los partidos de fútbol que se juegan para ganar, pero los cuerpos técnicos, los futbolistas y hasta nosotros, los pobladores del cemento, ejecutamos estrategias para clasificarnos.

Fue por la clasificación para ser semifinalista, después de diez años sin llegar a esa instancia, que en la metrópoli, en la ciudad y en nuestros pueblos sonaban cuetes y bombas a las 21.08, cuando la semifinal ya era una realidad.

Agustín Canobbio, de Peñarol, y Omar Merlo, de Sporting Cristal, durante el partido de vuelta por cuartos de final de la Copa Sudamericana, en el estadio Campeón del Siglo.

Agustín Canobbio, de Peñarol, y Omar Merlo, de Sporting Cristal, durante el partido de vuelta por cuartos de final de la Copa Sudamericana, en el estadio Campeón del Siglo.

Foto: Ernesto Ryan

Otro tiempo

Peñarol empezó muy bien, a toda máquina, por la derecha con el tándem que conforman Agustín Canobbio y Giovanni González funcionando muy bien. Sporting Cristal procuró tener la pelota y armar alguna acción ofensiva que le permitiera ponerse en partido en relación a la eliminatoria. Pero el equipo de Mauricio Larriera tuvo nuevamente la paciencia necesaria para encontrar los momentos del partido en los que podía llegar a quebrar el juego.

En el minuto 12 hubo dos instancias a reflejar: un ataque de Sporting Cristal en el que Percy Lisa estuvo cerca de abrir el marcador pero la pericia de Kevin Dawson se lo impidió; y, en el ataque siguiente, esta vez para Peñarol, un cabezazo de Agustín Álvarez Martínez terminó rebotando en el vertical y el arquero se quedó con la pelota.

La pelota la tenía Cristal, porque aunque en Montevideo estaban 0-0, estaba perdiendo 3-1 y no le quedaba otra que poner todo para intentarlo. Peñarol lo controlaba, estaba claro que buscaba mantener la clasificación y, de ser posible, si cuadraba, asegurarla aún más.

Los peruanos jugaron bastante en campo aurinegro. Dos o tres veces estuvieron cerca de generar jugadas de gol, pero el equipo de Larriera nunca perdió el control ni dejó de tener el foco en la clasificación a semifinales.

A los 40 minutos, a la salida de un córner, Trindade cerró la jugada de la mejor manera que un futbolista puede hacerlo: mandando la pelota a las redes contrarias. El dinámico eje central salteño enganchó un par de veces y le pegó seco y fuerte con rumbo al arco. La pelota se desvió en un oponente, pero esto no modificó su destino de gol, que además sería el que definiría el partido y remacharía por completo la serie.

Valentín Rodríguez, de Peñarol y Alejandro Duarte, arquero de Sporting Cristal, en el estadio Campeón del Siglo.

Valentín Rodríguez, de Peñarol y Alejandro Duarte, arquero de Sporting Cristal, en el estadio Campeón del Siglo.

Foto: Ernesto Ryan

Palmas

En el segundo tiempo, por lo menos mientras el tictac del reloj no terminaba de sofocar el resto de expectativas reales de dar vuelta la serie que tenían los peruanos, Cristal se adueñó de la pelota. No obstante, nunca alcanzó a tener el control del partido, que seguía siendo de Peñarol, que administraba sus créditos sin especular pero sin regalarse.

Mauricio Larriera que por primera vez dirigió a Peñarol con hinchas en la tribuna –que al parecer, y con lógica, lejos de rechazar su trabajo, se lo reconocieron–, mantuvo siempre en tensión a su oncena, realizando cambios y ajustes para seguir teniendo todo bajo control. Así, salieron ovacionados por 10.000 manos Jesús Trindade, Walter Gargano y Pablo Ceppelini. Sí, en el mundo real de Peñarol su gente ovacionó a Ceppelini, que en el mundo de las redes sociales y los medios parecía ser un jugador de rápido paso por los aurinegros.

Lo dicho: el partido de este miércoles no puede ser medida ni para lo que pasó ni para lo que pasará, pero es un eslabón importante para ir llegando más alto en un campeonato de alto nivel.

Peñarol ya está en semifinales e irá por el paso definitivo a la final de Montevideo.

Detalles

Copa Sudamericana – Vuelta – Cuartos de final
Estadio: Campeón del Siglo.
Árbitros: Facundo Tello, Cristian Navarro y Maximiliano del Yesso. Fernando Espinoza (cuarto árbitro) (todos argentinos). VAR (Video de Asistencia Referil): Juan Soto (principal) (Venezuela), Patricio Lostau (Argentina) y Rodney Aquinao (Paraguay).

Peñarol (1): Kevin Dawson; Giovanni González, Carlos Rodríguez, Gary Kagelmacher, Juan Manuel Ramos; Walter Gargano (82′ Ruben Bentancourt), Jesús Trindade (71’ Damián Musto); Agustín Canobbio (82′ Máximo Alonso), Pablo Ceppelini (77′ Agustín Álvarez Wallace), Valentín Rodríguez; (71′ Cristian Olivera), Agustín Álvarez Martínez. Entrenador: Mauricio Larriera.

Sporting Cristal (0): Alejandro Duarte; Jhilmar Lora, Omar Merlo, Gianfranco Chávez, Johan Madrid; Horacio Calcaterra, Martín Távara (84’ Joao Grimaldo), Jesús Castillo, Christopher Gonzáles, Irven Ávila, y Percy Liza. Entrenador: Roberto Mosquera.

Gol: 40’ Jesús Trindade (P).