Seguramente se termine aprobando la ley que suspende la veda alcohólica que debería regir a partir de las 19.30 del 26 de noviembre, es decir, 24 horas antes de que cierren los circuitos de las elecciones de autoridades del Banco de Previsión Social. Ese mismo sábado se jugará la final de la Copa Libertadores, y se espera que decenas de miles de brasileños lleguen al país y consuman grandes cantidades de alcohol. Desde la Corte Electoral (CE) comenzaron los preparativos para la más que probable aprobación de la ley. “Si el legislador quiere que la gente se emborrache, nosotros solamente podemos acatar su voluntad. Pero no nos gustaría que la ciudad sea un caos de personas alcoholizadas y eso ponga en riesgo el desarrollo del acto eleccionario. Por eso armamos un plan con los circuitos en los que la gente podrá emborracharse, según el número de su credencial cívica”, adelantó un ministro de la CE.

El objetivo del plan es que la gente se emborrache cerca de sus casas y pueda volver con relativa facilidad, para que no haya “centenares de miles de personas alcoholizadas recorriendo las ciudades en busca de lío”.

Desde la CE explicaron que aquellas personas que hayan cambiado de dirección y no se trasladen al circuito donde les corresponde emborracharse “no podrán ingerir alcohol”. “A ver si por lo menos así cambian la dirección de la credencial los pelotudos estos”, expresó el ministro consultado.