Las elecciones del Frente Amplio, celebradas el domingo –pero como esta nota está siendo escrita antes de esa fecha todavía no sabemos quién ganó y por eso no podemos decir el nombre del presidente y sólo podemos decir “el presidente del Frente Amplio”, aunque probablemente haya ganado Fernando Pereira–, definieron la conducción de la fuerza política que gobernó Uruguay desde 2005 hasta 2020.

“Ahora sí estamos prontos para una nueva humillante derrota electoral, como en 2019, pero esta vez en 2024”, confió una fuente de la coalición de izquierda que prefirió mantener el anonimato. La consultada agregó que “ya perdimos contra un descendiente de Herrera que es surfista y fue a The British Schools con Javier Miranda como jefe de nuestra organización; ahora, con las nuevas autoridades, estamos entusiasmadísimos, aunque no junamos del todo si vamos a perder contra Álvaro Delgado, contra Martín Lema, contra Beatriz Argimón, contra el que pongan los colorados o contra Guido Manini Ríos”.

A esta hora, los militantes que lograron detallar exitosamente a los sufragantes el proceso de los intrincados comicios del conglomerado de partidos con mayor representación parlamentaria desde 1999 (como verán, se nos están acabando los sinónimos de “Frente Amplio”, este último no sé ni cómo hicimos para meterlo) están abocados a la tarea de preparar el traspié de 2024, “que también será el de 2025, no se olviden de las departamentales”, aclararon ellos mismos.