La llegada de los cuatro ultrafreezers para almacenar las vacunas contra el coronavirus fue celebrada con bombos y platillos por el gobierno. Es que la vacuna de Pfizer/Biontech, una de las dos que va a aplicar Uruguay, necesita mantenerse a una temperatura de menos de 80 grados centígrados. O mejor dicho, necesitaba, ya que a fines de la semana pasada el laboratorio informó que la vacuna se puede mantener en condiciones óptimas en un freezer común y corriente. En la Torre Ejecutiva la noticia cayó “como un balde de agua ultrahelada”. “Fue un golpe duro, sin dudas, porque esos ultrafreezers hasta ahora fueron el único avance que pudimos mostrar. Esperemos que nos dejen cambiarlos por ultratelevisiores o ultralavavajillas, porque si no, no sé qué vamos a hacer con ellos”, declaró una fuente del Poder Ejecutivo. El equipo jurídico del gobierno está haciendo un análisis “exhaustivo” de los contratos y los manuales de instrucciones de los equipos para evaluar si es posible pedir el cambio. “En estos casos lo más complicado suele ser el traslado. Es decir, te cambian el aparato, pero vos tenés que encargarte de llevar el viejo y traer el nuevo. Por suerte nosotros tenemos los Hércules de la Fuerza Aérea, que de hecho nos vendría bien usarlos, porque con esto de que los ultrafreezers no sirven para nada, los aviones hasta el momento no han hecho nada útil”, explicó la fuente consultada.