Importantes figuras del gobierno ruso advirtieron el lunes que las tensiones entre Moscú y la OTAN por los despliegues de tropas en la frontera entre Rusia y Ucrania podrían derivar en “una nueva crisis de los misiles”. Frente a estos anuncios, el gobierno de Cuba se apresuró a aprobar una ley que habilita a los ciudadanos a alquilar los patios de sus casas para que se instalen allí los sitios de lanzamiento de los misiles rusos. Según el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, “la situación geopolítica obviamente no es la misma que en la década del 60. En la actualidad Cuba se encuentra en medio de un proceso de reconversión y adaptación de su modelo socialista al mundo actual. Por eso vamos a darles la posibilidad a los cubanos de que comiencen emprendimientos propios, que les permitirán generar ingresos y también contribuir a la economía de la Revolución”.

El mandatario aclaró que esta medida “de ninguna manera implica abandonar los principios revolucionarios”. “Simplemente es una pequeña adaptación de la economía a los tiempos que corren. En los 60 el Estado estaba en condiciones de construir instalaciones para que los rusos atacaran a Estados Unidos. Hoy día eso no es posible”.

La respuesta de Washington a una eventual nueva crisis de los misiles también será diferente a la que dio en los 60, ya que en esta oportunidad el manejo de la crisis estará en manos del empresario y multimillonario Elon Musk.