Aunque parezca increíble, no todos los premios que sortea la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas son cobrados, ya que es bastante frecuente que algunos ganadores no los reclamen. Pero en los últimos días se registró una situación inversa: una persona se acercó al organismo para cobrar el premio mayor del sorteo del Cinco de Oro del miércoles pasado, a pesar de que los números que había apostado eran diferentes de los que salieron sorteados. Esta persona explicó: “Cuando vi que en el sorteo salieron el 12, el 18, el 35, el 38 y el 48, no lo podía creer. Pegué un grito de alegría que se escuchó en toda la cuadra. Pero al día siguiente fui a cobrar y me dijeron que no me iban a dar el premio porque yo había apostado a los números 5, 7, 19, 26 y 32. Me pareció algo completamente escandaloso. O sea, ¿quién decide si esas dos series de números, es decir, las que aparecen en los resultados y las que yo aposté, son las mismas o no? Es lo mismo que pasa con la plandemia del coronavirus, que es una gran estafa basada en que hay una sola verdad”.

El apostador está preparando una demanda contra el Estado por lo que considera “una conspiración en el sistema de apuestas, que tiene como objetivo establecer una dictadura matemática en donde una sla verdad se imponga sobre cualquier tipo de disidencia. Por suerte me va a representar el doctor Gustavo Salle, a quien conocí personalmente en una marcha contra las vacunas”.