El gobierno uruguayo lleva firmados dos acuerdos en el marco de la COP 26, que se está llevando a cabo en Glasgow, Escocia. Uno de ellos pretende combatir la deforestación y el otro reducir las emisiones de metano. El ministro de Ambiente, Adrián Peña, explicó que Uruguay pretende convertirse en un “actor importante” en la lucha contra el cambio climático, y como parte de esta estrategia propuso el desierto de Soriano como sede para la próxima cumbre. “Pensamos en Soriano porque calculamos que para el año que viene van a estar muy necesitados de divisas, porque el fin de las actividades agropecuarias en el departamento seguramente tenga un impacto negativo muy fuerte”, indicó el jerarca.

En la Intendencia de Soriano ven con muy buenos ojos la propuesta del gobierno y la consideran “una oportunidad para empezar a desarrollar el turismo de oasis y viajes en camello”.

Cuando el gobierno comenzó a manejar posibles lugares para albergar la COP 27, Punta del Este fue la primera opción, pero se descartó por la dificultad que representa elegir un centro de convenciones que para fines de 2022 no esté cubierto por las aguas.

Peña considera que el desierto de Soriano tiene “grandes chances” de ser elegido como sede, aunque aclaró que también “hay otros candidatos muy fuertes, como Katmandú, la ciudad ubicada entre las dunas del Himalaya, o Australia, una pequeña isla perdida en el océano Pacífico”.