A Novak Djokovic le rechazaron su visa y no podrá ingresar a Australia para jugar el Abierto de Australia, donde esperaba alcanzar su 21° Grand Slam y así coronarse como el más ganador en la historia de esta disciplina, logrando el récord del que también están cerca Roger Federer –que no competirá en esta instancia debido a una lesión– y Rafael Nadal.

Semanas atrás, el director del Abierto de Australia, Craig Tiley, avisó que los jugadores, los aficionados y el personal del torneo deben estar totalmente vacunados, “a menos que haya una razón de peso por la cual se pueda otorgar una exención médica”.

El yugoslavo, que tiene una postura antivacunas, organizó en plena pandemia en 2020 un torneo con público y pocas medidas sanitarias, que dejó varios contagios de covid-19. En esta ocasión presentó una exención médica y le habían confirmado que podría participar en la competencia, como excepción, a pesar de no contar con ninguna vacuna contra la covid-19 y a pesar también de que el primer ministro australiano había dado respuesta negativa a la solicitud de permitir el ingreso del tenista al país.

Además, se había negado la participación en la competencia a otros deportistas que presentaron la misma exención médica, como fue el caso de la tenista rusa Natalia Vikhlyantseva, que no fue autorizada a competir en el torneo. A pesar de estar vacunada con dos dosis, la vacuna Sputnik no está reconocida por las autoridades de salud australianas. Este hecho desató indignación y escándalo a nivel mundial, por considerarlo una injusticia que se fundamenta sólo por los privilegios que tendría uno de los mejores tenistas del mundo.

“Pasé un tiempo de calidad fantástico con mis seres queridos durante las vacaciones y hoy me dirijo a Australia con un permiso de exención. ¡Vamos 2022!”, había publicado en Twitter el serbio de 34 años, campeón nueve veces en el Abierto de Australia, porque tenía la oportunidad de convertirse en el más ganador de la historia si lograba alcanzar 21° Grand Slam.

Pero este miércoles, al llegar a Australia, fue retenido y estuvo ocho horas en el aeropuerto internacional Tullamarine de Melbourne. Fue deportado y deberá regresar a Serbia en el siguiente vuelo.

Apenas descendió del avión, fue escoltado por guardias que lo llevaron aislado y sin comunicación a un cuarto custodiado en el que permaneció a la espera de una resolución. Sus abogados intentarán apelar esta decisión.

Durante la retención del tenista, su padre, Srdjan Djokovic, hizo un pedido público por la libertad de su hijo. “Mi hijo lleva cinco horas captivo. Es una lucha por la libertad en el mundo, no es sólo una lucha de Novak. Si no lo dejan ir en media hora saldremos a las calles. Es una lucha de todos”, expresó.

Greg Hunt, el ministro de Salud de Australia, explicó que el número uno en el mundo del tenis falló en proveer la evidencia necesaria para los requisitos de entrada a Australia, porque no pudo probar los motivos por los que recibió la exención médica para jugar sin estar vacunado contra el coronavirus, indicó el sitio australiano The Age.

“La Fuerza Fronteriza de Australia (ABF, por sus siglas en inglés) continuará asegurándose de que quienes lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y requisitos de entrada. La ABF puede confirmar que el Sr. Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y, posteriormente, se canceló su visa. Los no ciudadanos que no tengan una visa válida a la entrada o que hayan cancelado su visa serán detenidos y expulsados de Australia”, sostuvieron las autoridades australianas en un comunicado.

Australia se encuentra atravesando una crisis sanitaria por tener un récord de contagiados por la variante ómicron. La decisión generó muchas repercusiones porque hubo varios jugadores que quedaron fuera del certamen incluso estando vacunados, porque se permite el ingreso solamente de los inmunizados con tipos específicos de vacunas.